Enlaces accesibilidad

Trapero se desmarca del 'procés', lo califica de "barbaridad" y defiende la actuación de los Mossos

Enlaces relacionados

Por
Trapero niega tener relación con Puigdemont y defiende el papel de los Mossos en el asedio a la Conserjería de Eeconomía

El mayor Josep Lluís Trapero ha defendido la actuación de los Mossos d'Esquadra durante el 'procés' y se ha desmarcado de la vía unilateral del Govern de Carles Puigdemont, que ha calificado de "barbaridad", y ha recordado que esa postura le hacía sentir "incómodo" y que siempre dejó claro que el cuerpo policial que dirigía cumpliría con las órdenes judiciales.

Trapero asegura que los Mossos actuaron legalmente

En la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid) se ha iniciado este lunes el juicio contra Trapero, que fue el jefe de los Mossos d'Esquadra entre abril y octubre de 2017, y también contra el exdirector de los Mosos Pere Soler, el ex secretario general de Interior César Puig y la intendente Teresa Laplana por el papel desempeñado por los Mossos d'Esquadra durante el 1-O.

Nada más iniciarse el juicio, la Fiscalía ha decidido mantener la acusación de rebelión para Trapero, Soler y Puig hasta que sea el "momento oportuno", al final del juicio, cuando podría rebajarlo a sedición, tal y como ya ocurriera en el Tribunal Supremo durante el juicio del 'procés'.

En esta primera sesión, Trapero ha querido marcar distancia con la deriva secesionista del Govern y ha calificado de "una barbaridad más de las muchas que se estaban haciendo" las resoluciones de ruptura que se aprobaron en septiembre de 2017 en el Parlament de Cataluña y ha asegurado que confiaba en que fueran anuladas por la justicia y que se imputaran a sus responsables.

Ha negado que su ascenso a mayor de los Mossos fuera impulsado por Puigdemont, y ha explicado que ese rango en el escalafón de la policía autonómica catalana llevaba sin promoverse desde hacía 10 años, algo que era "ilógico". En este sentido, ha explicado que sigue siendo mayor, que es una categoría profesional, aunque ya no es el jefe de los Mossos.

"Incómodo" con los preparativos del 1-O

Durante el interrogatorio de la Fiscalía, que se ha prolongado durante cuatro horas y media y que acabará este martes, Trapero ha asegurado que no tenía ningún tipo de relación con Puigdemont, "ni estrecha, ni buena, ni mala".

También ha explicado que le incomodaba "mucho" que el Govern siguiera con los preparativos del 1-O y que hizo cuanto pudo: "Hicimos todo lo que se nos ordenó en todo momento", ha insistido.

Y ha asegurado que no fue el único que se sentía incómodo en aquellos días, sino que el entonces director de los Mossos, Albert Batllé, también lo estaba y que por eso abandonó el cargo. "La incomodidad de por dónde estaba yendo el Govern la sentíamos todos", ha recordado.

Sobre la reunión que mantuvo la cúpula de los Mossos con Carles Puigdemont el 28 de septiembre para advertirle de los riesgos del 1-O para el orden público, el mayor ha recordado que le dijo que "no se equivocaran" con la policía catalana porque no iba a "secundar ninguna ruptura de la legalidad ni de la Constitución".

También le expresó el daño que se estaba causando a la imagen del cuerpo, sobre todo por declaraciones de algunos consellers, a lo que, según Trapero, Puigdemont le espetó que "más importante que la imagen de los Mossos era la imagen del Govern".

El día del referéndum

Otra parte del interrogatorio del Ministerio Público ha versado sobre el dispositivo de los Mossos el 1-O. Carballo se ha mostrado bastante incisivo y ha puesto en algunos aprietos a Trapero, que en algunas ocasiones no ha sabido qué responder, como cuando le ha pedido explicaciones sobre por qué el dispositivo de Mossos era más amplio durante las elecciones de diciembre del 2017, tras la aplicación del artículo 155, que en el referéndum ilegal del 1-O. Él ha alegado que el dispositivo para la cita electoral lo organizó el que le relevó.

En cuanto al dispositivo para el 1-O, el exjefe de los Mossos ha explicado que se diseñó en las reuniones de coordinación que hubo previas al día del referéndum y que se hizo "de manera colegiada", pensando en que "la reacción de la gente sería de resistencia pasiva en los colegios" y no de "gente que defendía las urnas de esa manera", algo, que ha considerado, "poco imaginable".

Sobre el uso de la fuerza aquel día por parte de los Mossos, ha reconocido que se dieron unas "pautas generales" que consistían en "limitarse a coger a las personas e ir sacándolas una a una". Preguntado sobre en qué centros de votación se actuó de esa manera, Trapero ha defendido que se hizo en "110 o 119 colegios".

También el fiscal le ha cuestionado sobre por qué no se prohibió las actividades que se realizaron en los colegios la tarde y noche anterior al día del referéndum ilegal, a lo que Trapero ha respondido que no había instrucciones al respecto: "No entendimos que eran actividades preparatorias del referéndum", ha contestado.

Trapero ha argumentado que los Mossos entendieron que la orden judicial de precintar las escuelas no "facultaba" a la policía catalana a desalojar los centros antes del día 1 y se ha escudado en lo "difícil" que resultaba "distinguir" entre las actividades educativas y lúdicas que "obedecen a la actividad normal del centro" y las relacionadas con el 1-O.

"Hicimos lo que se nos ordenó en cada momento. No entendí en ningún momento que nos teníamos que ir corriendo a los centros a desalojarlos", ha argumentado. Y ha puesto de excusa que ni la Fiscalía, ni el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, les envió indicación alguna sobre ese asunto y tampoco lo hizo Diego Pérez de los Cobos, coronel de la Guardia Civil y responsable del operativo policial durante el referéndum del 1-O.

Por otro lado, ha negado que se hicieran seguimientos a vehículos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, tal y como habían apuntado algunos agentes durante el juicio del 'procés'. "En la vida los Mossos han hecho seguimiento a otros cuerpos", ha afirmado, para después reconocer, que sí que hubo llamadas a los otros cuerpos, pero solo para evitar mandar a agentes de los Mossos a los mismos colegios donde ya había efectivos de la Policía Nacional o Guardia Civil:

Niega la "pasividad" de los Mossos en el asedio de la Consellería

Durante la mañana, el fiscal le ha interrogado también sobre la actuación de la policía autonómica el día de las concentraciones frente a la Consellería de Economía el 20 de septiembre de 2017. Al respecto, Trapero ha negado "pasividad" aquel día, pues ha explicado que no contaban con los efectivos suficientes para contener las manifestaciones que se sucedieron en diferentes lugares de Cataluña a raiz de los registros judiciales.

La magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela imputó al mayor Trapero, a la intendente Laplana y a Jordi Sanchez y Jordi Cuixart el 4 de octubre de 2017. Han pasado más de dos años y ahora comienza el juicio al exjefe de los Mossos por el asedio a la Consejería de Economía el 20 de septiembre de 2017 y por su papel en el 'procés' independentista catalán.

Trapero ha lamentado que dijera el fiscal que hubiera "pasividad" y ha apuntado a la Generalitat como la responsable de "haber tolerado" la multitudinaria manifestación que se produjo.

Trapero: "La administración toleró esa manifestación"

También ha asegurado que como no estaban planificadas las entradas ordenadas por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona los Mossos no pudieron hacer un dispositivo acorde a la situación.

"¿De dónde sacamos los efectivos? Si hubiese sido algo planificado... La Guardia Civil no sólo nos pedía el cordón en la Consellería de Economía, sino en otros escenarios. No podíamos hacer cinco cordones de seguridad de 40 metros con los efectivos de orden público de los que disponíamos", ha remarcado.

Trapero ha apuntado que en los lugares donde se intentaron hacer córdones policiales "la gente se puso delante y ya hubo los primeros incidentes". "En una concentración de miles de personas eso nos puede crear problemas serios y eso hay que valorarlo. Seguro que nos hubiese encantado poder hacerlo", ha asegurado, y ha añadido que lo que trataron fue de evitar que las actuaciones de la policía tuvieran "un efecto contagio" en otras protestas de ese mismo día.

En este sentido, ha negado que no se quisiera hacer una barrera de protección a los coches del Instituto Armado, incluso sabiendo que dentro había "material sensible", como armas largas, de lo que ha asegurado que se enteró sobre las 12.00 horas, sino que los "mandos presentes y el responsable de orden público en ese momento desaconsejaron esa actuación" para evitar posibles altercados.

Interlocución con Sànchez

Preguntado sobre su interlocución ese día con el presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, condenado a nueve años de cárcel por sedición, Trapero ha querido dejar claro que los Mossos no le otorgaron el rango de "mediador", si bien, ha reconocido que estuvo en contacto con él porque en una llamada, el entonces conseller de Interior, Joquim Forn le dijo que hablara con él.

Y esto es así, porque según el exjefe de los Mossos, es habitual en el protocolo de actuación de la policía catalana establecer contacto con los líderes de las manifestaciones y concentraciones desde el año 2013.

"No es nada extraño en el modelo de orden público de los Mossos d'Esquadra desde el año 2013, porque apostamos por un modelo en el que prima la mediación. Es un trabajo habitual de Mossos y creo que ha tenido resultados muy buenos", ha declarado.

Trapero justifica por qué los Mossos mediaron con Sànchez

Durante su declaración, también ha destacado que el expresidente de la ANC "no impuso ninguna condición" en ningún momento del día, pues "no es nadie para imponer condiciones", aunque ha recordado que algún momento tuvieron una conversación bastante "airada".