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El exprofesor de Maristas acusado de abusar de cuatro menores pide perdón por "la porquería que tenía en la mente"

  • La defensa no ha alcanzado un pacto con las acusaciones que hubiera implicado su confesión y una condena
  • El exprofesor está acusado de haber abusado sexualmente de cuatro alumnos de 13 y 14 años

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El pederasta confeso de los Maristas asegura en la primera sesión del juicio que él no era el único

El exprofesor del colegio Maristes Sants-Les Corts, Joaquín Benítez, que está siendo juzgado por cuatro delitos de abusos sexuales a alumnos en la Audiencia de Barcelona, ha pedido perdón a las víctimas y a sus familias y ha asumido su responsabilidad. "Como persona tenía esta debilidad", ha afirmado después de una declaración previa en la que no ha llegado a un acuerdo con sus supuestas víctimas que le llevará a sentarse ante el juez, previsiblemente, este martes.

En declaraciones a los medios tras la primera sesión del juicio, donde todavía no ha declarado como acusado, Benítez ha expresado que lamenta "muchísimo" lo ocurrido y ha pedido también perdón a todos los padres y alumnos del colegio.

Además, tras una sesión a puerta cerrada en la que también han testificado las presuntas víctimas, el exprofesor ha pedido a la prensa que dejen de llamarle pederasta ya que desde 2011 se ha quitado "la porquería que tenía en la mente". "Si estoy dando la cara es porque soy una persona nueva y quiero de verdad que la gente sepa que podemos cambiar si queremos", ha expresado.

Soy una persona nueva y quiero que la gente sepa que podemos cambiar si queremos

Benítez, que ha asegurado que él de pequeño vivió "un infierno" ya que durante 17 años fue víctima de abusos mientras estaba internado en un colegio, también ha pedido perdón a su familia y ha lamentado todo lo que ha perdido por este caso: "Solo quedan dos personas de mi familia que me atienden".

Según fuentes jurídicas consultadas por EFE, la defensa de Benítez se ha negado a alcanzar un pacto con las acusaciones que hubiera implicado su confesión y aceptación de una condena, evitando así que prosiguiera el juicio y declararan las víctimas.

Las cuatro presuntas víctimas del exprofesor de educación física de los Maristas Sants-Le Corts Joaquín Benítez han testificado en el juicio en la Audiencia de Barcelona durante poco más de una hora y media, en una comparecencia que se ha hecho a puerta cerrada. Las familias de los menores no han podido estar presentes en la sala, y estas declaraciones se han hecho con una mampara para impedir que los testigos pudieran tener ningún tipo de contacto visual con el acusado.

Sesión a puerta cerrada

La Sección 21 de la Audiencia de Barcelona ha realizado esta declaración previa al juicio sin público, ni las familias de las víctimas han podido asistir, por considerar, tal y como acordaron las partes, que "los hechos objeto de acusación tienen una connotación social que puede llegar a ser estigmatizadora, además de gravemente atentatorios a la intimidad y dignidad de la persona y se habrían producido siendo las víctimas todavía menores de edad".

Así, las declaraciones, durante las cuales se han producido unas fotografías en el pasillo por parte de un hermano marista que ha sido denunciado y obligado a borrar las imágenes, se han hecho con una mampara para impedir que los testigos pudieran tener ningún tipo de contacto visual con el acusado.

Durante esta fase previa, el juez ha admitido la petición de las acusacionesparfa incluir una nueva prueba documental y que se tome testimonio al cineasta Fèlix Colomer, autor del documental Shootball, en el que el acusado admitía los abusos practicados cuando era profesor de educación física en la escuela.

Sin embargo, el juez ha rechazado que se emita la película como prueba la confesión por haberse producido en un ámbito "extrajudicial".

Los Maristas se resistieron a dar información, según los Mossos

Por otra parte, dos Mossos d'Esquadra que investigaron los abusos perpetrados por el exprofesor han explicado al tribunal que el centro se resistió a facilitarles información sobre el acusado, tras la primera denuncia presentada contra él.

Durante la vista, también ha sido interrogado un vicario provincial de los Maristas, a cuya fundación la Fiscalía considera responsable civil subsidiaria. El vicario ha negado que el centro encubriera los abusos, aunque ha reconocido que se ocultó el primer caso denunciado sobre Benítez al resto de familias del centro, porque los padres pidieron permanecer en el anonimato.

Sin acuerdo entre las partes

El inicio del juicio estaba previsto para las 10.00 horas, pero la posibilidad de que la defensa y las acusaciones llegaran a un acuerdo -tal como han señalado fuentes cercanas al caso- ha retrasado el comienzo de la vista hasta alrededor de las 11:45 horas.

Sin embargo, el acuerdo para el que Manuel Barbero, padre de una de las víctimasque destapó el escándalo en 2016, había colocado como línea roja una pena de 16 años a cambio de que Benítez reconociera los abusos no se ha producido.

Antes de comenzar el juicio, en el que la fiscalía pide una pena de 22 años de cárcel y 14 años de inhabilitación, Barbero ha denunciado ante los medios que no se haya "investigado en profundidad" lo sucedido en Maristas, ya que la Audiencia sollo prevé juzgar a Benítez por los abusos cometidos contra cuatro víctimas, pese a que al menos una decena de alumnos más denunciaron hechos similares, que ya han prescrito para la justicia.

Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - Comienza el juicio al pederasta confeso de los maristas de Barcelona - Escuchar ahora

Al margen del proceso, en la fachada de la escuela Maristes Sants-Les Corts han aparecido este lunes pintadas con mensajes como 'Encubridores', 'Pederastas', 'No hay perdón' y 'Lo sabíais', entre otros, que han empezado a cubrir. Mientras que, a las puertas del Palau de la Justicia, se han congregado en apoyo a las víctimas una decena de personas, que han extendido una pancarta con el mensaje "no es abuso, es violación".