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Israel tiñe de sangre el fin del Ramadán en Gaza y sufre el ataque más mortífero de Hamás

  • La muerte de 8 niños en Gaza y de 5 soldados israelíes pone fin a la tregua
  • Los bombardeos alcanzan un parque y un hospital de la Franja
  • Israel amenaza con redoblar los ataques tras sufrir el peor reves de la ofensiva
  • Los esfuerzos diplomáticos internacionales no consiguen el cese de los ataques

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Israel tiñe de sangre el fin de Ramadán en Gaza

La fiesta de fin de Ramadán, una de las más alegres e importantes del calendario musulmán, se ha teñido de sangre en Gaza, donde han muerto 22 personas, ocho de ellas niños. Mientras, Israel ha sufrido el peor ataque en 20 días de ofensiva con cinco soldados muertos por fuego de mortero disparado desde la Franja.

Las bombas han roto el breve alto el fuego oficioso que había permitido un respiro a la asediada Franja. Las Brigadas "Azedím Al Kasam", brazo armado del movimiento islamista Hamás, ha asumido la autoría del ataque con morteros en Eshkol, que ha dejado cuatro muertos y ocho heridos. Otro soldado han muerto en combates en la Franja. Nada más producirse el ataque, el Ejército israelí ha advertido a los habitantes de los barrios de Shajaiya y Zaitum, y del campo de refugiados palestino de Jabalia, en Gaza ciudad, que abandonen sus casas y se dirijan al centro en previsión de duros bombardeos.

Antes, dos bombardeos aéreos paralelos, uno en un parque al norte de la ciudad de Gaza, y otro en un hospital, mataron al menos a diez personas, en su mayoría menores. El Ejército hebreo no se responsabiliza de estos ataques y asegura que responden a cohetes fallidos de Hamás lanzados hacia el sur de Israel. Sin embargo, testigos y fuentes sanitarias apuntan a Israel como autor de los sangrientos bombardeos.

Además, siete personas, cinco mujeres y un niño, han muerto en un bombardeo sobre la ciudad de Rafah según ha informado el portavoz del Ministerio de Sanidad en Gaza, Ashraf al Qedra.

Ocho niños muertos en un parque

Al Qedra ha señalado que uno de los bombardeos tuvo como blanco un parque situado al oeste del campo de refugiados de Shati. Testigos han señalado que un avión no tripulado del Ejército israelí lanzó un proyectil contra una zona donde se encontraban en ese momento varios niños jugando. Ocho de ellos han muerto.

De acuerdo a las fuentes, algunos de ellos paseaban en un carro cuando impactó el obús, que dejó sus cuerpos mutilados y gran cantidad de sangre en el suelo, según ha constado Efe en el lugar de los hechos. El ataque ha dejado decenas de heridos, que han sido trasladados a centros médicos de los alrededores.

Con las manos, la túnica y la cara salpicadas de sangre, Mohamad Abu Hamid, llora sin consuelo. Paseaba con su mujer entre una algarabía de niños vestidos de fiesta, con sus golosinas y sus juguetes nuevos. "Estaban corriendo y jugando cerca de un carro cuando el misil fue disparado desde el "drone" (avión no tripulado) y explotó. Varios cuerpos quedaron mutilados", ha explicado a Efe.

Los combates en Gaza han sido menos intensos, pero la situación sigue siendo frágil

"Los 'drones' israelíes llevan volando todo el día por aquí. ¿Qué mal han hecho estos niños? ¿Son acaso un peligro terrorista?", se pregunta una vecina de esta barriada, una de las más depauperadas de la ya por sí empobrecida y aislada Gaza.

Bombardeo en un hospital

El segundo ataque fue sobre clínicas externas del hospital Shifa, el más grande de la Franja. Tres personas perdieron la vida y numerosas resultaron heridas.

Los ataques se han producido después de que esta tarde expirara el último alto el fuego humanitario de 24 horas acordado el domingo en la zona.

Los últimos bombardeos israelíes elevan a más de una docena, en su mayoría menores de edad, los palestinos fallecidos durante la jornada de este lunes, que se suman a las 1.030 víctimas mortales en Gaza desde el inicio el 8 de julio de la operación militar de Israel.

Lanzamiento de cohetes de Hamás

El Ejército israelí ha confirmado que sus fuerzas habían atacado varias posiciones en el norte y este de la franja de Gaza en respuesta al disparo de 12 cohetes y proyectiles de mortero. Algunos alcanzaron más de 100 kilómetros.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha afirmado que "hoy es un día duro", en referencia a las bajas militares. Y ha advertido de que la operación para destruir los túneles de Hamás no terminará hasta alcanzar el objetivo. Al menos cuatro milicianos palestinos han muerto este lunes cuando intentaba atravesar uno de esos túneles en el sur de Israel.

Las presiones internacionales para el fin de las hositilidades no están dando frutos. La ONU ha pedido el cese "inmediato y sin condiciones" de los combates. Ban Ki-mooon ha alertado de la situación "crítica" que se vive en la franja de Gaza como consecuencia del "ataque masivo" lanzado por Israel, a quien ha criticado por la dureza de su intervención militar en ese territorio palestino.

La ONU critica la "desproporcionalidad"

"Las cifras de víctimas y de daños plantean serias dudas sobre la proporcionalidad" de la actuación armada de Israel, ha asegurado Ban en declaraciones a los periodistas en la sede de Naciones Unidas.

Por su parte, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), contradiciendo la versión del ejército israelí, ha insistido en que la escuela de la ONU atacada el pasado jueves en la localidad de Beiy Janún, en Gaza, estaba llena de gente en el momento de los disparos.

Además, el propio Barack Obama ha telefoneado a Netanyahu para instarle a que ponga fin a un conflicto que en tres semanas a acabado con las vidas de más de un millar de personas, en su gran mayoría civiles palestinos.

Cerca de 800 de ellos perecieron en los once días que dura ya la incursión terrestre, en la que también han muerto al menos 47 soldados israelíes y un número aún no determinado de milicianos islamistas palestinos. Igualmente, han perdido la vida dos israelíes y un trabajador tailandés, alcanzados por alguno de los cerca de 2.500 cohetes que han lanzado las milicias palestinas contra Israel.