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Paul Jenkins: "Me pidieron un cómic como 'Los juegos del hambre' y yo les di 'Deathmatch'"

  • Un cómic sobre un grupo de superhéroes obligados a matarse
  • Jenkins es uno de los guionistas más innovadores del cómic

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Paul Jenkins y el protagonista de 'Deathmatch'
Paul Jenkins y el protagonista de 'Deathmatch'

Paul Jenkins (Londres, 1965) es otro de esos grandes guionistas británicos que, de vez en cuando,  dan un soplo de aire fresco al cómic norteamericano con obras tan interesantes como Hellblazer, Inhumanos, Deadman, Batman, Lobezno: Origen o Civil War. Pero el guionista acabó cansado de que no le dejarán hacer nada nuevo con esos personajes y fichó para una editorial independiente, Boom! Studios, donde triunfa con Deathmatch (Aleta Ediciones), una refrescante vuelta de tuerca a los superhéroes que le ha valido excelentes críticas

“La idea surgió de la editorial, que me pidió que creará una serie en la que los superhéroes se enfrentasen entre sí a la manera de Los juegos del hambre. Y yo les dije que sí, pero que quería hacerlo a lo grande”.

“Quería –continúa Jenkins- algo así como las eliminatorias del campeonato universitario de baloncesto de EE.UU, que se llama la locura de marzo, en la que 64 equipos compiten unos contra otros hasta que solo quedan dos. Y me pareció una gran idea reproducir esas eliminatorias con superhéroes, aunque de una forma un poco más salvaje. Ya veremos si sobrevive alguien”.

El protagonista del cómic es Dragonfly, que tiene los poderes de una ¡Libélula!. “No es tan ridículo como parece –asegura-. Un niño que ve cómo asesinan a sus padres y de mayor  convierte en un murciélago también parece ridículo. Pero no es malo que sea así. He escrito muchas historias que parten de un personaje ridículo. Lo difícil es convertirlos en personas reales, que conecten con el lector. Stan Lee (Spiderman, Los Vengadores…) lo hacía muy bien”.

“Nuestro protagonista –continúa- sólo puede volar durante un minuto, si en ese tiempo no se posa en algo, cae y se mata. Eso me da pie a historias muy interesantes. En la primera viñeta vemos una libélula, un detalle interesante puesto que de ahí salen sus superpoderes y ese detalle tendrá importancia en el futuro”.

“El problema de los superhéroes es que no evolucionan”

La serie destaca por la violencia de esos combates a muerte entre los superhéroes.  Una parodia salvaje del género con mucho sentido: “El problema actual de los superhéroes es que no evolucionan –asegura Jenkins- No hay consecuencias. Hace un año mataron a Spiderman y desde el instante en que murió sabíamos que iba a resucitar. Por eso yo puse como condición a la editorial que si un personaje moría, se quedaría muerto”.

“No me da pena matar a los personajes –confiesa Jenkins-. Crearlos e inventar sus superpoderes  es fácil, me inventé treinta y cuatro en una hora.  Lo difícil es hacerlos interesantes. Estoy muy contento de que mueran y de que no vuelvan”.

Sin embargo, ese interés de Jenkins por hacer avanzar el género le hizo chocar con las grandes editoriales, que no le permitían cambiar sustancialmente a sus personajes: “Tengo muchas historias que desarrollar y quiero llevar los límites más allá, por eso prefiero una editorial que me dé libertad”.

“Además –continúa Jenkins- me gusta escribir sobre gente vulnerable, con problemas, y los superhéroes son demasiado poderosos. Por ejemplo, Lobezno no es un héroe, es un tipo que entra en un bar dispuesto a destrozarlo todo, sabiendo que no le va a pasar nada. Un héroe es un tío que va en una barcaza de desembarco pensando en su familia y que va a intentar hacer lo que pueda. Eso es un héroe. Esos son los personajes que me gustan. Por eso mis superhéroes son más vulnerables, lo que les convierte en más heróicos”.

Parodias de superhéroes famosos

Muchos de los personajes que protagonizan el cómic son parodias de superhéroes conocidos: “Sable es Batman, Dragonfly es Spiderman, The Rat es Rorsach (Watchmen), Meridian sería Superman…  Los 32 personajes tienen paralelismos con superhéroes conocidos porque estas historias no son posibles en las grandes editoriales –asegura Jenkins- Es un poco lo mismo que hizo Alan Moore con Watchmen”.

“Por ejemplo, una historia que siempre he querido contar es cómo se las apañaría Flash si pisara una bomba y perdiese una pierna. Para ver cómo podría enfrentarse a esa discapacidad tan enorme. Esa historia no la podría contar en DC pero la estoy escribiendo ahora mismo”.

“Además, el éxito de los superhéroes en el cine ha perjudicado a los cómics –afirma Jenkins- Ya casi no se puede cambiar nada en los tebeos. Hay películas muy buenas. El problema está en que los personajes son tan valiosos económicamente que no les dejan evolucionar, no pueden cambiar porque si en el cómic se les daña, también quedarían dañados a ojos del público. Y mí lo que me interesa es lo contrario, dañarles para ver cómo superan la adversidad, para crear historias con interés humano”.

En cuanto al trabajo del dibujante Carlos Magno en la serie, Jenkins asegura que “Le gusta desarrollar a los personajes y le gusta matarlos. No le molesta presentar la violencia y le gusta aportar ideas. Ha hecho un gran trabajo”.

El origen de Lobezno

Durante 30 años el misterio sobre el origen de Lobezno fue uno de los temas más comentados por los aficionados, ya que el creador del personaje, Chris Claremont, pensaba que eso le hacía más interesante. Pero Jenkis se atrevió a hacerlo en Lobezno: Origen (Panini) “Para mí fue genial –asegura el guionista- En esa época todos tenían la sensación de que no había buenas ideas. Pero sí las había, lo que pasa es que no se animaba a los artistas a desarrollarlas. Por eso yo propuse contar los orígenes de Lobezno. Y al principio me encontré una oposición frontal. Pero luego, los responsables superaron esos miedos y al final la historia del origen de Lobezno es casi la de un niño, la de un chaval que está creciendo”.

Sus proyectos

A pesar de no mantener venas relaciones con las grandes editoriales americanas, a Jenkins no le faltan proyectos: “Con Humberto Ramos sigo trabajando en Fairy Quest, una serie protagonizada por los personajes de los cuentos infantiles, como Caperucita y el Lobo. Y voy a ampliar ese universo con una serie, con el dibujante Ramon Bachs, sobre un detective que se muda a ese bosque de hadas para investigar el asesinato de la Bruja del Este durante una guerra entre las mafias que forman las brujas.  Los dibujos de Ramon son espectaculares”.

“Y también voy a sacar una serie con las historias que no podría contar en Marvel o DC, sobre personajes marginales, un poco proscritos. Por ejemplo,  una mujer que piensa y siente que en realidad es un hombre,  y qué solo consigue liberarse gracias a los superpoderes”.