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Saqueos en Argentina: entre "contagiosos" y "quirúrgicos"

  • Las paros policiales anticipan protestas de otros sectores en 2014
  • Testigos denuncian que los propios policias instigaron los saqueos

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Las saqueos y disturbios en Argentina anticipan otras protestas sociales en Argentina en 2014.
Las saqueos y disturbios en Argentina anticipan otras protestas sociales en Argentina en 2014.

En la Argentina de una Cristina Fernández de Kirchner “deslutada”, los responsables de seguridad alertan de lo que puede estar por venir después de la oleada de saqueos por todo el territorio que, esta vez, ha durado 10 días.

Se acercan los días 19 y 20 de diciembre. En 2001, fueron trágicos. La grave crisis económica y social de entonces había empujado a los ciudadanos a la calle al grito de “¡Que se vayan todos!”. El gobierno de Fernando de la Rúa acababa de decretar el estado de sitio. Hubo disturbios, 39 muertos y centenares de heridos.

Por aquella recta final de año, con suspensión de pagos de por medio, se sucedieron cinco presidentes. El último de la tanda sería Eduardo Duhalde, líder del Partido Justicialista y dentro del peronismo. Aún cuando juraba en el Congreso, llovían con ira las piedras en el exterior. Y, aunque durante mucho tiempo continuaría la tensión en el país, la violencia más cruenta, a partir de entonces, se iría deteniendo.

El patrón que se repite

Al igual que alguien, uno de aquellos días, abrió desde dentro la puerta del Congreso para que un grupo entrara y quemara todo a su paso, siempre se ha sospechado y/o sabido que episodios como todos aquellos fueron orquestados.  Organizados por quienes, a la larga, salen beneficiados.

La semana pasada, aprovechando la celebración de 30 años de democracia en su país, la presidenta habló de los últimos saqueos y recordó otro 10 de diciembre: "Hace tres años. Parque Indoamericano, también hacíamos un festival en la Plaza de Mayo que terminamos suspendiendo por hechos desencadenados por una patrulla o dos con la muerte de tres ciudadanos".

"Yo no soy ingenua, no creo en las casualidades. No creo en los hechos que se producen por contagio", aseguró Cristina Fernández. "Por contagio son las paperas y la varicela, pero algunas cosas que pasan en la Argentina, en determinadas fechas, con determinados protagonistas, no son por contagio. Son por planificación y ejecución, con precisión quirúrgica".

Cristina Fernández: "No creo en las casualidades"

Las reclamaciones laborales de los cuerpos policiales en la provincia de Córdoba permitió que algunos barrios de la capital provincial, a partir del 3 de diciembre, quedaran liberadas y fue allí donde se produjeron los primeros asaltos a comercios. La situación se resolvió con subidas salariales. El ejemplo se siguió en otras muchas provincias, dando lugar –primero- al acuartelamiento, luego a los saqueos (en total, de unos 2.000 establecimientos) y, en último lugar, al pacto con el gobernador de turno. Hubo, en ese camino, más de 10 muertos.

"Hay que condenar la extorsión a una sociedad por parte de quienes portan armas", dijo también la mandataria, que en ningún momento hizo alusión ni a los muertos ni a la pobreza que en muchos lugares del país sirven de caldo de cultivo para las revueltas. Son –todos- elementos de un mismo cóctel.

Días atrás, Cristina Fernández había apuntado hacia otro lado con argumentos sobradamente conocidos: "Sabemos que hay instigación política por los que creen que se pueden ganar elecciones hablando de la seguridad. Quieren instalar el miedo para ganar".

Pero el viernes pasado, tras su intervención durante el Día de los Derechos Humanos, siguió insistiendo en la otra teoría desde Twitter, haciéndose eco del hallazgo de electrodomésticos saqueados en el domicilio de un policía de Entre Ríos. “Me parece que los hechos se explican solos”, publicaría en su cuenta ‏@CFKArgentina.

El precedente a otras protestas en ciernes

El juez de la Corte Suprema, Raúl Zaffaroni, ha dicho en relación a lo sucedido que "es una deuda de la democracia no haber repensado la Policía". 

El nuevo jefe de gabinete de la Casa Rosada, Jorge Capitanich, ha anunciado “reconocimiento económico” a las fuerzas federales –dice que 12.000- que fueron movilizados a distintos puntos del país. Son esas mismas fuerzas que han protagonizado sus propias jornadas de protestas. Con los mismos problemas que tienen los 200.000 efectivos provinciales, aquejados igualmente de esa grave enfermedad llamada “corrupción”. Sus bajos salarios les empujan a tener, por ejemplo, otros trabajos. Y la necesidad es mala consejera de las buenas prácticas.

En esta última ocasión, en las provincias estuvieron bien asesorados. Para que no se les acusara de sedición, protestaron públicamente sin portar armas. Para que no les pudieran apartar o detener, eran sus mujeres las que hacían declaraciones a los medios. 

Pero hubo, como siempre, quienes no pudieron resistirse y se delataron a sí mismos. Cuenta Lidia, abuela de Javier –un joven muerto a balazos en Tucumán-, que “eran los mismos policías los que incentivaban a saquear”.

Son los sindicatos los que, ahora, con el campo recientemente sembrado, velan armas.  Sus dirigentes aseguran que “el 30% logrado por los policías va a marcar los convenios de 2014”. Y si no hay negociación por las buenas…

* José Carlos Gallardo fue corresponsal de TVE en Argentina desde enero  de 2012 hasta abril de 2013. Actualmente trabaja en Madrid como editor  adjunto de la segunda edición del Telediario.