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Hizbulá, el 'estado dentro de un Estado'

  • Ocho países han incluido al movimiento en la lista de grupos terroristas
  • La organización fue creada por Irán durante la guerra civil libanesa
  • La resistencia contra Israel, el Islam como sistema y la obediencia a Irán son sus pilares

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Milicianos de Hizbulá desfilan en los suburbios de Beirut
Milicianos de Hizbulá desfilan en los suburbios de Beirut

Breve cronología:Breve cronología:

1979: Victoria de Jomeini en Irán

1982: Invasión de Israel en Líbano. Unión de las milicias chiíes pro-iranies de Líbano

1983: Atentado contra la Embajada de EE.UU.

1985: Creación formal y pública de Hizbulá

1990: Firma de los acuerdos de Taif, fin de la guerra civil libanesa. Las brigadas de Hizbulá no se desarman.

1992: Elección de Nasralá como secretario general, el tercero de su historia.

1992: Hizbulá decide participar en las elecciones, con el beneplácito de Alí Jamenei.

2005: Retirada de las tropas sirias del Líbano. Asesinato de Rafiq Hariri

2006: Invasión de Israel a Líbano. Guerra entre Israel y Hizbulá. La milicia planta cara a Israel y la guerra termina con un 'status quo'

2011: Inicio de la guerra civil en Siria. Intervención de Hizbulá en apoyo a Bachar al Asad.

Ocho países en el mundo entre ellos Estados Unidos han incluido a toda la organización de Hizbulá dentro de la lista de grupos terroristas. Otros, como los veintiocho de la Unión Europea, Australia o Argentina lo han hecho solo con el brazo armado. No obstante, algunos expertos matizan que no resulta tan fácil separar la sección militar del resto. De hecho, el propio Hizbulá no establece diferencia entre sus distintas ramas y la consideran parte de un todo. Para algunos autores la compleja organización a veces parece un ‘estado dentro de un Estado’. Quizá por eso se ha convertido en un actor de vital importancia en toda la región: forma parte del llamado 'creciente chií' y su participación directa en la guerra de Siria al lado del régimen ha resultado determinante en batallas como la de Al Qusair.

Desde sus inicios, el movimiento ha mantenido un gran secretismo sobre sus estructuras. Hizbulá, que en árabe significa el Partido de Dios, surgió en un contexto de guerra civil como el gran movimiento de protección de la comunidad chií libanesa bajo el patrocinio del Irán de Jomeini. Casi veinte años después, la organización libanesa se ha convertido en un actor determinante en la vida del país.

Su origen se fecha en 1982, tras la unión de varios grupos religiosos chiíes de Líbano, la mayoría de ellos financiados por Irán, y la incorporación de algunos desencantados del popular y más moderado grupo chií, Amal. Sin embargo, no se formalizó hasta que en 1985 estos grupos publicaron la “Carta Abierta a los Oprimidos en el Líbano y el Mundo” dando lugar al Partido de Dios.

Ideología y estructura de mando

Desde su creación, Hizbulá ha mantenido tres pilares ideológicos que inspiran sus decisiones estratégicas: La resistencia contra Israel, el Islam como sistema absoluto y la obediencia al líder espiritual de Irán (Waly al Faquih) que en su momento fue el ayatolá Jomeini y ahora es Alí Jamenei.

La organización fue asesorada y formada por las tropas de élite de Irán, los Guardianes de la Revolución, y aún siguen recibiendo su asesoramiento, entrenamiento y apoyo. De hecho, el escudo de Hizbulá y el de la división de elite iraní guardan una gran similitud.

La cadena de mando del Partido de Dios está construida 'a la iraní'. Los máximos dirigentes forman el Consejo Consultivo, compuesto por siete miembros, la mayoría de ellos clérigos formados en escuelas coránicas chiíes de Irán e Irak.

Entre ellos hay un primus inter pares, el secretario general, con atribuciones especiales, y un vicesecretario general. De este Consejo dependen todas las decisiones estratégicas y sólo rinde cuentas al líder espiritual de Irán, aunque en la práctica lo combina con su propia agenda domestica.

Bajo el Consejo Consultivo se organiza un Departamento político y administrativo que coordina a cinco consejos - el judicial, el parlamentario, el ejecutivo, el ‘politburó’ y el de la ‘Jihad’- con atribuciones en las distintas materias.

Un ‘estado paralelo’

Quizá la mayor fuerza de Hizbulá reside en el fuerte apoyo social con el que cuenta. Esa influencia la logra, en gran parte, por su capacidad de ofrecer las asistencias propias de un estado allí donde no llega (o no se lo permiten) el Estado libanés. Los beneficiados son las clases más humildes, nutridas en su mayoría por chiíes. Allí, su presencia política, social o militar es constante.

La organización tiene escuelas, hospitales, centros de salud, cadenas de televisión y servicios policiales con los que ofrece asistencia a los sectores de la población que habitan los territorios que dominan. Es por eso que algunos autores han calificado a Hizbulá como un ‘estado paralelo’.

Como si fueran una suerte de ministerios, el Partido de Dios se organiza en ocho unidades (social, sanitaria, educación, sindical, finanzas, relaciones exteriores, información y coordinación) desplegados en tres regiones: los suburbios de Beirut, el Valle de la Beqaa y el Sur de Líbano.

Ver Hizbulá en un mapa más grande

Tras la guerra con Israel de 2006, por ejemplo, arquitectos y albañiles de Hizbulá se dedicaron a reconstruir los daños ocasionados por los bombardeos israelíes, con la contínua presencia de miembros de los servicios Cooperación Exterior iraní.

La rama militar

Hizbulá cuenta con un Consejo Militar que solo rinde cuentas al Consejo Consultivo, y que coordina otras dos estructuras: un órgano de seguridad interna y un ejército miliciano llamado Resistencia Islámica.

El órgano de seguridad interna actúa como una suerte de servicios secretos. Su composición es alto secreto y la desconocen incluso para algunos mandos de máximo nivel de la organización. Según varios autores, depende directamente del secretario general de Hizbulá, actualmente Hassan Nasralá.

La Resistencia Islámica es el poderoso ejército guerrillero de la organización. Ha sido la única fuerza militar capaz de plantar cara a Israel desde que las tropas jordanas llegaran a las puertas de Jerusalén en 1948. Lo hizo en la guerra de Líbano de 2006, que terminó con la retirada israelí.

Se desconoce el número de milicianos con los que cuenta. Según el Gulf Research Centre de Catar, entre 6.000 y 15.000 milicianos. Según la agencia de noticias iraní Fars, son más de 65.000. Realmente es difícil de saber ya que ambas cifras proceden de fuentes más o menos interesadas.

La Resistencia Islámica es disciplinada y altamente cualificada. Maestra en la guerra de guerrillas, cuenta con todo tipo de batallones y divisiones, desde soldados rasos o francotiradores entrenados por Irán, a divisiones especializadas en el lanzamiento de misiles y cohetes.

La organización cuenta además con un sofisticado armamento que consigue adaptar a las circunstancias. Desde cohetes Katyusha (una versión del Grad) hasta misiles Fajr-3, Fadjr 5 y Zelzal 1 de fabricación iraní, con un alcance de 150 kilómetros. Recientemente, el secretario general advirtió que recibirían armas especiales procedentes de Siria.

El líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasan Nasrala, ha asegurado este jueves que van a recibir armas de Siria y que apoyarán los intentos sirios por recuperar los altos del Golán, ocupados por Israel desde 1967.

Junto con Irán, Hizbulá es uno de los actores que conforman lo que algunos expertos han llamado ‘el creciente chií’. Si bien la organización trata de marcar independencia en cuestiones estratégicas y apuesta más por la ‘agenda doméstica’, su obediencia al líder supremo iraní le compromete en estrategia regional con Irán, su gran patrocinador.

El cordón umbilical que le une a Teherán es la Siria de Asad, socio y aliado que concede una continuidad territorial entre Irán y Líbano. De ahí que el compromiso de la organización en la guerra siria sea también una cuestión de supervivencia.

Personalidades más influyentes en Hizbulá

Autoridades religiosas externas:

Alí Jamenei: Actual líder espiritual de Irán, (Waly al Faquih). Hizbulá debe obediencia a sus dictámenes.

Muhammad Hussein Fadlallah: Fue un clérigo chií libanés, guía espiritual de Hizbulá y considerado el mentor religioso de la organización. Sus discursos e ideas siguen inspirando a los líderes. Murió en 2010.

Dentro del organigrama de Hizbulá:

Hassan Nasralá: Actual secretario general del Partido de Dios, en el cargo desde 1992. Es un ‘primus inter pares’ del máximo órgano de mando, el Consejo Consultivo. Es el tercer secretario general, después de Subhy Al Tufeily y Abbas al Musawi.

Naim Qassem: Vicesecretario general de Hizbulá, número dos y miembro del Consejo Consultivo. Algunos le consideran el posible heredero de Nasralá.

Imad Mughniyah: Fue un influyente líder de Hizbulá y miembro fundador, considerado el arquitecto de la actual estructura militar del Partido de Dios, la Resistencia Islámica. Murió en un atentado en Damasco en 2008.

Ammar Mousawi: Máximo responsable de la Unidad de Relaciones Exteriores del Partido de Dios.