'The East', los 'ecoterroristas' contra el sistema

Vengar las injusticias

The East es la historia de Sarah (Brit Marling), una joven agente de una exclusiva agencia de seguridad privada con el encargo de infiltrarse en 'The East', una misteriosa organización “ecoterrorista”.

El grupo está formado por niños pijos que han abandonado su vida acomodaticia pero que tienen contactos con las élites para, de cuando en cuando, disfrazarse elegantemente y dinamitar el sistema desde dentro. A veces con actos de justicia poética, como inundar de chapapote la mansión del presidente responsable de un vertido en el océano; otras, sobrepasando la línea, como envenenando a los asistentes a una exclusiva fiesta de directivos de una farmacéutica.

Sarah, metódica , católica e inteligente, verá desplomarse sus convicciones individualistas al confrontarlas con los principios de altruistas y cooperativos del grupo. Alexander Skarsgard (True blood) interpreta a Benji, el carismático líder, y Ellen Page (Juno) a otro miembro de 'The East'.

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Las grandes corporaciones son el gran objetivo del grupo y de la propia película aunque a veces sea poco matizada por la hipérbole de algunas secuencias: un medicamento que prácticamente destruye a todo quien lo toma, un río contaminado en el que solo bañarse significa una condena mortal.

Hasta que nos topamos con el obvio dilema moral cuando el grupo revolucionario acaba cayendo en la clásica espiral de violencia y venganza. ¿Es justo el ojo por ojo? ¿Basta solo con denunciar las injusticas?

Como le ocurre a muchas películas tipo El club de la lucha, el mensaje antisitema se diluye y se tiñe de cinismo cuando va dentro de un producto de la maquinaria industrial hollywoodense que se promociona y distribuye con todo el afán de lucro. Y más aún cuando tiene que pagar todos los peajes reaccionarios: romance a la vista entre chico y chica guapa o moralina sobre los excesos.

El mensaje, finalmente, se queda entre el sentido común (en el mejor de los casos) y el conformismo (en el peor), aunque muy acorde con la actualidad y el caso Snowden: las filtraciones desde dentro son la gran esperanza para despertar las conciencias. ¿Salvarán los nerds el mundo?