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Las FARC: "Las conversaciones van a buen ritmo, ritmo de mambo"

  • Gobierno y guerrilla han aproximado posturas sobre la tierra
  • No obstante, aún existen divergencias que hay que abordar
  • El Gobierno no quiere un alto el fuego bilateral hasta que haya acuerdos

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Gobierno de Colombia y FARC aproximan posturas sobre el problema de la tierra

La delegación de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) aseguran que las conversaciones de paz con el Gobierno de Colombia marchan a "un buen ritmo", con resultados, pero también con "divergencias".

"Creemos que va a un buen ritmo, que hay resultados concretos (...). Nuestra opinión es que es un ritmo, yo creo que de mambo, pero no es un ritmo suavecito, va acelerado", ha declarado Seuxis Paucias Hernández (alias "Jesús Santrich"), miembro del equipo negociador de las FARC.

No obstante, "a pesar de las aproximaciones de los encuentros todavía existen divergencias de fondo" que hay que abordar y discutir, según ha declarado Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, el jefe de los delegados de las FARC.

Este nuevo ciclo de conversaciones ha estado marcado también por el fin de la tregua de dos meses declarada por las FARC y que sigue reclamando al Gobierno un cese bilateral de las hostilidades o la regularización del conflicto para atenuar su impacto.

Queremos la paz, sí, pero no a cualquier costo, dice el exvicepresidente de Colombia Humberto de la calle

“Solo habrá cese al fuego cuando se hayan alcanzado los acuerdos definitivos" de paz con la guerrilla, según ha insistido en La Habana Humberto de la Calle.

"Queremos la paz, sí, pero no a cualquier costo, no al costo de que, como producto de las conversaciones, la guerrilla se fortalezca para seguir en la guerra", ha advertido el jefe de los negociadores del Ejecutivo.

Por su parte, las FARC han mostrado su disposición a “firmar acuerdos intermedios como armisticios o acuerdos humanitarios que construyan puentes si no hay acuerdos que paren el conflicto".

"Hay que crear una situación interna en el país que favorezca la voluntad de paz y que genere el medio ambiente necesario para que los diálogos que se desarrollan en La habana puedan llegar a feliz término", ha apuntado “Márquez”.

Aproximación en el problema de la tierra

Por otro lado, Gobierno y guerrilla han aproximado posturas sobre el problema de la tierra en un comunicado dónde coinciden en aspectos como la necesidad de erradicar la pobreza rural o de transformar el campo colombiano con programas integrales que democraticen el acceso a la tierra y aseguren bienestar al mayor número de campesinos y población rural.

No obstante, aún mantienen diferencias "notables" y "de fondo". Para superar esas divergencias, el exvicepresidente de Colombia Humberto de la Calle ha apostado por "situarse más allá de los propios intereses y ser capaz de ver el futuro" y ha señalado que el Gobierno "es consciente de la necesidad de cerrar la brecha" del mundo rural "mediante la transformación del campo".

Las FARC también han presentado un documento con diez propuestas "mínimas" para el acceso a la tierra y la democratización de la propiedad. Entre ellas, está la creación de un fondo de tierras, una política de tributación para la desconcentración y democratización de la propiedad, la restitución de tierras y adjudicación gratuita de tierra a campesinos sin tierras.

El problema de la tierra en Colombia, país en el que el 1,15 % de la población posee el 52 % de la gran propiedad rural, es el primer punto de la agenda de este diálogo y se considera la clave para la solución del conflicto armado que vive ese país desde hace casi medio siglo.

Ahora la mesa de diálogo se tomará un receso de seis días. Los delegados de Juan Manuel Santos y los de la guerrilla se volverán a sentar en la mesa de negociación del Palacio de Convenciones de La Habana el jueves 31 de enero.