Enlaces accesibilidad

Se vende (casi) todo un estado: Grecia

  • El nuevo primer ministro apuesta decididamente por las privatizaciones
  • Se ofertan las grandes empresas públicas, infraestructuras e inmuebles

Por
Vista aérea del antiguo aeropuerto Hellinikon de Atenas facilitada por el fondo estatal que gestiona su venta como terreno urbanizable.
Vista aérea del antiguo aeropuerto Hellinikon de Atenas facilitada por el fondo estatal que gestiona su venta como terreno urbanizable.

Después de muchos recortes, que más que insuficientes se han demostrado perjudicales para la economía griega, el nuevo Gobierno del país busca otras recetas para evitar la bancarrota y ha apostado por las privatizaciones para hacer caja, o, según sus palabras, “atraer inversiones” y reactivar la actividad.

El patrimonio a la venta es colosal e incluye las grandes empresas públicas, fundamentalmente las de energía; infraestructuras; numerosos edificios públicos; e incluso propiedades en lugares privilegiados en el Mediterráneo.

La joya de la corona parecen los terrenos del antiguo aeropuerto internacional de Atenas, Ellinikon, cerrado en 2001, y que cuenta con un frente de costa de 3,5 kilómetros en plena conurbación de la capital. Son 620 hectáreas en las que se espera la construcción de viviendas o de centros comerciales y de ocio.

En una primera fase, nueve empresas han mostrado su interés por el recinto, según explica el fondo creado para gestionar estas ventas y que ha diseñado una atractiva web que incluye folletos de las empresas a la venta.

Loterías, la primera

Según los últimos planes detallados por el Ejecutivo, la primera operación de este tipo y única que se espera cerrar este año es la de las Loterías. Detrás vendrán la gasista DEPA (de la que el Estado posee el 65%), la petrolera HELPE (el 35%), la minera LARCO (aproximadamente el 95% entre participación directa e indirecta), Correos (93% en los mismos términos), la armamentística EAS (100%), las factorías de vehículos de ELVO (81%) y el Casino Mont Parnes.

Además, también se prevé vender la eléctrica PPC (51%) y las empresas del agua de las principales ciudades Atenas (61%) y Tesalónica (74%).

En este capítulo de infraestructuras se añaden además las principales autovías y autopistas del país, los aeropuertos, incluido el nuevo de Atenas (55%), los puertos (grandes y pequeños), y los ferrocarriles OSE (100%), tanto las vías como la empresa transportista.

En resumen, un “ambicioso plan modernizador”, según el Gobierno, o el total desmantelamiento del sector público, según los sindicatos.

Empleos en peligro

Según un estudio específico del grupo PIQUE financiado por la propia Unión Europea [ver texto en inglés, en pdf], la privatización de servicios esenciales tiene efectos positivos en la productividad de las empresas, que prestan servicios básicos, pero negativas en el plano social, además de en el empleo. Y eso puede tener consecuencias dramáticas en una población que se ha empobrecido a marchas forzadas en los dos últimos años de recortes de gasto y derechos para pagar la deuda pública y de su banca.

No hay que olvidar que en paralelo a este plan, Atenas se ha comprometido a eliminar 150.000 puestos de funcionarios hasta 2015 con un plan que incluye también el cierre y fusiones de empresas y otras instituciones públicas. [Grecia tiene una población activa de algo menos de cinco millones de personas y una tasa de paro actualmente en el 22%].

Las privatizaciones ya habían sido aprobadas por los anteriores gobiernos, pero el conservador Andonis Samarás ofreció a la Unión Europea “acelerar” el ritmo previsto durante su debate de investidura, en el que pidió una flexibilización de las condiciones del préstamo internacional.

El nuevo primer ministro fue más allá y dijo que iba a acometer "no solo las privatizaciones que están previstas por el plan de rescate, sino más numerosas". "Nuestro objetivo no es ganar dinero, sino atraer inversiones", dijo Samarás.

No obstante, una nota del propio fondo que gestiona las privatizaciones dijo que el objetivo era “obtener 19.000 millones antes de 2015 con el único propósito de reducir la deuda griega”

Ese fondo se creó hace justo año, con el gobierno del Pasok (socialdemócrata), bajo la forma de una sociedad anónima (HRADF, por sus siglas en inglés) a la que el Estado ha cedido todo ese patrimonio. Los directivos del fondo fueron nombrados por el Parlamento y ahora tienen facultades plenas para gestionar las ventas, aunque también tienen inspectores de Bruselas.

Oportunidades de negocio

Pero sobre las cifras a recaudar también hay mucho que discutir. El fondo no informa en ningún momento del precio de venta o de las ofertas recibidas por unas empresas que, en un momento en el que las perspectivas sobre la economía griega siguen muy sombrías, parecen menos atractivas.

En el caso del sector inmobiliario, los inversores (o especuladores) hablan expresamente de rebajas. Hacen notar que, según diversas estimaciones, las propiedades se han devaluado aproximadamente un tercio desde el inicio de la crisis.

Y ya hace un año, cuando se empezó a hablar de la venta de edificios o fincas del Estado, un intermediario decía en el Wall Street Journal que los precios eran “prohibitivos” si se vendían al contado y proponía concesiones a largo plazo.

En este caso también hay variedad. Además del complejo del antiguo aeródromo de Atenas, hay numerosos edificios en el centro de la capital, incluidas sedes de varios ministerios, como el de Justicia; u otro construido para los Juegos Olímpicos. Según la agencia France Presse, que cita al propio fondo, la última lista incluye además pequeños hospitales regionales.

Los anuncios, en algunos casos del tipo “edificio antiguo, pero con muchas posibilidades”, se mezclan con los de varias villas y terrenos en otras partes del país, incluidas islas. Las fotografías de vistas paradisiacas de estos últimos inmuebles [como la que acompaña este reportaje] acaban de dar forma al completo catálogo de ventas de Grecia.