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Shabiha, los 'fantasmas' que siembran el terror en las calles de Siria al calor de las revueltas

  • La ONU les acusa de ser los responsables de la matanza de Hula
  • Surgieron en los años 70, dedicándose al contrabando y la extorsión
  • Testigos y analistas dicen que el régimen los utiliza como milicia en la sombra

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Entierros de las víctimas de la matanza de Hula, en Siria
Entierros de las víctimas de la matanza de Hula, en Siria

"Me embadurné con la sangre de mi hermano y me hice el muerto", explicó el pequeño Alí Al Sayed, de once años, uno de los pocos supervivientes de la matanza de Hula, en unas declaraciones grabadas en vídeo en las que contaba cómo logró  sobrevivir. Alí no tenía dudas sobre quiénes eran los responsables: "los shabiha”, dijo, unas palabras casi imposibles de verificar. De hecho, Damasco se apresuró a negar su responsabilidad en la matanza y rechaza cualquier relación oficial con estos grupos. Pero… ¿Quiénes son los ‘shabiha’?.

“Son mercenarios que está utilizando el régimen para reprimir las manifestaciones y en muchos de los casos para castigar a las poblaciones en las que se están registrando manifestaciones contrarias al régimen”, apunta a RTVE.es el profesor de estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Alicante, Ignacio Álvarez-Ossorio.

La descripción más generalizada de testigos y analistas los describe como organizaciones de origen alauí, la misma secta que el presidente Bachar al Asad,  que actúan como agentes en la sombra del régimen para hacer el trabajo sucio de la represión y con total impunidad.

Los orígenes del término ‘shabiha’ también generan confusión. Podría derivar de la palabra árabe “fantasma” (sabah), que era como se conocían popularmente a los coches mercedes que estas bandas solían utilizar. Sin embargo, tambien podría derivar de la palabra "sabih" (matón, caradura) y que en dialectal se empezó a utilizar también para describir las torturas propias de las bandas del crimen organizado. La masacre de Hula les ha hecho tristemente famosos, pese a que Damasco la achaca a "grupos terroristas". “Es bastante representativa de ellos”, comenta Aliaa Tabbaa, una activista siria refugiada en España.

Origen y estructura sumidas en la oscuridad

Sin embargo, los shabiha no son un fenómeno nuevo en Siria. Surgieron como organizaciones mafiosas en la segunda mitad de los años 70, durante el mandato de Hafez al Asad, tras la intervención militar de Siria en Líbano durante la guerra civil del país de los cedros.

Unas fuentes señalan al hermano de Hafez y tío de Bachar, Rifaat al Assad (el responsable de la masacre de Hama en 1982) como el gran patrocinador de estas fuerzas de choque. Otras apuntan a los sobrinos de Hafez al Asad. Ninguna está confirmada.

En sus orígenes se dedicaban a la extorsión, al contrabando y al tráfico de armas, drogas y bienes inmuebles entre Siria y Líbano y, económicamente, se siguen nutriendo de ello.

“Si tu tienes una tienda, con buenos ingresos, aparecen y tratan de obligarte a vender el negocio. Si no aceptas, empiezan a actuar, te destrozan la tienda, espantan a los clientes y así lo compran por un bajo precio. Y eso no solo lo hacen en Siria, también actúan así en Líbano”, comenta Yassin (nombre falso), un refugiado político sirio que ahora reside en Madrid.

“Están metidos en todas las estructuras. Hay 'shabiha' en el ejército, por ejemplo, tenientes o coroneles que cobran dinero a los soldados por poder irse de vacaciones”, añade.

Lealtad al régimen

Estas bandas se caracterizan por el uso brutal de la fuerza, una tendencia sectaria y una fuerte lealtad a sus líderes, asegura el intelectual sirio Yassin Al Haj Salih en un informe de la Heinrich Böll Foundation. Según el profesor Álvarez Ossorio, los shabiha “originalmente, no tienen política, son grupos de contrabandistas que comerciaban con Líbano y las zonas alauíes del país. Bandas que incluso creaban los propios líderes de las comunidades alauíes para protegerse, ya que tenían negocios oscuros y buscaban esa protección”.

Desde hace tiempo, apunta Yassin Al Haj Salih, “la lealtad de los 'shabiha' hacia el presidente y el régimen está fuera de duda (...) El régimen sólo ha entrado en confrontación con ellos en circunstancias muy específicas”, añade. Sin embargo, resulta casi imposible verificar de manera independiente cualquier relación directa con el régimen, o saber si esta lealtad es ideológica o, como en la mafia, 'una cuestión de negocios'.

Sus bastiones fundamentales se encuentran las zonas costeras de Latakia, Bania y Tartous, zonas de Siria con gran presencia alauí. Ganaron notoriedad durante los años 80 y 90, y oficialmente, con la presidencia de Bachar al Asad estaban aparentemente disueltas. Sin embargo, según la activista siria Aliaa Tabbaa “en la época de Bachar, se han instalado en los alrededores de la mayoría de las grandes ciudades, como Damasco, o Alepo”.

Resurgimiento durante las revueltas

Con las revueltas, han cobrado una especial presencia, comenta Ahmed (también un nombre falso), un refugiado sirio que escapó del país hace ocho meses y ahora vive en Madrid. Él los vio actuar en las manifestaciones en Damasco.

“Primero mandaron a los basureros, que empezaron a tirarnos piedras y palos. Y cuando vieron que la manifestación se estaba llenando de gente, llegaron los sabiha. Encima de la comisaría había uno disparando con metralletas, y mataron a un chico. Otro estaba grabando con una cámara de vídeo la manifestación. Después de tres días de aquello, empezaron a ir a las casas y llevarse a los jóvenes que participaron”, ha comentado a RTVE.es.

Por Internet circulan vídeos como este para tratar de demostrar su existencia, aunque estas imágenes no han podido ser contrastadas por vías independientes:

Con el estallido de las revueltas “han crecido en número, y esto es constatable porque operan en diferentes frentes al mismo tiempo”, apunta el profesor Álvarez Ossorio. “Ahora tienen todavía más carta blanca, porque ya no se dedican a temas de protección de intereses económicos, sino que se dedican a actuar como fuerzas de defensa del régimen y a hacer la tarea sucia: lo que el ejército regular sirio no quiere o no puede hacer porque si lo hiciera daría argumentos a la comunidad internacional para actuar con más dureza”, añade.

“Antes había una impronta original de ellos: Iban con la cabeza rapada, llevaban tatuajes y eran muy musculosos” comenta Ahmed. “La nueva generación no son así, son adolescentes, apenas llegan a 18 años, son delgados. Se visten como civiles. Ahora cualquiera que lleve palos o armas de fuego son shabiha”.

Las milicias armadas en el conflicto sirio

A estas bandas se las ha comparado con otras milicias similares en países árabes y musulmanes, tales como las Balataija en el Egipto de Mubarak, las Zenga en la Libia de Gadafi o los Basiyíes de Irán durante la llamada ‘revolución verde’.

No obstante, no son las únicas milicias paramilitares que actúan brutalmente en Siria. El régimen de Damasco, pero también algunos periodistas y analistas, también dicen que entre los grupos opositores hay miembros mercenarios de Al Qaeda o yihadistas procedentes de Irak, Jordania o Chechenia, y que son responsables de grandes matanzas.

En la historia reciente de los conflictos armados en Oriente Medio también ha habido movimientos similares y fuera de control que actuaban para unos u otros. En Argelia, fueron las milicias paramilitares cercanas al FLN. En la guerra civil libanesa, Israel recurrió a las falanges cristianas en Sabra y Chatila. Organizaciones que actúan por razones políticas, religiosas, económicas, o todas a la vez, pero con algo en común: son responsables de grandes matanzas.