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La CNE propone gravar el gas y los carburantes para pagar parte del coste de las renovables

  • Propone un impuesto de 0,07 euros por litro de gasolina y gasóleo
  • Dentro de las medidas propuestas para rebajar el déficit tarifario

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La tarifa de la luz

La TUR (Tarifa de Último Recurso) se compone del coste de la energía (que supone el 45%) y los peajes eléctricos (55%).

Estos últimos son los costes regulados del sistema. Es decir, el transporte, distribución o primas a las renovables. Es la parte del recibo que controla el Gobierno.

El coste de la energía se determina en una subasta entre las productoras de electricidad y las empresas que la comercializan. Depende, entre otras cosas, de la variación en el precio de las materias primas (petróleo, carbón...)

La Comisión Nacional de la Energía (CNE) propone al Gobierno que imponga un impuesto sobre el gas natural y los carburantes para que éstas fuentes de energía carguen con parte del coste que suponen las primas a las renovables y la cogeneración, así como que se elimine el sistema de incentivos al uso de carbón.

Además, la CNE aboga por "laminar" la senda temporal de las primas que recibirán las centrales solares termoeléctricas debido a que es la tecnología que tendrá un mayor impacto sobre las primas, y a que se estudie la posibilidad de que las compensaciones a determinadas tecnologías renovables se establezcan mediante subastas.

En cuanto a la posibilidad de crear impuestos que graven la generación hidráulica o nuclear o las emisiones de CO2, la CNE no se pronuncia y se limita a analizar los pros y los contras de su eventual aplicación.

Estas propuestas, a las que tuvo acceso Efe, forman parte del conjunto de medidas remitidas por la CNE a Industria para atajar el problema del déficit de tarifa, que ronda los 23.000 millones de euros y que, según el organismo regulador, es "insostenible".

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha explicado que el Gobierno prepara un plan para reestructurar el sistema energético, en el que consumidores, proveedores y administraciones deberán tomar partido para paliar el problema del déficit, que, según Soria, es el principal en el sector.

Un ahorro de 6.000 millones de euros

El conjunto de medidas a "corto plazo" propuestas por la CNE para recortar los costes regulados del sistema, como primas a las renovables, distribución, transporte o financiación del déficit, permitirían "ahorrar" en 2012 unos 2.020 millones de euros y unos 4.501 en 2016.

No obstante, para evitar que continúe la generación de déficit, la CNE considera que adicionalmente habría que incrementar los peajes de acceso entre el 2 ó el 3% anual hasta 2015 o 2016, cuando, sumando el efecto de ambos factores, desaparecería el desajuste entre gastos e ingresos.

De no tomarse medidas, sólo en 2012 haría falta subir el 35,5% los peajes (parte del recibo de la luz que remunera los costes regulados y que supone en torno a la mitad del recibo).

Uno de los costes regulados más fuertes que soporta el sistema estriba en las primas al régimen especial, que el año pasado superaron los 5.500 millones de euros. Entre otras iniciativas para aliviar su peso en el recibo de la luz, la CNE propone que su coste sea repartido con el sector del calor y frío (gas natural y otros) y de productos petrolíferos destinados al transporte, porque éstos no van a cumplir los objetivos en renovables marcados por la Unión Europea, en tanto que el segmento eléctrico los va a superar.

Según la CNE, en 2011 las renovables eléctricas cubrieron el 33% de la demanda, lo que frente al objetivo del 20% fijado para 2020, supone un exceso del 39%, que en dinero se traduce en 2.145 millones de euros y que debería ser soportado por otros sectores energéticos.

Impuesto sobre la gasolina y el gasóleo

A modo de ejemplo, explica que para recaudar unos 2.000 millones de euros bastaría con imponer un impuesto de 0,07 euros por litro de gasolina o gasóleo.

Este gravamen elevaría la fiscalidad de los combustibles del 48 al 52% en el caso de la gasolina y del 43 al 46 % en el del diesel, que en ambos casos se mantendrían por debajo de la medida europea.

Alternativamente, la CNE propone que el extracoste renovable se financie con cargo a los presupuestos o con los ingresos que se obtendrán en las subastas de CO2 que se celebrarán a partir de 2013 y que podrían generar unos 900 millones de euros al año.

Por otra parte, el organismo regulador propone al Gobierno que elimine el mecanismo creado para incentivar el consumo de carbón autóctono, porque cuesta unos 400 millones de euros al año a los consumidores y porque está teniendo un "fuerte impacto" en la formación de precios en el mercado eléctrico.

El informe de la CNE fue aprobado con la abstención del presidente del organismo, Alberto Lafuente, quien considera que las propuestas descargan sobre los consumidores gran parte de la solución al déficit de tarifa.