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Asad se enroca contra la "conspiración exterior" y promete sofocar la crisis con "puño de hierro"

  • Es su primer discurso a la nación desde el pasado mes de junio
  • Ha anunciado la celebración de un referéndum constitucional en marzo
  • Los observadores árabes han constatado que la violencia no cesa

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Asad reaparece para prometer "puño de hierro" en Siria

El presidente sirio, Bachar al Asad, ha reaparecido en su primer discurso a la nación desde junio para advertir a las potencias extranjeras y los opositores de que seguirá en el poder "hasta que el pueblo decida" y que sofocará cualquier intento de derribar el régimen con "puño de hierro".

"No hay tolerancia con el terrorismo o con aquellos que usen armas para matar", ha afirmado el líder sirio, a pesar de que también ha insistido en que "no hay ningún orden de disparar contra ningún ciudadano".

En un discurso plagado de incoherencias y retransmitido por la televisión pública siria, Asad ha acusado una vez más a los países extranjeros de querer desestabilizar el país e incluso a algunos países de la Liga Árabe de "encender toda la región" a cambio de protagonismo, pero no ha cerrado la puerta a una solución árabe que respete la soberanía de Siria.

"La conspiración exterior que está siendo diseñada en una sala oscura ya  no está escondida sino se ha vuelto clara como el cristal y visible  para todo el mundo", ha afirmado Asad en la  Universidad de Damasco, desde donde ha pedido a los sirios que resistan y permanezcan firmes porque "la victoria está cerca".

Referéndum constitucional en marzo

El presidente sirio ha anunciado la celebración de un referéndum sobre la nueva constitución en la primera semana de marzo y ha tendido la mano a un Gobierno de unidad que "incluya a todas las fuerzas políticas", algo que ya ha propuesto en otras ocasiones y que no ha tenido éxito.

Desde que comenzaran las primeras manifestaciones pacíficas hace diez meses, Asad ha respondido con un mezcla de represión y promesas de diálogo y reformas que no han llegado a materializarse. Para las fuerzas opositoras las más de 5.000 víctimas mortales a manos del régimen, según el último informe de la ONU,  demuestran la verdadera cara del líder, cuya familia ha gobernado Siria durante más de cuatro décadas.

Esta ha sido la primera intervención pública  desde la llegada de la misión de observadores de la Liga Árabe, que precisamente este martes ha sufrido un ataque cuando viajaba a la ciudad de Latakia, en la costa mediterránea.

Once observadores de la misión han resultado heridos leves en un ataque de "manifestantes desconocidos", mientras que al menos 27 personas han muerto por la acción represora de las fuerzas leales al régimen de Asad, según los opositores Comités de Coordinación Local (CCL).

A pesar del cerrojazo informativo impuesto por Damasco, el presidente sirio ha culpado a los medios de comunicación de "trabajar contra Siria" para conducirla a un estado de destrucción y decir que él mismo no asume sus responsabilidades.

"Les digo (a los medios de comunicación) que no soy yo quien renuncia a sus responsabilidades",  ha apuntado.

La represión no cesa

Asad no se dirigía a la nación desde el pasado mes de junio, aunque sí ha concedido algunas entrevistas a los medios de comunicación. En comparacencias anteriores, el presidente sirio ha culpado a "terroristas" y a las potencias extranjeras de las manifestaciones pacíficas contra el régimen y ha defendido que no dejará el poder.

La violencia persiste en Siria, donde este lunes se produjo un nuevo baño de sangre. Los grupos opositores denunciaron la muerte de una veintena de personas a manos del régimen, pese  a que los observadores árabes continúan con su misión, que será reforzada con nuevos efectivos a finales de esta semana.

La misión de observadores de la Liga Árabe en Siria ha constatado que la violencia continúa en este país y que las fuerzas militares siguen desplegadas en las ciudades, según el informe preliminar presentado este domingo ante el organismo panárabe.

El grupo de contacto para Siria de la Liga Árabe, encabezado por Catar, decidió este domingo en una reunión en El Cairo dar más tiempo a la misión e incrementar los apoyos a la misma, después de analizar un primer informe elaborado por la delegación.

Este documento constata que la represión gubernamental no cesa y que el ejército sirio mantiene su despliegue en los centros urbanos, en incumplimiento de la iniciativa árabe para acabar con la crisis.