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El gran dilema, destruir o no la viruela

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Ciencia al cubo

El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a jueves a las 15: 42; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55

La viruela existe desde hace más de 3.000 años. Ha matado a millones de personas. Dicen que más que todas las guerras juntas.

Hoy la enfermedad está erradicada, pero si hubiera un brote, se estima que el 75% de la población mundial sería completamente susceptible al virus y la enfermedad se expandiría como la pólvora.

Por eso, el virus está considerado una potencial y eficaz arma bioterrorista. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido destruir las muestras que quedan, pero no todos los países están de acuerdo.

Si hubiera un brote de viruela, el 75% de la población sería susceptible al virus

La enfermedad la provoca el virus variólico. Se contagia al respirar las gotas de saliva del infectado. A través de los pulmones el virus llega a la sangre e infecta los órganos internos.

Tras ello, regresa a la sangre y provoca las características manchas abultadas por todo el cuerpo. De hecho, la palabra viruela quiere decir 'manchado'.

Por fortuna, la viruela se ha erradicado. Y en los últimos tiempos, en los últimos casos, en una semana y media el 70% de los infectados se recuperaba.

El último caso se produjo en Somalia en 1977. Y tres años después, en 1980 la OMS recomendó dejar de vacunar contra la enfermedad.

Muestras de virus vivos en Rusia y EE.UU.

A pesar de que ya no hay casos de viruela en el mundo, sí existen muestras de virus vivos. Oficialmente las tienen Rusia y Estados Unidos. Hay 450 en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Atlanta, en Estados Unidos, y 120 en la ciudad siberiana de Koltsovo, en el Centro ruso de Investigación de Virología y Biotecnología, laboratorios más conocidos con el nombre de Vector.

Allí, las muestras están congeladas, a -60 ºC. Están en tejido humano y si por algún motivo se descongelaran, el virus podría volver a actuar poniendo en peligro a los más de 6.000 millones de personas que habitan el planeta.

Los 193 países miembros de la Organización Mundial de la Salud son conscientes del riesgo de mantener muestras de virus vivo. Y por eso tienen planeado acabar con ellas.

Una decisión compleja

Pero en realidad llevan 15 años pensando en hacerlo. Han ido posponiendo la decisión. Hace dos años se anunció que este año, 2011, se iban a destruir definitivamente, pero hace unos días, durante el transcurso de la Asamblea General que se celebra cada año, se ha anunciado que se vuelve a posponer la destrucción.

Rusia y EEUU quieren conservar las muestras, mientras que otros países, como Irán, Tailandia o Zimbabue quieren acabar con ellas.

La OMS decidirá si destruyen las muestras de viruela dentro de tres años

Hay miedo al bioterrorismo. Los que se niegan a destruir las muestras argumentan que ellas podrían ser la salvación en el caso de que por accidente o intencionadamente vuelva a surgir la enfermedad.

Con ellas se podría fabricar la vacuna. Aseguran que en los noventa hubo casos de intento de soborno de científicos de Vector por parte de Irán para obtener muestras del virus.

Y dicen, que quién sabe si alguna pudo tener éxito. Así que la OMS ha decidido que decidirán si las destruyen o no dentro de tres años. La viruela, por lo tanto, sigue entre nosotros.

CIENCIA AL CUBO

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