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El secreto del equilibrio de las tarántulas

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Ciencia al cubo

El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a jueves a las 15: 42; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55

Trepar es una de las actividades más peligrosas que puede realizar una tarántula. Son arañas grandes y pesadas, así que no aguantan bien las caídas. Los científicos llevan tiempo intentando averiguar cuál es el método que usan para no caerse cuando caminan por superficies verticales. Parece que por fin tienen la respuesta.

Las tarántulas pueden caminar por superficies verticales sin caerse porque expulsan seda pegajosa por los pies. Este descubrimiento tiene su historia.

En 2006 la revista Nature publicó un estudio que proponía que las tarántulas cebra de Costa Rica usaban seda pegada en los pies para no caerse, pero poco duró la certeza.

Pocos meses después otro grupo de científicos rebatió esta teoría. Buscaron evidencias de seda en los pies de estas tarántulas y no encontraron nada. Claire Rind, de la Universidad de Newcastle, en Reino Unido, bióloga y una estudiosa de la arañas conocía la historia y tenía mucha curiosidad por conocer la verdad. Así que realizó su propio estudio. Y el resultado ha sido que efectivamente las arañas expulsan seda por los pies.

Para averiguarlo, Rind y otros compañeros metieron una tarántula rosa chilena en un terrario y la obligaron a caminar en una de las paredes verticales y se quedó pegada. Volcaron un poco el terrario para ver hasta dónde podía aguantar sin caer.

En un momento dado la tarántula se resbaló, pero pronto volvió a quedarse fija. A simple vista, en la zona donde se había resbalado no se veían restos de seda, pero al observar la zona con el microscopio vieron, efectivamente, seda.

El siguiente paso fue comprobar que la seda salía efectivamente de las patas de la tarántula.

Los científicos pudieron comprobar con grabaciones que la seda salía de las patas de la araña

Los científicos habían grabado el experimento con vídeo y pudieron constatar que la zona que había dejado el rastro de seda en la pared del terrario provenía de los pies de la araña.

Entonces, Rind decidió analizar las mudas de una tarántula muy especial. Las tarántulas mudan su exoesqueleto a medida que van creciendo y ella tenía guardadas todas las de Fluffy, una tarántula rodillas de fuego, su mascota cuando era pequeña.

Las observó al microscopio electrónico y pudo ver que tenían en los pies restos de seda sobresaliendo de los pelitos.

Tras esta constatación hizo lo mismo con las mudas de la tarántula rosa chilena y con las de otra especie. Y observó que también tenían una estructura tipo pitorrito por la que salía la seda en los pies.

Rind los ha bautizado como 'spigots', en español puede ser algo así como ‘grifitos’.

CIENCIA AL CUBO

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