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La ley de "muerte digna" no despenaliza la eutanasia y hará respetar la voluntad del enfermo

  • El Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de ley
  • "Evitará el ensañamiento terapeútico con los pacientes", ha dicho Pajín
  • Dará mayor seguridad jurídica a los profesionales sanitarios

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Presentado el borrador de la ley que regula los derechos de los enfermos terminales

La ministra de Sanidad, Leire Pajín, ha señalado que la ley conocida como de 'muerte digna' obligará a los médicos a respetar la voluntad sobre el tratamiento médico a seguir con el paciente en fase terminal pero no despenalizará la eutanasia ni el suicidio asistido.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde se ha aprobado el anteproyecto de la ley, la titular de Sanidad ha dicho que se trata de una ley demandada por pacientes y profesionales médicos y cuyo principal objetivo es procurar una asistencia de calidad en la fase final de la vida para que ésta se produzca con "dignidad, calma y menos sufrimiento".

La ley reguladora de los derechos de las personas al final de su vida recogerá el derecho a la información asistencial, a la toma de decisiones, al tratamiento del dolor y al acompañamiento e intimidad en los últimos momentos del paciente "viva donde viva" y "evitará el sufrimiento innecesario y el ensañamiento terapéutico para los pacientes en fase terminal", ha añadido Pajín.

Mayor seguridad jurídica a los profesionales

"Pretendemos mitigar el dolor y acabar con el sufrimiento", ha asevera la ministra, quien cree que la nueva norma dará mayor seguridad jurídica a los profesionales del sistema de salud. "Sin duda es un modelo de derechos y garantías", ha manifestado.

Pajín ha recalcado que en la elaboración de esta iniciativa han participado expertos, asociaciones de pacientes y profesionales sanitarios, por lo que su pretensión es que alcance el mayor consenso posible durante su tramitación parlamentaria.

El Ejecutivo pretende, así, unificar la normativa en el conjunto del Estado, después de que comunidades como Andalucía, Aragón y Navarra cuenten con leyes que regulan esta materia.

Los terminales podrán morir en casa

Las personas en fase terminal tendrán derecho a la asistencia domiciliaria en los cuidados paliativos que precisen, lo que les permitirá morir en su casa.

La ministra ha hecho hincapié en que esta ley va dirigida a los pacientes en fase terminal o de agonía, "donde los médicos descartan de una forma clara que vaya a haber expectativas de curación" o que el paciente tenga un pronóstico de vida limitado a semanas o meses.

La futura norma establece que toda persona mayor de edad y con plena capacidad de obrar tiene derecho a manifestar anticipadamente su voluntad sobre los cuidados y el tratamiento asistencial que desea recibir en el proceso final de su vida, incluido tanto el tratamiento analgésico específico como la sedación.

La información asistencial tendrá que ser clara y comprensible para el paciente, que podrá rechazar esta oferta, y las personas vinculadas a él serán informadas únicamente en la medida en que éste lo permita.

La decisión sobre la atención sanitaria se expresará mediante el consentimiento informado del afectado, libremente revocable, y tendrá que constar por escrito e incorporarse a la historia clínica.

Cuando el enfermo no pudiera firmar por problemas físicos para dejar constancia de su voluntad, lo hará en su lugar otra persona que actuará como testigo a petición suya.

En caso de incapacidad, tanto la recepción de la información asistencial como la prestación del consentimiento, corresponderán, por este orden, a la persona designada como representante en las instrucciones previas o a quien ostente su representación legal.