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Bélgica bate el récord mundial de un país sin Gobierno

  • El país que tenía el récord hasta ahora era Irak, con 289 días
  • Los belgas han convocado manifestaciones para protestar
  • La situación favorece a los separatistas flamencos

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Bélgica ha batido un nuevo récord mundial al traspasar la frontera de 289 días sin formar Gobierno tras unas elecciones, una situación que hasta ahora solo se había dado en Irak, lo que ha vuelto a motivar una nueva protesta ciudadana en clave de humor por estudiantes.

Se trata del segundo evento de este tipo que se organiza en Bélgica y  de la segunda vez que se celebra el récord mundial. La primera, que  tuvo lugar el pasado 17 de febrero, conmemoraba los 249 días sin acuerdo para formar Gobierno tras unos comicios,  un récord que también ostentaba Irak.

En esta ocasión, se cumplen 289 días desde las elecciones y se rebasa de nuevo el umbral de Irak (249 para alcanzar el acuerdo más 40 para que su Parlamento lo ratificase).

La revolución de las patatas fritas

La asociación juvenil "División, no en nuestro nombre" ha utilizado de nuevo el reclamo de las patatas fritas, como símbolo gastronómico y de unión entre los belgas, para protestar contra la hipotética división de Bélgica, que apoyan los partidos flamencos más radicales.

Anima a todos los que estén en contra de la hipotética división del país, que apoyan los partidos radicales flamencos, a manifestarse en plazas emblemáticas de Bruselas (Flagey); de las ciudades valonas de Namur, Lieja, Lovaina La Nueva y Mons (sur del país) y de las flamencas de Gante, Amberes y Lovaina (norte).

El acuerdo todavía está lejano

 

Sin embargo, la situación de desgobierno beneficia a los separatistas flamencas que  consideran demostrado que el país puede pasar sin un estado central  fuerte.

A pesar de que está previsto que se repartan de forma gratuita cucuruchos de patatas fritas en las concentraciones y se celebren conciertos, la convocatoria no ha tenido el tirón ni el seguimiento mediático de otras ocasiones, en un momento en que la crisis en el norte de África y Oriente Medio y la catástrofe del terremoto de Japón concentran toda la atención.

El acuerdo entre los partidos flamencos, que exigen una amplia autonomía regional, y los franceses, que rechazan debilitar el estado central, todavía parece lejano.