Enlaces accesibilidad

Los demócratas cortejan el decisivo voto latino para paliar un batacazo electoral

  • El electorado latino tiene el poder de decidir el ganador de las legislativas
  • Los demócratas realizan una inversión sin precedentes para movilizarlo
  • Los republicanos apelan al desencanto con Obama para que los latinos no voten

Por
El influyente electorado latino no está entusiasmado con las elecciones legislastivas de EE.UU.
El influyente electorado latino no está entusiasmado con las elecciones legislastivas de EE.UU.

Los demócratas se han puesto el gorro de mariachi,  han bebido más de un tequila e incluso se han atrevido a chapurrear algunas palabras en español. Cualquier gancho electoral ha sido bueno en la recta final de la campaña de las legislativas para atraer el decisivo y receloso voto latino.

"El latino ha sido un voto decisivo en las últimas dos elecciones", ha señalado el investigador de la Universidad de Michigan, John Garcia, a la cadena BBC. "Pueden inclinar el resultado hacia uno y otro lado".

Y en ambos partidos lo saben. Por ello, mientras los demócratas lanzan un campaña en español sin precedentes de más de un millón de dólares para convencer a los indecisos latinos, los republicanos apelan más al absentismo para asegurarse que el partido de Barack Obama no consiga ese 11% de votos hispanos que le valieron la victoria en las elecciones de 2008.

Faltan cinco días de elecciones legislativas en Estados Unidos y el presidente Obama admite que la gente está frustrada. Lo ha hecho en uno de los programas de humor más vistos en Estados Unidos, el Daily Show. Se dirigía así al electorado joven, que le ayudó a llegar a la Casa Blanca hace dos años. El famoso humorista Jon Stewart bromeó calificando de tímidas las políticas del gobierno y dijo que los demócratas parecen suplicar ahora otra oportunidad. Muy serio, Obama defendió sus medidas y puso como ejemplo de valentía la reforma sanitaria y la financiera. Pero las cosas, dice, no se pueden cambiar de la noche a la mañana.

Los resultados de diversos estudios y encuestas señalan que el Partido Demócrata es el que más tiene que perder en los comicios del próximo 2 de noviembre, en los que los estadounidenses elegirán a la Cámara de Representantes al completo, a un tercio de los miembros del Senado y a 37 gobernadores entre otros cargos.

El 'Tea Party' ahuyenta a los latinos

Si al descontento general de los votantes demócratas por dos años de gobierno que han hecho olvidar el "Yes, we can" sumamos la apatía del electorado latino que -aunque siempre ha apoyado al partido de Obama- puede castigarle por no concretar una reforma migratoria en estos dos años en el poder, el bacatazo electoral que pronostican las encuestas está asegurado.

Sin embargo, en la escena electoral ha aparecido una tabla de salvación para los demócratas: el 'Tea Party', ese movimiento ultraconservador que se ha colado en las filas del Partido Republicano y cuyas tesis anti-inmigración son uno de sus baluartes.

Los analistas coinciden en que sólo el miedo al 'Tea Party' ya que ni siquiera la polémica Ley de Arizona ha servido para movilizarlos.

¿Pasará factura la Ley de Arizona?

Los latinos recriminan al presidente de EE.UU. que, si bien logró paralizar los puntos claves de la ley SB1070 que criminalizaban la inmigración ilegal,  no ha contrarrestado otras políticas antiinmigratorias que han salido del partido republicano. Y de esa movilización en contra de la llamada "ley del odio", poco queda después de que entrara en vigor en julio su versión descafeinada. 

Las encuestas realizadas a principios de octubre indicaban que el 50%  de los electores latinos no pensaba acudir a las urnas en esta ocasión y esa apatía del voto hispano se ha convertido en la mejor baza del Partido Republicano que, según los sondeos, está en camino de obtener la mayoría de escaños en la Cámara de Representantes, quebrar la mayoría absoluta de los demócratas en el Senado y conseguir a 27 gobernadores de los 37 en disputa.

"Donde hay muchos latinos, las elecciones están más reñidas",  ha declarado Mark Hugo Lóperz, director asociado del Centro Hispano Pew. Éste es el caso de los estados de California, Florida, Nuevo México y Texas, donde sólo un puñado de votos separan a candidatos de uno y otro bando.

"No votes, escuchaste bien"

Con el objetivo de aislar el voto hispano, un grupo vinculado con el Partido Republicano,  Latins for Reform, ha lanzado una campaña a nivel nacional en al que insta a lo votantes latinos a no votar por miembros del Congreso que no hayan cumplido sus promesas sobre la reforma migratoria.

"No votes, sí, escuchaste bien, no votes, es nuestra única alternativa para  que nos tomen en serio”, urge el narrador en el vídeo, que señala que os demócratas “no tienen ninguna excusa” y, al igual que los  republicanos,  “nos han traicionado, pero ahora quieren nuestro voto”

“Estamos cansados de que jueguen con nuestro futuro, tenemos que enviar un  mensaje claro a todos los políticos, si no han hecho nada por los inmigrantes en  dos años no deben contar con nuestro voto, si votamos por ellos otra vez, van a  seguir jugando con nuestro futuro”, agrega.

Vota, a pesar de todo...

Como contrapunto, las cadenas de televisión hispanas como Univisión y Telemundo han incrementado la retransmisión de anuncios públicos llamando a los latinos a acudir a las urnas, y se han negado a publicitar campañas como la de Latinos for Reforms.

Pero, sin duda, los mayores esfuerzos para movilizar al electorado latino provienen del Comité Nacional Demócrata,  que nunca antes había invertido tanto tiempo y tanto dinero en unos comicios legislativos.

La campaña publicitaria incluye este anuncio bilingüe en el que los demócratas destacan la labor que ha realizado el Gobierno de Obama en asuntos como la recuperación económica, el acceso a la educación universitaria y la creación de empleos.

"La comunidad hispana, como el resto del país, ha vivido dos años muy difíciles. Y es comprensible que se siente frustrada", reconoció la semana pasada el presidente Obama en una entrevista para medios hispanos. "Sin embargo, si yo fuera la comunidad hispana, consideraría la idea de no participar y no hacer que mi voz se escuche no tiene sentido".