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Los conservadores, favoritos en unas elecciones suecas marcadas por el ascenso de la ultraderecha

  • La Alianza de centro derecha del primer ministro Reinfeldt podría repetir triunfo
  • Reinfeldt es el político más valorado, por encima de su rival, Mona Sahlin
  • Las encuestas dan a los ultraderechistas representación en el Parlamento

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CAMPAÑA DEL PARTIDO ULTRADERECHISTA DEMÓCRATAS DE SUECIA
Varias personas protestan durante un acto electoral del líder del partido ultraderechista Demócratas de Suecia, Jimmie Akesson, en Estocolmo.

Suecia es una monarquía parlamentaria cuyo poder legislativo reside en un Parlamento unicameral, formado por 349 diputados, y cuyo presidente designa al primer ministro. El país, con una población superior a los 9.300.000 habitantes, está dividido en 24 condados. En las elecciones de 2006, la Alianza de centro-derecha (conservadores, liberales, cristianodemócratas y centristas) logró el 48,1% de los votos frente al 46,2% que obtuvo la coalición 'rojiverde' (socialdemócratas, comunistas y verdes).

El ascenso en las encuestas del partido ultraderechista Demócratas de Suecia y su posible papel como formación "bisagra" ha marcado la campaña electoral de las elecciones legislativas y regionales que se celebran este domingo en el país escandinavo.

Todos los sondeos vaticinan la victoria de la Alianza de centro-derecha que encabeza el primer ministro Fredrik Reinfeldt, que aspira a ser el primer líder de este bloque en revalidar victoria en Suecia.

Reinfeldt, presidente del Partido Conservador, fue el artífice de la renovación de esta formación tras el descalabro electoral que sufrió en 2002 y hace cuatro años logró que su bloque, integrado por cuatro partidos de centro-derecha (conservadores, liberales, cristianodemócratas y centristas), se impusiera en las urnas a la coalición 'rojiverde' integrada por socialdemócratas, ex comunistas y verdes.

El primer ministro Reinfeldt no sólo no se ha desgastado durante su mandato sino que es el político mejor valorado

El mandato no sólo no ha desgastado a Reinfeldt, sino que ha fortalecido su figura: las encuestas le señalan abrumadoramente como el líder político más valorado de Suecia, por encima de cualquier otro competidor, incluyendo su principal rival, la socialdemócrata Mona Sahlin.

Los suecos aprecian el estilo controlado y sereno de Fredrik Reinfeldt y, en especial, su gestión de la crisis económica: no en vano, Suecia ha sido uno de los primeros países de la UE en salir de la recesión, a pesar de que el desempleo sigue siendo alto, en torno al 8%, especialmente entre la población juvenil, con uno de los índices más elevados de toda Europa.

La economía, clave en la campaña

La cuestión económica ha sido uno de los ejes centrales de la campaña. En sus discursos, Reinfeldt ha prometido elevar la jubilación hasta los 69 años, impulsar los contratos de aprendizaje en las empresas y reducir el IVA a la mitad en el sector de la restauración.

Estas dos últimas cuestiones también aparecen en el programa del bloque opositor de Mona Sahlin, quien además pretende eliminar las cotizaciones a la seguridad social para jóvenes parados y ha prometido crear 100.000 nuevos empleos durante la próxima legislatura.

Sahlin, quien posiblemente se juega en estos comicios su futuro como lider socialdemócrata, se ha centrado en la campaña en la defensa del estado del bienestar frente a las promesas de bajada de impuestos de su rival, advirtiendo de que esta circunstancia podría empeorar los servicios sociales.

En lo que ambos bloques están de acuerdo es en su promesa de no pactar con la ultraderecha tras los resultados de estos comicios y han señalado la posibilidad de llegar a acuerdos puntuales cuando la ocasión lo requiera.

La extrema derecha podría volver al Parlamento

Si se cumplen los pronósticos, el partido de la extrema derecha, Demócratas de Suecia, superaría la barrera mínima del 4% -algunos sondeos les dan hasta el 7% de los votos-, lo que permitiría su entrada en el Parlamento.

Los extremistas se han visto beneficiados de una polémica que ha implicado a la vecina Dinamarca, donde la xenofobia se ha incrementado en los últimos años.

A finales de agosto, el canal privado sueco TV4, prohibió por racista un anuncio de Demócratas de Suecia, al considerar que violaba la ley por atacar a los musulmanes.

Pese a que la decisión no alteró la vida política sueca, en Dinamarca el Partido Popular Danés, además de sus socios conservadores y liberales, lanzaron acusaciones de "falta de libertad de expresión" y pidieron que se enviaran observadores electorales.

La prohibición por racista de un anuncio en televisión ha beneficiado a los ultraderechistas

Hace unos días, la líder del Partido Popular Danés, Pia Kjærsgaard, participó en un mitin de Demócratas de Suecia para mostrar su apoyo, alertando de que Gotemburgo y Estocolmo van camino de convertirse en los "Beirut escandinavos", con guerras de bandas y violaciones masivas.

La suma de todos estos factores acercan a Demócratas de Suecia a su objetivo, ya que desde principios de la década de 1990, con el breve paso de Nueva Democracia por el Parlamento, ninguna formación de extrema derecha había logrado representación.

"Esta vez es de verdad, esta vez estaremos en el Parlamento", ha asegurado con triunfalismo su líder, Jimmie Åkesson, quien se ha mostrado escéptico ante la negativa de la Alianza a buscar pactos si fuera necesario.

"Antes o después, vendrán arrastrándose", ha sentenciado.