Enlaces accesibilidad

Gagarin, de la cuna de la humanidad al espacio

  • Gagarin viajó prácticamente "de paquete" en su nave
  • Las autoridades soviéticas hicieron trampa para que se certificara el vuelo
  • Fue su único vuelo al espacio

Por
El despegue de Yuri Gagarin en 1961

Hoy lunes a las 6:07 GMT se han cumplido 49 años desde que Yuri Gagarin despegara en la misión Vostok 1 a bordo de una cápsula Vostok 3KA para convertirse en el primer ser humano en abandonar la atmósfera y salir al espacio exterior.

El límite de la atmósfera suele situarse en la línea de Kármán, situada a 100 kilómetros de altura, altura que Gagarin sobrepasó con creces en su misión, ya que el perigeo de la única órbita que describió su nave estuvo a 169 kilómetros, mientras que el apogeo alcanzó los 327 kilómetros.

Gagarin, sin embargo, no fue el primer ser vivo en salir al espacio, sino que fue precedido desde finales de los años 40 por moscas, semillas de maíz, musgo, monos, ratones, perros, chimpancés, y ratas, entre otros.

La famosa perra Laika fue el primer animal en entrar en órbita

De hecho, fue la famosa perra Laika el primer animal en entrar en órbita, aunque falleció durante su misión el 3 de noviembre de 1957, pues el Sputnik 2 a bordo del que viajaba no estaba diseñado para ser recuperado.

Estos animales demostraron que no había ningún tipo de barrera que los hiciera caer fulminados al llegar al espacio y que era posible soportar las tremendas fuerzas implicadas en los lanzamientos y la reentrada.

Pero de todos modos, los responsables médicos e ingenieros del programa espacial soviético no tenían forma de saber cómo iba a reaccionar un ser humano a un lanzamiento y a su entrada en órbita, por lo que la Vostok 1 de Gagarin estaba dotada de un mínimo de controles. 

De hecho, una vez lanzada no había forma de modificar su trayectoria y lo único que se podía controlar era su actitud, esto es, su orientación respecto a la dirección de vuelo, aunque el sistema automático que se encargaba de esto no se activó prácticamente hasta que fue necesario orientar correctamente la nave para la maniobra de frenado orbital; mientras tanto, la nave fue básicamente por libre.

El propio Gagarin no podía controlar la actitud de esta sin desconectar antes el sistema de control automático, para lo que llevaba los códigos necesarios en un sobre cerrado en caso de que hubiera tenido que hacerlo.

El módulo que tenía que separarse de la cápsula con Gagarín tuvo un problema

En cualquier caso, Gagarin no tuvo que tomar los mandos en ningún momento, ya que la maniobra de frenado se levó a cabo sin problemas, aproximadamente sobre la costa de Angola, a unos 5.000 kilómetros del punto previsto de aterrizaje, aunque el susto de la misión vino cuando el módulo en el que iban todos los equipos de la nave y que tenía que haberse separado de la cápsula en la que viajaba Gararin no se desprendió como debía.

Durante unos diez minutos la nave estuvo dando tumbos, hasta que por fin se quemaron los cables que las unían y que no se habían separado en el momento oportuno, lo que le permitió estabilizarse y aterrizar a la 7:55 UTC a unos 26 kilómetros al suroeste de la ciudad de Engels.

Curiosamente, Gagarin aterrizó a las 8:05, pues los responsables del programa espacial soviético no tenían nada claro que fuera una buena idea que el tripulante aterrizara dentro de la cápsula por si el aterrizaje resultaba demasiado violento.  Pero esto no se supo hasta bastantes años después, pues dado que las normas de la Federación Aeronáutica Internacional vigentes en 1961 exigían que el tripulante aterrizara con la nave para considerarlo un vuelo espacial las autoridades rusas simplemente. Mintieron.

Un héroe de la URSS

Tras su misión Gagarin fue considerado, naturalmente, un héroe de la Unión Soviética y se hizo famoso en todo el mundo, realizando viajes a numerosos países antes de volver a la Ciudad de las Estrellas, donde estuvo varios años trabajando en el diseño de naves espaciales reutilizables mientras las autoridades intentaban mantenerlo alejado de los vuelos espaciales para no correr el riesgo de perderlo en uno.

De hecho, fue el fallecimiento de Vladimir Komarov a bordo de la Soyuz 1, misión para la que Gagarin era el piloto suplente. Esto hizo que le prohibieran definitivamente participar en ninguna nueva misión, pasando a ocupar el cargo de director de entrenamiento en la Ciudad de las Estrellas, aunque lamentablemente esas precauciones no sirvieron de nada.

Y es que el 27 de marzo de 1968, durante un vuelo para volver a obtener su certificación como piloto de caza, Gagarin y el instructor de vuelo Vladimir Seryogin se estrellaron a bordo de un MiG-15 UTI, pereciendo ambos sin que hasta hoy se hayan aclarado por completo las circunstancias del accidente. Gagarin tenía aquel día 34 años.

Se dice que a su homólogo estadounidense, John Glenn, le pasó algo parecido, y que se le prohibió volver a volar en ninguna misión espacial tras convertirse en el primer estadounidense en entrar en órbita el 20 de febrero de 1962 a bordo de la Friendship 7 dentro del programa Mercury, aunque en realidad Glenn dejó la NASA el 30 de enero de 1964, mucho antes de que se hubiera asignado la primera tripulación del programa Gemini.

Sin embargo Glenn volvería al espacio el 29 de Octubre de 1998 a bordo del transbordador espacial Discovery en la misión STS-95, convirtiéndose con 77 años en la persona de mayor edad en salir al espacio.

La tierra es la cuna de la humanidad, pero no podemos vivir siempre en  la cuna

Independientemente de que las normas de la FAI dijeran lo que dijeran en 1961, hoy en duda nadie pone en día que Gagarin fue la primera persona en salir al espacio, abriendo un camino que como especie probablemente no podamos dejar de recorrer, y es que como dijo el pionero de la astronáutica Konstantín Tsiolkovski, "La tierra es la cuna de la humanidad, pero no podemos vivir siempre en la cuna".

Desde 2001 se celebra en todo el mundo la noche de Yuri, que cada 12 de abril conmemora no sólo la misión de Gagarin sino también el lanzamiento del primer transbordador espacial, lanzado en ese mismo día de 1981, con el objetivo además de promover el interés en la investigación espacial.