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Sosa, el profesor que suspendería a Zapatero

  • Rosa Díez logra captar como candidato al reputado catedrático de Derecho Administrativo
  • Aprobó con sobresaliente la tesis de Zapatero y es amigo personal de su padre
  • Ahora critica la política autonómica del presidente y los nuevos estatutos
  • Fue secretario general técnico en los gobiernos de González y militó en el PSP
  • Más información en nuestro especial sobre las Elecciones Europeas

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Hace 25 años, Francisco Sosa Wagner tuvo ante sí una oportunidad que ahora echará de menos. Era miembro del tribunal que enjuiciaba la tesina de un tal José Luis Rodríguez Zapatero sobre el Estatuto de Castilla y León.

Podía haberle suspendido, o ponerle como condición para calificarle con un cum laude que cuando gobernase respetase la construcción del estado autonómico, algo que en 2009 considera que ha incumplido al impulsar las reformas de estatutos como el de Cataluña.

Pero no lo hizo. Calificó con sobresaliente al hijo de su amigo Juan, entonces militante socialista mientras él mismo contribuía a la construcción del estado autonómico integrado en la comisión de expertos presidida por Eduardo García de Enterría, uno de sus maestros.

Vinculado al PSOE

Además, estaba vinculado al PSOE como secretario general de Administraciones Públicas en el primer gobierno de González. En él permaneció hasta 1987 y prosiguió la relación con el partido hasta principios de los noventa, cuando abandonó la política para centrarse en su carrera universitaria como catedrático en la Universidad de León.

La historia podía acabar aquí, con algún complemento curioso como las llamadas para pedirle consejo que le hizo Zapatero recién elegido secretario general del partido, en el año 2000.

Sin embargo, su antiguo alumno no escuchó sus consejos; es más, cuando tuvo oportunidad de legislar lo hizo en contra de alguno de los principios que él le había enseñado. Y Francisco Sosa Wagner decidió salir del despacho para denunciarlo.

Alejamiento de Zapatero

En 2007 empezó a colaborar con algunos actos de Ciutadans en Cataluña, firmó el manifiesto contra la reforma del Estatuto y, poco a poco, tomó contacto con Rosa Díez y Fernando Savater cuando un año siguiente fundaron Unión, Progreso y Democracia.

Entonces a la ex dirigente del PSOE se le ocurrió una idea tan atrevida como rompedora: poner al antiguo profesor de Zapatero como candidato de UPyD a las europeas para enfrentarlo contra sus propios fantasmas.

Después de tomarse un tiempo para pensarlo, Sosa Wagner ha dicho sí para defender una Europa fuerte y unida, frente a unos estados nacionales que a su juicios se están quedando pequeños, más aún con la tendencia a la descentralización que está produciendo en España.

Europeísta y federalista

Admirador del modelo federalista alemán, el candidato de UPyD tiene como principal reto pasar del discurso teórico de un catedrático de Derecho al de un político que enganche con la gente, algo a lo que, a buen seguro, le ayudará la figura estelar de su partido.

Con un gobierno desgastado y una oposición que no despega, los sondeos electorales dan como casi seguro que este pequeño partido logrará representación en Bruselas.

Si lo hace, su ideario centrista le abocará a integrarse en los liberales europeos, donde tendrá unos curiosos compañeros de viaje: los candidatos de Coalición por Europa, esos nacionalistas que, a su juicio, contribuyen a hacer más caótico nuestro modelo de Estado.