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"No hay refugio contra las bombas en Gaza"

  • Un niño relata el bombardeo de un edificio donde Israel dijo a su familia que se refugiara
  • Varios hermanos y su madre murieron en el ataque, investigado por Naciones Unidas 
  • Muertos de sed y hambre, el menor y sus hermanos fueron rescatados el pasado miércoles
  • Tuvieron que ser llevados al hospital en burros al no poder entrar las ambulancias
  • El ejército israelí dice desconocer el incidente
  • La ONU considera que el incidente tiene "la apariencia" de un crimen de guerra

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El niño palestino herido, en su cama en el hospital de Gaza.
El niño palestino herido, en su cama en el hospital de Gaza.

"Abu Salah murió, su mujer murió. Abu Tawfiq murió, su hijo murió, su mujer también murió. Mohammed Ibrahim murió y su madre murió. Ishaq murió y Nasa murió. La mujer de Nael Samouni murió. Mucha gente murió".

Éste testimonio es el de un superviviente, Ahmed Ibrahim Samouni, un niño palestino de 13 años que estaba en un edificio que fue bombardeado por el ejército israelí pese a que un día antes los propios israelíes les dijeron que se refugiasen allí de sus bombardeos.

"Al menos 25 personas fueron asesinadas", ha relatado el niño, que tiene heridas en el pecho y en una pierna. La mayoría de los muertos eran miembros de su familia.

Un informe de el Coordinador de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA, en inglés) ha denunciado que al menos 30 personas han muerto en este incidente, que han denunciado que han recibido testimonios en el distrito Zeitun, al norte de Gaza, de que tropas israelíes habían ordenado a 100 civiles entrar en la casa y quedarse allí, fuera de su camino. 

El día siguiente, aviones israelíes bombardearon el edificio con un trágico resultado.

"No hay refugio contra las bombas en Gaza", ha subrayado Allegre Pacheco, vicedirectora de la OCHA.

Primera evacuación

"Estábamos durmiendo cuando los tanques y los aviones atacaron, estábamos todos durmiendo en una habitación", detalla el niño Samouni con una voz débil tendido en el hospital.

"Un bombardeo golpeó nuestra casa. Gracias a Dios no nos dió", ha continuado su relato.

Después, toda la familia salió de la casa y se topó con quince soldados, que saltaron de helicópteros a los tejados de los edificios. Presuntamente, luego golpearon a los resistentes y les dijeron que se metieran todos en una misma casa.

Sin refugio

Sin embargo, lo que iba a ser su refugio se convirtió en su tumba al día siguiente. La madre de Samouni murió junto a algunos de sus hermanos. El pequeño palestino logró sobrevivir con su hermano Yacoub y dos hermanos más pequeños sobrevivieron junto a ellos. 

"No había agua, ni pan ni nada para comer", ha denunciado.

"Me levanté por mi propio pie. Tenía mi herida atada y me levanté para coger agua fuera, tratando de esconderme de los tanques y los avuiones. Salí a buscar a nuestros vecinos y les llamé hasta desmayarme. Al final logré un galón de agua", ha asegurado.

Por su parte, su hermano Yacoub, de once años, fue a ver cómo estaba s madre y la encontró muerta, con sus hermanos junto a ella. También había muerto su hermano mayor Mohamed y el más joven, que estaba sobre el regazo de su madre.

Burros, no ambulancias

Finalmente, trabajadores de la Media Luna Roja y del Comité Internacional de la Cruz Roja llegaron a la casa el pasado miércoles en la tregua humanitaria decretada por Israel.

Un médico palestino ha asegurado que el equipo lanzó gritos en busca de supervivientes y recibió la respuesta de los niños.

Sin embargo, ahí no acabó la odisea. Los niños estaban hambrientos y demasiado débiles para salir por su propio pie, según la Cruz Roja, pero los bulldozers israelíes bloqueaban las calles, por lo que los heridos tuvieron que ser recogidos en carros de burros en vez de ambulancias.

El caso ha escandalizado también a los grupos israelíes de derechos humanos, que han pedido explicaciones al ejercito de su comportamiento en la aldea de Zeitun. 

La ONU pide una investigación

Por su parte, las fuerzas armadas israelíes se han limitado a decir que desconocen el incidente y que colaboran con los cuerpos de ayuda internacional y que no tienen intención de atacar objetivos civiles.

Ante esta situación, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, ha denunciado que el incidente tiente "parece tener todos los elementos de un crimen de guerra".

Para investigar éste y otros incidentes, ha pedido el despliegue de observadores independientes en Gaza para realizar investigaciones "creíbles e independientes".

"El círculo vicioso de provocación y respuesta debe finalizar", ha reclamado.