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Más de 70 ciudades de cinco continentes se desnudan para reivindicar el uso de la bici

  • Zaragoza, donde se celebra la octava marcha, es la precursora de esta iniciativa ya mundial
  • Los colectivos convocantes reclaman la "recuperación de la calle" para ciclistas y peatones

Van desnudos porque así se sienten frente al tráfico, además de lograr repercusión

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Varios centenares de personas participan en la Cuarta Marcha Ciclonudista de Zaragoza, en el año 2004. La capital maña es la precursora mundial de la iniciativa.
Varios centenares de personas participan en la Cuarta Marcha Ciclonudista de Zaragoza, en el año 2004. La capital maña es la precursora mundial de la iniciativa.

Reivindicar el espacio de la bicicleta en la ciudad. Ése es el objetivo con el que miles de ciclistas de más de 70 ciudades -otras 40 ó 50 también se han comprometido a participar- de más de 20 países de los cinco continentes se echan a la calle este sábado en la 5ª Manifestación Ciclonudista Mundial. En España son diez ciudades las que convocan, una de ellas Zaragoza, la pionera mundial en esta iniciativa.

Para llamar más la atención sobre el problema, los ciclistas participan desnudos en esta marcha, porque también es así, desnudos, como se sienten ante el tráfico en las ciudades. "Nuestro cuerpo es nuestra carrocería en la bicicleta, y en el que nos llevamos los golpes", explica a RTVE.ES Arturo Sancho, miembro de la Coordinadora de Colectivos Ciclonudistas de Aragón (CCC), precursora de la iniciativa y convocante de la marcha junto a la World Naked Bike Ride.

"Desnudos ante el tráfico, justicia en las calles" es el lema de esta 5ª Marcha Mundial -la octava que se celebra en Zaragoza- para denunciar que las calles "han sido secuestradas por el coche privado", que contamina y hace peligrosa la circulación para ciclistas y peatones. Los organizadores de la marcha reivindican un modelo de ciudad en el que las personas "recuperen su espacio" y se apueste por los medios de transporte menos contaminantes, como la bicicleta.

El nexo con el nudismo deriva de que éste también supone la reivindicación de "un espacio de libertad", indica Sancho. Así, en esta marcha suele participar tanto gente naturista como otra que no lo es y que acude a la protesta por su vinculación con la bicicleta. "Al principio a muchos les daba vergüenza desnudarse y ahora salimos cientos", afirma respecto a Zaragoza.

Además, el hecho de desnudarse en esa primera marcha hace ocho años dio una "repercusión total" a la iniciativa, que fue portada en medios de toda España y conllevó un gran impacto social. De cualquier manera, recuerdan que la ciclonudista es "un mecanismo más" de los que articulan los colectivos ciclistas para lograr sus objetivos.

En España, además de en Zaragoza, la marcha está convocada en La Coruña, Barcelona, Granada, Madrid, Murcia, Pamplona, Santander, Valladolid y Valencia.

Avances, pedalada a pedalada

Según Sancho, en estos años de marchas, la cultura de la bici ha pasado de ser "nula" a ser "mínima" porque la ciudadanía sigue "sin estar concienciada" y para los conductores los ciclistas suponen una "molestia", en lugar de "convivir" en la calle. "Se han conseguido algunas cosas, pero moverte en bicicleta por la ciudad sigue siendo bastante caótico y peligroso".

Este miembro de la Coordinadora de Colectivos Ciclonudistas de Aragón pone el ejemplo de Zaragoza, donde con motivo de la Expo 2008 se ha puesto en marcha el alquiler público de bicicletas para circular por la ribera del Ebro, pero para "hacerse la foto". 

Así, explica que la muestra universal ha traído consigo el "primar el vehículo motorizado" con el cierre de cinturones de carreteras o la construcción de grandes aparcamientos, a la vez que se lamenta de que la capital maña esté ya "a la cola de España" en materia ciclista.

Medidas para una ciudad más habitable

Las reivindicaciones de los colectivos ciclistas van mucho más allá del carril bici -que también- y señalan a los ayuntamientos como los actores necesarios, ya que las competencias de tráfico en las ciudades son suyas y de ellos depende el poder desplazarse sobre dos ruedas "sin riesgos".

Entre las medidas que proponen, según Sancho, están la "pacificación" de los cascos históricos y el establecer "calles 20" y "calles 30", en las que la velocidad esté limitada a 20 ó 30 kilómetros por hora -la misma que suele alcanzar la bici- con señalización, bandas sonoras y pasos de cebra elevados. De esta  forma se pretende que sean los vehículos motorizados los que tenga que adaptarse a las necesidades de peatones y ciclistas.

En cuanto al carril bici, el colectivo considera necesarios que existan en las grandes avenidas, de tres carriles o más, pero que sean una vía en la propia calzada separada con bordillos o de forma similar. En este sentido, Arturo Sancho explica que el carril-bici en la acera fomenta el "conflicto con el peatón" cuando de lo que se trata es de "quitarle el espacio al coche".

También reclaman el fomento del transporte público, de los autobuses y los tranvías -en contraposición al metro, porque éste es subterráneo y tampoco quita espacio al coche-. Además, reivindican que se potencie una "cultura de la bicicleta" desde todos los frentes, incluida la escuela -como se hace en muchos sitios de Europa, donde se fomenta que los niños vayan al colegio en bici, para que "haya conciencia de sus beneficios frente al coche".

"Poco a poco algo se va consiguiendo. No sé si por lo caro que está el barril de Brent o por concienciación", concluye Sancho.