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El Gobierno libanés da marcha atrás y retira las medidas contra Hizbulá

  • Estas medidas desataron la guerra abierta entre la milicia chií y los partidarios del ejecutivo
  • El ejecutivo niega que sea una señal de debilidad
  • Los milicianos de Hizbulá lanzan disparos al aire en señal de victoria

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El Gobierno libanés ha retirado las decisiones tomadas contra Hizbulá, consideradas por este grupo chií como una "declaración de guerra", y detonante de los combates entre partidarios de la oposición y de la mayoría parlamentaria que en seis días dejaron 65 muertos y 200 heridos.

"El gabinete aceptó una propuesta del jefe del ejército y anuló dichas decisiones para facilitar las negociaciones de la comisión de la Liga árabe y para preservar la unidad nacional y la seguridad de los ciudadanos", ha asegurado ante la prensa el ministro de Información Ghazi Aridi.

El pasado 6 de mayo el Gobierno decidió eliminar, por ilegal, la red de telecomunicaciones instalada por Hizbulá y destituir al jefe de la seguridad del aeropuerto, Wafic Chucair, cercano al grupo islamista chií, por presuntamente hacer la vista gorda a lo que estaba ocurriendo.

Aridi ha precisado que la medida tomada por el Ejecutivo no constituía, en ningún caso, un signo de debilidad, sino que era una decisión sabia encaminada a eliminar las tensiones que reinaban en el país.

"No hay vencedores ya que ambos campos perdieron tras las hostilidades que afectaron la paz civil, la seguridad, la estabilidad y la economía del Líbano", ha añadido.

Los partidarios de Hizbulá no piensan lo mismo. Momentos después del anuncio de Aridi, han comenzado a disparar al aire en señal de victoria.