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Coronavirus

Vacuna binaria o bivariante: ¿Qué es y cuándo podría llegar a España?

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Preocupa el repunte de la incidencia, especialmente entre los mayores de 80 años.
Preocupa el repunte de la incidencia, especialmente entre los mayores de 80 años.

El debate sobre la cuarta dosis de la vacuna contra la COVID-19 sigue en el aire, pero tendrá que esperar algunas semanas antes de que la Comisión de Salud Pública tome una decisión al respecto. El repunte de la incidencia preocupa en las comunidades autónomas, especialmente entre los mayores de 80 años, y por ello algunas como Murcia, Andalucía, Galicia o Asturias han pedido a Sanidad que dé luz verde cuanto antes al nuevo pinchazo de refuerzo. Aunque otras como Madrid o Cataluña ya han anunciado que prefieren esperar al otoño para esta cuarta dosis. En el caso de Madrid, el consejero de Sanidad de esta comunidad autónoma, Enrique Ruiz Escudero, ha señalado que ve "importante" que la cuarta dosis sea con la vacuna binaria o bivariante, que prevé que llegue en otoño.

Esta vacuna, tal y como su nombre indica, engloba dos versiones del virus SARS-CoV-2: el original de Wuhan y ómicron. Datos preliminares de ensayos clínicos, que aún están en curso, demuestran que los recuerdos de vacunas que llevan dos variantes son más eficaces que los que llevan solo una. "En el contexto de lo rápido que está mutando el virus, cuanto antes lleguen estas vacunas, mejor", opina en RTVE.es Matilde Cañelles, inmunóloga del CSIC, quien considera que "es un error esperar a otoño", como han anunciado Madrid y Cataluña. "Me parece que se debería estar poniendo ya la cuarta dosis a los mayores de 80 años, porque está demostrado en otros países que funciona muy bien con las variantes que están circulando ahora, y no veo el sentido a esperar", apunta al respecto.

"La vacuna bivariante lo que puede aportar es que sea mucho más amplio el abanico de posibles mutaciones del virus contra el que te está protegiendo. En una persona que está bien protegida sí que tiene sentido esperar al otoño, pero en otra que no lo está, hay que protegerla con lo que se tenga a mano, no se puede esperar", asevera esta científica.

Pfizer y Moderna, las más adelantadas

En estos momentos, dos farmacéuticas ultiman ya sus investigaciones para poder sacar al mercado la vacuna bivariante. Se trata de las mismas que consiguieron desarrollar en tiempo récord una vacuna contra la COVID-19 basada en ARN mensajero. Se espera que la vacuna binaria de Pfizer esté lista para primavera-verano, de forma que si se plantea una revacunación pueda hacerse ya con ella. Moderna, por su parte, también está trabajando en una dosis de refuerzo que incluya la variante ómicron, aunque no tiene previsto que llegue antes de otoño.

Según explican los especialistas, las vacunas de ARN mensajero -también las que se basan en adenovirus, como AstraZeneca o Janssen- son más fáciles de actualizar, porque únicamente hay que cambiar la secuencia del ADN que se está utilizando, a diferencia de las vacunas más tradicionales, en las que además se tiene que cambiar la tecnología utilizada para producirlas. Además, estas vacunas ya se han sometido a ensayos masivos para certificar su eficacia y seguridad, por lo que no hay que volver a reproducirlos. "En realidad, están poniendo la misma vacuna, solo que ahora sirve para dos variantes. Los ensayos no van a ser tan exhaustivos como han sido de inicio", aclara Matilde Cañelles.

Sin embargo, esta aparente rapidez de actualización contrasta con la realidad, puesto que ya ha pasado más de medio año desde que se detectó por primera vez la variante ómicron y todas las vacunas siguen basándose en el virus original de Wuhan. ¿A qué se debe esta aparente demora? Muchos expertos consideran que la razón obedecería a que las vacunas existentes se han defendido bien contra todas las variantes que han ido apareciendo, al menos hasta ahora. "Hay gente que piensa que las farmacéuticas estaban esperando a que realmente la nueva variante fuera muy distinta, porque hay que admitir que las vacunas originales siguen funcionando contra las nuevas variantes que están apareciendo. Pero la secuencia del virus ha derivado ahora tantísimo de la versión original, que incluso algunos apuntan a que no debería ser SARS-CoV-2, sino SARS-CoV-3", expresa Cañelles en este sentido.