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Algo huele a podrido en el podio del Tour

  • El Tour hace sonar el himno danés en lugar del español en el podio de Contador
  • Expresiones de extrañeza y fríos apretones de mano ensombrecen la celebración

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El himno español, a la segunda

Fue una foto de familia mal avenida la que vivió Contador en lo alto del podio de París. El Arco de Triunfo al fondo, la alegría de ganar tu segundo Tour de Francia, la familia cerca, representantes de tu país, pero una sonrisa gélida y una mirada algo contenida. Y, para más inri, en lugar de sonar el himno español, la organización del Tour se equivocó con el disco y soltó la canción nacional de Dinamarca. Algo huele a podrido en París...

Contador estaba serio, Armstrong estaba inexpresivo, Bruyneel ponía cara de póker, la misma que se le quedó al español, que no pudo escuchar por segunda vez el himno español porque la organización del Tour de Francia hizo sonar por equivocación el himno nacional de Dinamarca en lugar del español en el momento en que se encontraba en lo alto del podio en los Campos Elíseos como vencedor de la ronda gala.

El ciclista español buscaba una explicación, con cara de "aquí hay algo que no funciona"... Miró con asombro, comunicó a los responsables de la vuelta francesa que el himno no era el español, protesta más enérgica por parte de la delegación española, entre la que se encontraba el Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

Al término de la entrega de premios y cuando Contador subió al  podio nuevamente para recoger el triunfo por equipos, la organización hizo sonar el himno de España aunque en el cajón estaban subidos todos los miembros de Astana -era el momento del premio al mejor equipo del Tour-, sólo que se trata de un equipo de Kazajstán, con un director belga y con sólo dos españoles -Contador y Zubeldia-, un estadounidense, un alemán, un ucraniano, un suizo y un portugués. Como en los chistes.

Posteriormente, Contador agarró el micrófono para decir que se encontraba "muy contento" y agradecido a la afición por "todo su apoyo". "Este ha sido un Tour muy difícil para mí, por eso lo voy a saborear más", afirmó.

Lo dice hasta la madre del pinteño, Francisca Velasco: "Alberto ha ganado este Tour solo, sin equipo físico. Armstrong era un ídolo para mí, leí su libro, 'Vuelta a la vida', y mi hijo lo admiraba. Pero ese ídolo se ha roto. En cuanto a Bruyneel, que tenga mucha suerte, pero Alberto no necesita personas como él a su lado".

Ni siquiera Andy Schleck estaba especialmente eufórico, quizá un poco descolocado por lo accidentado del protocolo. Luego subió de nuevo con el maillot blanco al mejor corredor joven. A sus 24 años, el luxemburgués tendrá más oportunidades.

La fiesta en el hotel parisino donde se alberga el Astana será, a buen seguro, otro momento incómodo. No se prodigarán los abrazos ni los apretones de mano, como se vio en el podio, un saludo formal, nada efusivo, entre Contador y Armstrong.

"Hoy haremos una cena de todo el equipo, demasiado seria para mi gusto, y la fiesta vendrá cuando llegue a Madrid y a mi pueblo, Pinto. Allí haremos unas cuantas cenas con toda la gente que me ha ayudado", indicó.

 

A buen seguro, allí se resarcirá. En el Ayuntamiento de Madrid, en Pinto y también en Barcarrota, Badajoz, pueblo de origen de su familia, le espera un gran festejo. En Pinto, cuando él estaba en el podio, sus paisanos iban a bañarse a la fuente del pueblo.