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Un técnico sanitario contratado por Simón Viñals, el médico de la fiesta del Madrid Arena en la que murieron cinco jóvenes, ha asegurado este martes en el juicio en la Audiencia Provincial de Madrid, que "los médicos no sabían utilizar el desfibrilador" y que él mismo les explicó a Viñals y a su hijo cómo aumentar la potencia del mismo.

Durante su declaración en la vista, el técnico, Rodrigo Morales, ha afirmado que los médicos de la fiesta Simón Viñals, de 76 años, y su hijo Carlos Viñals, no sabían cargar el desfibrilador y que no aplicaron gel a las palas para que condujera la descarga eléctrica.

Una responsable de la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos (Madridec) ha declarado en el juicio del Madrid Arena que los técnicos de operaciones a los que ella misma asignó como jefes de emergencias para esa noche "no eran conocedores" de que ejercerían esos cargos.

Otro trabajador de Madridec, José Antonio Vives, ha afirmado que advirtieron al promotor de Diviertt, Miguel Ángel Flores, de que no podía vender entradas para la fiesta hasta la firma del contrato, pero que éste "no cumplió".

Los vigilantes de seguridad han afirmado que desconocían el plan de protección y han dicho que tampoco les dieron ninguna información sobre el aforo del recinto. Los que fueron vigilantes de seguridad aquella noche sólo obedecían órdenes. Miguel Ángel Flores pidió expresamente reducir los costes y se quitaron cuatro vigilantes por orden de la empresa municipal, según ha dicho el responsable de Seguriber.

En el juicio del caso del Madrid Arena, en el que murieron cinco jóvenes en noviembre de 2012, han declarado las personas que llevaban chalecos amarillos durante la celebración de la macrofiesta. Uno de ellos ha confirmado que se comunicaban por pinganillo y que, en un momento de la noche, comentaron que podía pasar algo con tanta gente. Estos profesionales, a pesar de estar en la fiesta durante más de ocho horas, no sabían donde estaba la enfermería y, en general, disponían de muy poca información.

Los jóvenes que han testificado este jueves en el juicio del Madrid Arena han cargado contra los vigilantes de Kontrol 34, empresa encargada de la seguridad interior, a quienes han acusado de cerrar puertas, de insultarles y de no permitirles salir por los vomitorios cercanos al túnel de la avalancha mortal. Han sido cinco los testigos que esta mañana han prestado declaración en la vista oral que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid sobre la trágica fiesta del Madrid Arena, ocurrida el 1 de noviembre de 2012. Todos ellos han cargado contra la falta de respuesta de los empleados de Kontrol 34, la empresa que trabajaba con el promotor Miguel Ángel Flores en la seguridad interior del recinto, durante la avalancha mortal.

Varios jóvenes que resultaron heridos en la tragedia del Madrid Arena han coincidido este miércoles durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid en que no hubo ningún tipo de control en el acceso a la fiesta.

Este miércoles declaran seis jóvenes que se vieron implicados en la avalancha humana que se produjo alrededor de las 03.35 horas en un vomitorio de la pista central y que provocó la muerte de cinco jóvenes.

En el juicio por la tragedia del Madrid Arena han comenzado las declaraciones de testigos y familiares de las víctimas. Carmen Rodríguez, amiga de tres de las jóvenes fallecidas, la única que se salvó del grupo de amigas, ha contado cómo lo vivió. Desde el primer momento, ha dicho, vieron el recinto lleno de gente y, una vez dentro, se agobiaron y quisieron salir.