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Israel está en máxima alerta ante una posible escalada de la violencia tras los atentados que se han producido esta semana previa al Ramadán, el mes sagrado musulmán. Se teme una nueva escalada de la violencia como la del año pasado. Este sábado, las fuerzas israelíes han matado a tres palestinos miembros de la Yihad.

Foto: Soldados israelíes en la localidad palestina de Hebrón (EFE/EPA/ABED AL HASHLAMOUN)

Un tiroteo en la localidad israelí de Bnei Brak, en la periferia de Tel Aviv, ha acabado con la muerte de cuatro civiles y un policía. Es tercer atentado que sufre el país esta semana, después de que el domingo dos ciudadanos árabe-israelíes mataran a dos policías en otro tiroteo y de que el pasado martes murieron cuatro civiles en la urbe meridional de Beersheva en un atentado cometido por un beduino del área. Los dos primeros ataques fueron reivindicados por Estado Islámico aunque por ahora no hay referencias de ello en el tiroteo de hoy. Esta tarde hay una reunión del gabinete de seguridad  ante un total de 11 víctimas mortales en una semana. El Primer Ministro advierte que actuarán con mano de hierro y ya han intensificado la presencia policial.

Informa María Gámez, corresponsal en Jerusalén.

Tolerancia Cero se une a la celebración del X Encuentro Mujeres que Transforman el Mundo, en Segovia, que este año contará con figuras como Ana Peláez Narváez, referente en la defensa de las mujeres y niñas con discapacidadSoledad Gallego-Díaz y Ana Pardo de Vera, ex directoras de El País y de Público, respectivamente; y Raquel Alonso, superviviente de la violencia machista y del yihadismo. Compartió su vida durante 20 años con un hombre condenado en 2017 por pertenencia a una organización, la conocida como Brigada Al Andalus. Hoy está en prisión, pero en pocos meses saldrá a la calle y ni Raquel ni sus hijos cuentan con protección. Ella declaró contra él y contra su organización y, además, una sentencia pionera le ha retirado la patria potestad de su hija menor, por intentar radicalizarla. “No estamos reconocidos ni como víctimas de violencia machista, ni como víctimas de terrorismo, aunque hemos sufrido ambas cosas (…) Porque la violencia llega. Cuando te tratan de implicar, de imponer, si dices que no, hay consecuencias”, confiesa la autora de Casada con el enemigo (Espasa, 2018), y fundadora de la Asociación contra el Radicalismo Extremista y Víctimas Indirectas (Acreavi), que hoy ayuda a mujeres que atraviesan situaciones similares. En otro orden de cosas, nos detenemos en la Semana Antirracista, y en voces como la de Marta Mathéu, que sonará en el 175 aniversario del Liceu el próximo 3 de abril.

toleranciacero.rne@rtve.es

En Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso hablamos con Raquel Alonso, exmujer de un yihadista. En estos momentos, su exmarido cumple condena a ocho años de prisión y seis de libertad vigilada por ser autor de un delito de integración en organización terrorista. Según la sentencia penal, llevaba labores de captación, radicalización, adoctrinamiento, financiación y envío de voluntarios para la yihad. Raquel declaró en el juicio contra el grupo terrorista en el que estaba su expareja, peroen tres meses salen de prisión y sufre por su vida y la de sus hijos: “Hemos recibido amenazas de muerte y agresiones. Yo declaré porque lo veía comoun deber social, pero no me imaginaba que nos íbamos a quedar desprotegidos", asegura.

Alonso, que ha conseguido que la justicia le quite la patria potestad de su hija a su exmarido, Nabil Benazzou, una sentencia pionera en España que podría sentar precedente en la Unión Europea. Sin embargo, para Alonso se trata una victoria con sabor agridulce, por un lado, se alegra porque “estaba inculcando a sus hijos una ideología contraria a vivir en libertad", pero asegura que se sienten amenazados: “Dijo que mi hija que tenía una misión que cumplir con Alá y que si lo impedía yo moriría" y añade que “a tres meses y medio de que salga de prisión, necesitamos protección."

Raquel Alonso ha explicado en Las Mañanas de RNE cómo empezó todo: “Me di cuenta de que estaba conviviendo con un desconocido” y que esta realidad ha dejado huella en sus hijos: “Cuando la policía echó abajo la puerta de mi casa a las 04:30h para detener a mi exmarido, mis hijos tuvieron estrés postraumático que se ha intensificado por las amenazas y agresiones. Temen perder a su madre.” Alonso insiste que no se va a rendir por sus hijos: "Iré a dónde haga falta para exigir protección y si tengo que ir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea lo haré", asegura.