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We are the world (Somos el mundo), rezaba aquella famosa canción compuesta por Michael Jackson en 1985 e interpretada por un grupo de famosos artistas para recaudar fondos contra el hambre en Etiopía. Este martes, peticionarios de asilo y ciudadanos berlineses se han unido para entonar la misma letra. Lo han hecho en el mercadillo donde el lunes murieron 12 personas y medio centenar resultaron heridas tras ser atropellados por un camión en lo que parece ser un atentado terrorista. Tras el miedo y la indignación, la tentación xenófoba se cierne sobre Alemania. Pero en Berlín los alemanes cantan al mundo por la reconciliación.

España mantendrá el actual nivel 4 de alerta antiterrorista, que lleva en vigor desde junio de 2015, tras el atentado en Berlín en que murieron 12 personas, aunque reforzará las medidas ya adoptadas en infraestructuras críticas, transporte y otras instalaciones vinculadas con las celebraciones navideñas. Así lo ha acordado la mesa de evaluación de la amenaza terrorista reunida esta tarde con la presencia de los máximos responsables de las fuerzas de seguridad, según ha informado el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que ha señalado que los ciudadanos percibirán más presencia policial uniformada y "la que no se ve".

No hay autoría oficial del atentado de ayer, pero en la mente de todos los analistas cobra peso la tesis del terrorismo islamista. Hace una semana, un niño de doce años radicalizado por alguien del Daesh resultó ser el responsable de dos atentados frustrados con bomba. En febrero una joven de 16 años apuñaló a un policía en Hanover, también alentada por el Daesh. En julio un atentado en la ciudad de Ansbach dejó quince heridos. Y otro en un tren de cercanías, cinco. En ambos casos perpetrados por jóvenes inspirados por el Daesh. Ninguno había ido a Siria o ningún feudo yihadista. Lo llaman resistencia sin liderazgo.

El camión irrumpió entre los puestos de salchichas y vino caliente del mercadillo en pocos segundos. Una testigo cuenta que escuchó un ruido fuerte y que una caseta le cayó encima y la tiró al suelo. Tardó un rato en darse cuenta de que algunos de los cuerpos a su alrededor no se movían. El dueño de un puesto de joyas dice que la policía llegó enseguida y los desalojó.

Fueron asesinados dos policías que se ocupaban de la seguridad de la delegación diplomática. Las familias de los dos policías asesinados han presentado una querella contra el embajador y el número dos de la delegación diplomática por homicidio imprudente. Les acusan de negligencia por no extremar las medidas de seguridad del edificio. La fiscalía de la Audiencia Nacional cree que los diplomáticos españoles no tienen responsabilidad penal en el atentado, que lleva la firma de un grupo Talibán. El atentado comenzó cuando un terrorista suicida explosionó un coche bomba a la entrada de la embajada. A partir de ahí, tres terroristas con armamento militar entraron en la delegación y mataron al policía Jorge García Tudela. Después, se atrincheraron en una azotea próxima y dispararon contra el otro agente, Isidro Gabino, al que hirieron de muerte en el patio. Aun así, el agente Juan Luis García se expuso al fuego enemigo para sacar a su compañero del patio y consiguió llevarlo a un hospital, donde murió. Aunque los cuatro terroristas murieron en el atentado, la fiscalía sigue investigando para identificar a los ideólogos del ataque.

En Mogadiscio, la capital de Somalia, al menos 29 personas han muerto por la explosión de un camión bomba conducido por un kamikaze.

El atentado ha tenido lugar a la entrada del puerto, que ha suspendido sus actividades. La explosión pudo oírse en toda la ciudad y, según algunos testigos, hubo un tiroteo. 48 personas han resultado heridas. El grupo islamista Al Shabaab ha asumido la autoría del atentado. Al Shabaab pretende derribar al gobierno pro-occidental de Somalia, expulsar a las fuerzas de paz del país e implantar una estricta visión del islam.