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Más de 220 personas han muerto en Europa por la ola de frío, que en centro-europa dura ya una semana. El temporal, después de provocar numerosos problemas en el norte de Italia, viaja ahora hacia el sur y centro del país. En Roma hacía dos años que no nevaba. En Rumania han muerto 24 personas y cientos de indigentes abarrotan los albergues sociales. Hay más de once mil personas aisladas en las montañas de Serbia. En Francia, hay ya 39 departamentos en alerta. El frío glacial se mantendrá hasta mañana por la noche.

En Baleares hoy hemos vuelto a ver mucha nieve en cotas bajas, a unos 400 metros. En la sierra de Tramontana se han acumulado hasta 5 centímetros. En Cantabria autobuses escolares parados. Mil niños se han quedado sin colegio. Hasta las cabras han bajado del monte.

En Cataluña ya se ha desactivado la alerta por nieve pero se mantiene por bajas temperaturas. Hasta menos 10 grados se han registrado en algunas zonas del interior, pero también ha habido termómetros negativos, al nivel del mar.

En Europa del Este ya son casi 200 los muertos por el temporal. En plena ola de frío, la compañía rusa Gazprom ha reducido el suministro de gas a 8 países europeos, entre ellos Austria e Italia. Lo ha confirmado la Comisión Europea, aunque niega que haya una emergencia. En Ucrania la situación se complica.

Aunque desde el 2005 no vivíamos una ola de frío similar a la de ahora, a lo largo de la historia más reciente de este país el frío siempre ha estado presente. Y siempre lo hemos contado aquí en TVE. La primera vez fue en 1956.

50 de las 52 provincias españolas estarán este viernes en alerta amarilla (riesgo), naranja (riesgo importante) o roja (extremo) por bajas temperaturas, nieve, vientos o fenómenos costeros. Les mostramos cómo conducir con hielo y nieve. El temporal ha dejado helada a toda Europa.

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La ola de frío siberiano sigue afectando de pleno buena parte de España, aunque es más severo en el norte peninsular. Para este viernes, en ciudades como Burgos, Segovia o Pamplona los termóemtros no superarán los cero grados. La alerta es máxima en Cataluña, donde además podría nevar en cotas bajas.

Los países del este se están llevando la peor parte con temperaturas por debajo de los 30 grados bajo cero. Solo en Serbia hay más de 11.000 personas aisladas. La nieve y el hielo han provocado el corte de muchas carreteras en toda centroeuropa e incluso las comunicaciones por tren. Hay muchos retrasos y cancelaciones de vuelos y tampoco se puede navegar por algunos ríos porque se han congelado.

Mucho frío y nieve en prácticamente toda la Cornisa Cantábrica, en el País Vasco. Allí la nieve ha obligado a cortar 12 carreteras, aunque todas de la red secundaria, a esta hora, lo que más preocupa son las placas de hielo.

Cataluña está en máxima alerta por esta ola siberiana, ha habido muchas complicaciones a lo largo de la mañana aunque lo peor se esperaba para esta tarde, pero de momento, los pronósticos no se han cumplido.

Hielo, nieve, lluvia y viento pueden complicar mucho la circulación por las carreteras. La DGT recomienda llevar los neumáticos en perfectas condiciones, aumentar la distancia de seguridad y conducir a baja velocidad y sin dar acelerones.

En el País Vasco están cerrados algunos puertos de montaña de la red secundaria. Dónde más ha cuajado la nieve es en Álava donde no ha parado de nevar en toda la mañana. En el resto de España continúan bajando las temperaturas. Algunos expertos ya han dicho que esta ola podría ser una de las más frías desde 1950.

En Cataluña una treintena de colegios no han podido abrir y los que han abierto han recomendado a los padres que fueran a buscar a los alumnos antes de las 3 de la tarde. Hay también varias carreteras cortadas. Para esta tarde se esperan nevadas más copiosas a nivel del mar.

El frío siberiano acaba con el que, hasta ahora, era uno de los inviernos más cálidos de la historia. Y además las previsiones dicen que las temperaturas van a bajar todavía más.

La mayoría de las muertes por frío en Europa se han producido en Ucrania, Polonia y Rumanía. Además, estas temperaturas han disparado el consumo de gas ruso.