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Las conversaciones de paz sobre Ucrania parecen haber avanzado en las últimas horas. EE.UU. ha ofrecido garantías de seguridad a Ucrania similares a la aplicación del Artículo 5 de la OTAN (garantías "de platino", han dicho fuentes de las negociaciones), y los aliados europeos han reconocido "progresos significativos" tras las conversaciones entre las delegaciones estadounidense y ucraniana este pasado domingo.

Foto: Kay Nietfeld / POOL / AFP

Una zona desmilitarizada al estilo de la que separa las dos Coreas. Es lo que propone Estados Unidos para parar la guerra en Ucrania. Rusia quiere toda la región del Donbás bajo su dominio, incluido el 20% que aún controla Kiev. A cambio, Zelenski pide que los soldados rusos se retiren tantos kilómetros como los ucranianos.

No solo la ubicación exacta y la extensión. Las partes deben pactar cómo se supervisa esa zona desmilitarizada. Washington propone vigilar a distancia con satélites y drones. No se descartan tropas de interposición de países no miembros de la OTAN.

La idea es crear una zona libre de armas e instalaciones militares que separe a los ejércitos de Rusia y Ucrania. Así se puso fin al baño de sangre entre las dos Coreas en 1953, aunque técnicamente ambos países siguen en guerra.

Otra famosa zona desmilitarizada es la línea verde de Chipre, que parte en dos la isla y su capital, Nicosia, desde la invasión turca de 1974.

Ese mismo año se creó otra zona de amortiguamiento entre Siria e Israel en los Altos del Golán, tras la guerra del Yom Yippur.

Paradójicamente, estas fronteras, supuestamente desmilitarizadas, acaban siendo muchas veces las más vigiladas y minadas, con grandes ejércitos apostados junto a sus límites.

Foto: SERGEY KOZLOV/EFE — Una carretera en la región de Járkov cubierta con redes antidrones

Un Vladímir Putin cada vez más autoritario, que invierte cada vez más dinero en desprestigiar la democracia. Consta que, al menos desde 2014, Moscú desinforma y ahonda en la división entre los europeos. Lo hace a su manera.

Información falsa o sesgada que sirve para manipular la opinión pública. Los expertos lo definen como un engranaje complejo que combina granjas de bots, redes sociales, medios de comunicación e incluso servicios de inteligencia.

El Servicio Europeo de Acción Exterior ha detectado que la desinformación rusa aumenta cada año y que utilizan métodos más sofisticados. Eligen temas sensibles como migración, refugiados, el coste de la vida o los precios de la energía. Adaptan los mensajes a lo que más cala en cada país.

Marian Voicu dirige, desde Bucarest, un medio digital dedicado a analizar y desmontar campañas de fake news en Europa del Este. Estas antiguas repúblicas comunistas son especialmente vulnerables, cuenta. Aquí la mayoría cree en las teorías de la conspiración. La desinformación rusa es constante, con temas prioritarios para el Kremlin como el proyecto europeo o la guerra de Ucrania, pero alcanza máximos en los periodos electorales, como han visto recientemente en Rumanía o Moldavia.

Foto: Kristina Kormilitsyna/TASS via ZUMA

Las negociaciones sobre la guerra entran en un momento decisivo. Estados Unidos propone ahora que Ucrania entre en la Unión Europea en 2027. Sería una entrada exprés que se saltaría reglas y plazos, y un premio de consolación para Zelenski, que prefería el ingreso en la OTAN. Pero eso Trump lo descarta de plano. Sí negocia garantías de seguridad.

La otra gran cuestión es el territorio. Zelenski se ha grabado a las puertas de Kupiansk, en la región de Járkov, tomada por Rusia en noviembre. El presidente ucraniano asegura que su ejército aún puede contraatacar. En el Donbás, sin embargo, el avance de Rusia no tiene respuesta y ha plantado sus banderas en Síversk. La que ha sido una fortaleza inexpugnable en casi cuatro años de invasión ha caído y abre una vía hacia los grandes núcleos de Slaviansk y Kramatorsk.

El Kremlin ha conquistado más del 80% del Donbás y lo quiere todo. Dice que después podría aceptar que fuera una zona desmilitarizada, aunque bajo vigilancia de la policía rusa.

Foto: Stringer/REUTERS — Soldados ucranianos disparan una pieza de artillería en la región de Donetsk

  • Las amenazas híbridas han aumentado en número e intensidad, sobre todo desde la invasión de Ucrania por Rusia
  • Este 'Documentos TV', de producción propia, se preestrena este jueves a las 20h en RTVE Play y a las 23:35h en La 2

Rusia tiene dos grandes vulnerabilidades geográficas: es un país sin montañas al oeste y tiene solo un puerto con acceso al océano. ¿Qué peso han tenidos estas dos debilidades geográficas en la decisión de Putin de invadir Ucrania? Lo analizamos con Tim Marshall, periodista experto en información internacional y autor del libro 'Prisioneros de la geografía. Todo lo que hay que saber de la política mundial a partir de diez mapas', que acaba de reeditar la editorial Península, en el que explica cómo las montañas, los ríos, los desiertos, el clima o los recursos naturales condicionan las fronteras y provocan conflictos mundiales.

La alta representante para la Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea (UE), Kaja Kallas, ha respondido este martes a las críticas vertidas por el presidente de EE.UU., Donald Trump, contra la Unión. Kallas le ha sugerido que las dirija contra Rusia.

"La Unión Europea es la misma esencia de la libertad", ha declarado. "Las críticas sobre las libertades aquí deberían ir dirigidas en una dirección diferente. A Rusia, tal vez, donde el disenso está prohibido, donde la prensa libre y la oposición política están prohibida, donde X o Twitter, como lo conocemos, están también prohibidos", ha añadido.

"También podemos señalar mucho lo que está mal en Estados Unidos, pero ese no es el modo en que trabajamos. No vamos a inmiscuirnos en los asuntos internos de otros países", ha apostillado Kallas en una comparecencia en la comisión de Asuntos Exteriores de la Eurocámara.

Kallas cree que las declaraciones de Trump son una "provocación". "Creo que debemos tener más confianza en nosotros mismos porque todas estas cosas las lees y sabes que en lo que respecta a Europa no son ciertas. Me parece que está hecho como una provocación para que reaccionemos", ha dicho Kallas

Fotografía de Olivier Matthys / EFE/EPA.

El presidente ucraniano sigue buscando apoyos en las negociaciones del plan de paz propuesto por Donald Trump. Este martes está en Roma, reunido con Giorgia Meloni. Y esa cita puede ser clave por la cierta capacidad de influencia que la primera ministra italiana tiene sobre el mandatario estadounidense.

Antes, Volodomir Zelenski ha sido recibido por el papa León XIV. Es el tercer encuentro oficial entre ambos. El pontífice le ha dicho que desea que las negociaciones terminen con una paz justa y duradera.

Foto: Vatican Media/­Simone Risoluti/Handout via REUTERS

El presidente de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en España, Alfonso Bauluz, trazó un diagnóstico alarmante sobre el estado del periodismo en el mundo, en un año marcado por el aumento de asesinatos, detenciones y ataques contra reporteros.

Bauluz recordó que en 2025 han sido asesinados al menos 67 periodistas, y que “casi la mitad en Gaza”, donde desde 2023 ya han muerto más de 200 profesionales. Señaló directamente al ejército israelí: “El asesinato de periodistas es un exterminio. Nunca habíamos visto algo semejante.”

El presidente de RSF denunció la creciente hostilidad hacia la prensa desde gobiernos de todo tipo. Aseguró que “encarcelar, perseguir, intimidar, hacer desaparecer, secuestrar y asesinar” se ha convertido en una estrategia política habitual, y citó como ejemplo la influencia de discursos populistas como el de Donald Trump, quien, dice, ha popularizado la idea del periodista como “enemigo del pueblo”.

Sobre el bloqueo informativo en Gaza, Bauluz advirtió de que “el desprecio por el Estado de Derecho del gobierno de Netanyahu es absoluto”, y lo calificó como una “deriva totalitaria y antidemocrática”.

En el caso de Ucrania, alertó de que los drones se han convertido en una gran amenaza: “Están atacando a todo lo que se mueve, y los periodistas son un objetivo más.” Recordó además que Rusia mantiene encarcelados a 26 periodistas ucranianos y a 48 profesionales rusos.

El informe de RSF también detecta un aumento de agresiones en protestas de países como Francia, Serbia, Ecuador o España. Bauluz atribuye parte de esta violencia a los discursos de odio: “Los discursos populistas hacen que algunas personas decidan tomarse la justicia por su mano y arremetan contra los periodistas.”

Preguntado por las soluciones, fue contundente: “Solo hay un método para acabar con esto: terminar con la impunidad.” Recordó que RSF ha presentado demandas por crímenes de guerra en Gaza y lamentó que incluso líderes europeos “visiten a una persona reclamada por el Tribunal Penal Internacional”.

Bauluz concluyó subrayando el deterioro global de las libertades informativas, en un contexto donde se imponen la fuerza y la manipulación digital: “La manipulación del algoritmo y el uso de las redes como herramienta de polarización y fijación de enemigos es, probablemente, el factor más preocupante.”

En Las Mañanas de RNE, Juan Ramón Lucas ha conversado con Ramón González Férriz, autor de La otra Guerra Fría (Alianza Editorial), un ensayo que analiza cómo Estados Unidos y la Unión Soviética utilizaron la cultura —del cine al pop, del jazz al realismo socialista— como arma estratégica durante el siglo XX. El autor ha recordado que la utilización política de la cultura existe “desde que el hombre es hombre”, pero que la explosión de la cultura de masas tras la II Guerra Mundial amplificó su impacto y convirtió a las producciones culturales en poderosos mecanismos de persuasión ideológica.

Férriz ha detallado cómo el bloque soviético apostó por un arte controlado, transparente y propagandístico, mientras que Estados Unidos supo aprovechar el atractivo de la modernidad, el consumo y la vanguardia para promover el modelo capitalista. Europa, ha explicado , fue "el principal campo de batalla simbólico entre ambas potencias".

A lo largo de la entrevista han aflorado episodios cargados de paradojas: Louis Armstrong defendiendo en Europa la imagen de un país que seguía siendo racista, Pasternak dividido entre patriotismo y libertad creativa con Doctor Zhivago, o la prohibición tanto de James Bond como de John le Carré en la URSS por motivos opuestos pero igualmente políticos.

El autor ha sostenido que hoy la influencia cultural sigue existiendo, pero es muchísimo menor: la batalla propagandística —afirma— se ha desplazado casi por completo a las redes sociales y al ecosistema digital. China sería el mejor ejemplo de esta transición, al combinar una industria cultural propia cada vez más poderosa con un férreo control de su mundo digital.

Férriz advierte de que la “batalla cultural”, término muy utilizado por la extrema derecha, se ha convertido en un territorio donde algunos partidos trabajan con especial estrategia e intensidad. Aun así, defiende que en democracia siguen existiendo "márgenes para la persuasión, el debate y la defensa de la libertad de expresión", aunque reconoce que "el clima de polarización dificulta el diálogo".

La entrevista ha concluido con una reflexión esencial: ¿cuánto importa realmente la cultura hoy? Para González Férriz, pese a su menor capacidad de influencia política en comparación con el pasado, la cultura continúa siendo "una vía de conocimiento, resistencia y discusión pública".