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En Argentina se vive un escándalo político y muchas dudas en torno a un robo que parece vincular a un agente secreto con la presidenta y su mayor rival político.

Las cámaras grabaron el vehículo del ladrón cuando entraba en la urbanización donde robó. Incluso se le ve la cara. El botín, una caja fuerte con documentación. Posteriormente fue identificado como miembro del servicio secreto. La casa pertenece a Sergio Massa, antiguo jefe de gabinete de la presidenta Cristina Fernández y que ahora milita en la oposición. Massa encabeza las encuestas para las elecciones primarias del 11 de agosto en la provincia de Buenos Aires por delante del candidato de la presidenta.

Robar y vender documentos históricos es delito aunque sean las fichas de identidad de casi un centenar de soldados suizos que ayudaron a los españoles a luchar en la guerra de la Independencia contra los franceses en el siglo XIX. Las ha recuperado la Guardia Civil después de detectar que un anticuario de Cádiz los vendía en una página de subastas. El precio iba desde los 200 euros a los 3.000.

La cabeza del emperador romano Marco Aurelio fue robada en febrero de la parroquia de Quintana de Marco, en León. Los útiles de escalada utilizados condujeron a la Guardia Civil hasta la provincia de Sevilla, donde al parecer los ladrones trataban de contactar con posibles compradores. También en Sevilla, la Policía Nacional ha recuperado más de 50 piezas de arte sacro, robadas desde 2006 de distintas exposiciones de Andalucía y Portugal.

Un botín millonario que puede haber acabado en una estufa. La policía sospecha que han quemado los cuadros robados del Centro de arte de Rotterdam el año pasado. Obras de Picasso, Freud o Matisse que están valorados en 18 millones de euros.

Los siete cuadros de artistas como Picasso y Monet, robados del museo Kunsthal de Rotterdam en 2012, fueron probablemente quemados por la madre de uno de los presuntos ladrones, informó la fiscalía de Rumanía, que investiga el caso.

Olga, la madre del ciudadano rumano Radu Dogaru, uno de los supuestos autores del robo, habría explicado a los investigadores que enterró los lienzos en el jardín de una casa abandonada, luego los trasladó a un cementerio y, posteriormente, los quemó en la chimenea de su domicilio.

Cada vez hay más robos en camiones y furgonetas de reparto. Lo aseguran las asociaciones de transportistas y empresas de mensajería. Dicen que también les roban gasoil de los depósitos, y que la mayoría de los asaltos se producen en las áreas de descanso