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El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha afirmado que la salida de Pemex del accionariado de Repsol no va a afectar a los  nuevos contratos de la petrolera mexicana con los astilleros gallegos. "No", ha señalado de forma tajante Peña Nieto al ser preguntado en 'Los Desayunos de TVE', y ha recordado que Pemex  "sigue siendo" la empresa del Estado mexicano, aunque con la apertura a la competencia en exploración y producción de hidrocarburos que establece la reforma energética, tendrá que competir con el sector privado. "Pemex tendrá ahora mayor competencia y tendrá la posibilidad de  mostrarse con la fuerza y la capacidad que tiene para seguir  contribuyendo en el desarrollo nacional, pero también tendrá que  afrontar competencia del sector privado, lo que va en beneficio de la  propia población, que tendrá acceso a insumos energéticos que  compitan en precio y en calidad", ha añadido. 

Pemex está presente en el accionariado de Repsol desde el principio, con un 5% del capital que duplica en 2011, año en el que estalla el conflicto. La petrolera mexicana se alía con Sacyr y su entonces presidente, Luis del Rivero, para controlar la española, presidida por Antonio Brufau. La jugada les sale mal. En 2013, el grupo mexicano se ofrece a mediar con el Gobierno argentino por la expropiación de YPF pero presenta una oferta de compensación que Repsol rechaza. En marzo y ante un nuevo intento de Pemex de tomar el control, Brufau logra que la Junta de Accionistas blinde los estatutos para así evitar la división del negocio como pretendían los mexicanos, según fuentes de Repsol.