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Polonia ha pasado en apenas un mes de levantar un muro en su frontera con Bielorrusia para impedir el paso de sirios y afganos a volcarse con la acogida de los refugiados ucranianos.  

Una amplia red de voluntarios se ha desplegado por toda la frontera y el resto del país para darles alojamiento, transporte, comida y medicinas, entre otros.

El cambio de actitud del Gobierno ultraconservador polaco ha sido de 180 grados: en el pasado se negó en redondo a acoger a los refugiados de la guerra de Siria, mientras que ahora ha abierto sus puertas de par en par y ha puesto medios para permitir la estancia de los ucranianos.

A las localidades polacas que rodean la frontera están llegando sin parar desde hace una semana decenas de miles de ucranianos que huyen de la guerra. Pero en Ucrania también había miles de extranjeros que vivían o estudiaban en sus ciudades y que se han visto obligados a ponerse a salvo en condiciones muy complicadas. Abigail y Cristian son algunos de ellos y cuentan que llegar a Polonia ha sido difícil porque, en algunos puntos, se priorizaba la salida de los nacionales y se ponía problemas a la suya. “Pensé que iba a morir. Dije, hasta aquí”. Informacion de la enviada especial de RNE, Laura Alonso, con la asistencia técnica de Sergio Jiménez.

El conflicto de Ucrania se intensifica cada día y la salida de refugiados es incesante, los últimos datos hablan de un éxodo de cerca de 700.000 personasGeorgia Trismpioti,  delegada de la Federación Internacional de la Cruz Roja en Ucrania, se encuentra en el punto fronterizo de Medika y nos cuenta en Las Mañanas de RNE que solo ayer 52.000 personas cruzaron la frontera con Polonia. “A este ritmo podría convertirse en la mayor crisis de refugiados de Europa en los últimos años”, señala Trimpioti.

Hasta ahora, los voluntarios de la Cruz Roja sobre el terreno han dado primeros auxilios a los ciudadanos que se mantienen en el país, pero también a quienes tratan de cruzar la frontera, principalmente en materia de asistencia sanitaria y proporcionando productos de necesidad básica y alimentos. Desde la organización agradecen la solidaridad de los ciudadanos y piden a los gobernantes europeos que mantengan las fronteras abiertas a ucranianos y ciudadanos de terceros países que tienen que escapar de la guerra.

Charlamos con Jurag Tomaga, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores y Europeos de la República Eslovaca, uno de los países que comparte frontera con Ucrania y que está recibiendo la llegada de refugiados.

Algunos refugiados ucranianos llegan a la ciudad polaca de Przemysl huyendo de la guerra. Para estas mujeres que han escapado con sus hijos llegar a Polonia significa sentirse a salvo, pero también ser más conscientes aún de aquellos a los que han dejado al otro lado de la frontera. Salieron de Ucrania cuando los tanques rusos entraron a su cuidad, pero los dos hijos de una de ellas y el marido de otra se quedaron para defender a su país. Viven en la casa que un ciudadano polaco les ha cedido a ellas y a otros refugiados y agradecen la acogida de los polacos y del resto de países que proporcionan ayuda. En la casa en la que viven se han juntado niños que han huido de distintas partes de Ucrania y en los próximos días llegarán aún más a la estación de Przemysl.

En siete días de conflicto abierto, 850.000 personas han abandonado ya Ucrania. Nuestros enviados especiales se encuentran en la estación principal de Przemysl (Polonia) donde llegan trenes desde Ucrania. El flujo de personas que huyen de la guerra es constante, la mayoría de los refugiados son ucranianos, pero el conflicto ha sorprendido también a importantes colonias de otros naciones que residían en Kiev: venezolanos, colombianos y ecuatorianos. Por los pasos situados al norte de Polonia, han salido sobre todo pakistaníes. El tiempo máximo que pueden permanecer en Polonia es de 15 días.

Informa Laura Alonso y Sergio Jiménez, enviados especiales de RNE

TVE continúa en uno de los pasos fronterizos situados entre Polonia y Ucrania, donde cada día se ven enormes gestos de solidaridad de la población polaca con los refugiados ucranianos. Anna, que huyó de Kiev junto a sus dos hijos, asegura que agradece "de corazón" la ayuda recibida: "Mis hijos anoche por fin pudieron respirar tranquilos".

Foto: Wojtek RADWANSKI / AFP

850 mil personas han huido de Ucrania, aunque también hay quiénes recorren el camino inverso: regresan para defender a su país. Nuestros enviados especiales han viajado en tren desde Cracovia a Ucrania y aseguran que hay dos escenas que se repiten: por un lado, personas al teléfono que consuelan a los familiares que están al otro lado de la línea, y por otro, la de quienes vuelven buscar a sus seres queridos, como es el caso de Tamila de 16 años: “Ucrania es mi país y quiero estar ahí con mi familia.” Además, otros, como Alex y sus amigos, vuelven dispuestos a luchar si hace falta. Entre los objetos destacan las chaquetas militares y las banderas ucranianas.

Informan Mónica Cartes y David Velasco, enviados especiales de RNE

Casi 700.000 personas han dejado Ucrania en los últimos siete días y 450.000 se dirigen hacia Polonia. Muchos tardan varios días en alcanzar la frontera y duermen dentro de los coches o a la intemperie, bajo la nieve y a varios grados bajo cero. Nuestros enviados especiales están en el centro de recepción de Dojovichof (Polonia) y ahí, una voluntaria ha avisado por megafonía que ya hay un autobús para Varsovia y entonces, todo son carreras y premura para recoger y subir al medio de transporte.

los micrófonos de RNE, Natalia nos ha contado que está “tranquila porque estar aquí es bastante más seguro que Ucrania.” Por su parte, un hombre pakistaní nos explica que los autobuses tienen preferencia para mujeres y niños y tiene que buscar otra forma de ir a Varsovia. Katerina no sabe a dónde ir con su familia.

Informan Laura Alonso y Sergio Jiménez, enviados especiales a la frontera con Polonia

Polonia es uno de los territorios vecinos de Ucrania que más refugiados está acogiendo. En el límite polaco-ucraniano se han desplegado varios centros de acogida y uno de ellos está en la aldea de Dothobyczow, un paso fronterizo con menor tiempo de espera que los demás, apenas 3 horas y, a diferencia de otros centros, los ucranianos salen del recinto de forma bastante ágil. El punto de acogida se encuentra a 5 kilómetros y la policía polaca ha enviado autobuses para ayudar al traslado por la nieve.

Laura Alonso y Sergio Jiménez, enviados especiales a la frontera polaca con Ucrania.

Lo que era antes un centro comercial en Korczowa, Polonia, se ha convertido en un gran refugio improvisado para los centenares de personas que llegan cada día a la frontera entre Ucrania y Polonia. Dentro del recinto, transformado en pocos días por los voluntarios polacos, conviven las tiendas de ropa con las camas plegables en las que descansan las familias tras viajes de varios días para huir de la guerra. Cada cinco minutos llega un autobús cargado con más refugiados, que rápidamente se distribuyen en otros autobuses o en coches particulares de los voluntarios para llegar al resto de Polonia y de Europa. Nos lo cuenta, desde la frontera polaca, Álvaro Caballero, enviado especial de RTVE.es

La frontera polaca es una de las que más refugiados está recibiendo. Llegan a ella miles de niños y mujeres que huyen de la guerra. En la zona se ha convertido un centro comercial en refugio improvisado lleno de camillas, mantas y donde se reparte comida para poder atender a los que llegan después de un largo viaje para salir de Ucrania. Tambén se ven muchos reencuentros emotivos entre familias que se vuelven a ver después de días sin estar en contacto.

FOTO:  EFE/ Biel Aliño

Día tras día la estación de Przemysl (Polonia) sigue abarrotada de miles de refugiados que llegan exhaustos y asustados huyendo de la guerra. Ese es el punto de llegada de quienes consiguen un tren desde Leópolis, ciudad que está a solo 100 kilómetros y a la que muchos tardan en llegar más de 40 horas.

"He pasado mucho miedo", cuenta un joven que ha caminado durante 40 kilómetros para llegar a la estación. Otra mujer también habla de "preocupación y miedo" y cuenta que es la tercera guerra de la que huye.

La gran mayoría de quienes salen se dirigen a Polonia donde aguardan colas dehasta 60 horas para poder cruzar la frontera. En uno de esos pasos, el de Zosín, están nuestrosenviados especiales, Laura Alonso y Sergio Jiménez en la parte técnica, que nos cuentan que las carpas que dan cobijo a los ucranianos refugiados están instaladas dentro del propio recinto del paso fronterizo, en “tierra de nadie”. Y en Zosín la seguridad es mucho más elevada que en otros pasos.

En esta frontera, están cruzandomuchos hombres en comparación con otros pasos, aunque casi ninguno de ellos es ucraniano, la mayoría es aparentemente pakistaní. Además, casi todos los ucranianos refugiados tienen pensando ir a Varsovia y están esperando autobuses para ir hacia allí.

Informa Laura Alonso, enviada especial de RNE a la frontera con Polonia

Según Naciones Unidasmás de medio millón de personas han salido del país en los últimos seis días, 350 mil por la frontera con Polonia. En esta frontera, en el centro de recepción de Dorohuskno dejan de llegar refugiados y es tal la cantidad de personas que han tenido que habilitar una carpa para albergar los productos de primera necesidad que ya no caben en el interior.

En este centro hay sobre todo muchos niños y los voluntarios entretienen a los más pequeños con juguetes. Muchos de ellos esperan volver a su casa en breve y otros, planean nuevas opciones de futuro, mientras esperan dónde poder quedarse.

Conocemos la historia de Catarina, informática que ha explicado a los micrófonos de RNE que sueña "con poder volver a Ucrania en breve y que todo este desastre termine", además comenta que si no puede volver, buscará trabajo en Polonia. Por otro lado, la sobrina de Ana ha comentado que "no he podido ir a mis clases de baile" y juntas se van a ir a Macedonia. Dyma explica que tienen familia en Polonia y que ellos pueden quedarse con "su tío".

Informan Laura Alonso y Sergio Jiménez, enviados especiales de RNE a la frontera con Polonia