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Más de 20.000 personas se congregaron en el Arena Cobra, el estadio del Chapecoense a la hora que debía disputarse la final de la Copa Sudamericana. En ese mismo instante, en Medellín, 54.000 seguidores llenaban las gradas del Atanasio Girardot, estadio del Atlético Nacional, para rendir, también, homenaje a las víctimas del accidente aéreo. La afición colombiana cantaba y mandaba mensajes de ánimo a los seguidores brasileños. Dos aficiones que ahora están hermanadas debidos a la tragedia.

La caravana fúnebre con los restos de Fidel Castro recorre cuba desde La Habana camino de Santiago de Cuba. Tras pasar por Matanzas, donde la esperaban miles de personas, continúo hasta Santa Clara, la ciudad donde se encuentra el mausoleo del Che, que el propio Fidel mandó construir.

La isla está de luto oficial: no se vende alcohol y los espectáculos se han suspendido, como ha podido comprobar la enviada especial de TVE, Almudena Ariza. La televisión estatal no da los buenos días ni las buenas noches. No se habla oficialmente de la muerte de Castro, sino de su desaparición pública.

Los restos del expresidente cubano resposarán en Santiago de Cuba junto a los de José Martí, héroe de la independencia de Cuba.

Un día después de la tragedia aérea del Chapecoense, la escasez de carburante gana peso entre las distintas hipótesis que se manejan para explicar por qué se estrelló el avión que transportaba al equipo de fútbol brasileño hasta Medellín.

Los investigadores parten del hecho de que la aeronave no explotó al chocar contra el suelo y, sobre todo, de una grabación de las comunicaciones de la cabina del aparato con la torre de control, que revelan que el piloto, Miguel Quiroga, pidió aterrizar de emergencia por falta de combustible. 

Las normas internacionales establecen que una aeronave debe contar con el combustible suficiente para cubrir la ruta y tener una reserva adicional, además de contar con un aeropuerto alternativo para aterrizar en caso de necesidad.

No obstante, los investigadores esperan aún a conocer el contenido de las cajas negras, que fueron recuperadas casi intactas.

Unas 3.000 personas se concentraron este miércoles en la Pequeña Habana de Miami (Florida, EE.UU.) para pedir cambios en Cuba tras la muerte de Fidel Castro.

Muchos llevaban décadas esperando este momento, y otros acudieron en representación de familiares fallecidos. Sectores más anticastristas de Miami piden que se dé marcha atrás en el proceso de restablecimiento de relaciones iniciado entre el presidente de EE.UU. Barack Obama, y Raúl Castro. Esperan que el nuevo presidente, Donald Trump, revierta esta política.

El 56% de los cubano estadounidenses que viven en Miami, sin embargo, apoyan este acercamiento, según un estudio reciente.

  • La Cámara de Representantes y el Senado han votado a favor del nuevo pacto
  • Esta resolución no ha necesitado ser aceptada a través de un referéndum
  • El nuevo acuerdo contaría con 57 de las 60 peticiones del 'no' al anterior pacto
  • El Centro Democrático critica que se ignore el resultado del referéndum