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Colombia ha empezado a deportar a 15 migrantes venezolanos que provocaron disturbios en el primer campamento urbano instalado en Bogotá, que alberga a cerca de 400.000 venezolanos del millón que ha llegado al país. Otros han sido trasladados a otras zonas por el colapso del campamento y denuncian que entre los migrantes venezolanos hay delincuencia, peleas internas y narcotráfico. 

Josué es un hondureño que vivía en el barrio hondureño de San Pedro Sula, uno de los barrios más peligrosos del mundo. Su hermano fue asesinado y a él estuvieron a punto de matarle. "Si te quedas, te van a matar, si saltas el muro, te van a matar, así que de todas maneras te vas a morir", explica a un equipo de TVE desde Tijuana (México). Aunque su objetivo es alcanzar EE.UU. con la caravana de migrantes centroamericanos, no descarta solicitar asilo en el país latinoamericano. 

Los estadouindenses se muestran divididos ante la llegada de la primera parte de la caravana de migrantes centroamericanos que partieron hace más de un mes desde Honduras camino a Estados Unidos. Desde el lado americano de la frontera, algunos ironizan sobre la "bienvenida" que les da el país con un muro forrado con un alambrado. Otros, como un guarda de prisiones, advierten de que hay criminales y narcotraficantes infiltrados en el grupo de migrantes. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha reunido este lunes con el rey Mohamed VI de Marruecos, su primer encuentro oficial desde que llegó a Moncloa, y también se ha reunido con el primer ministro, Saadeddine Al Othmani. Las dos naciones han constantado sus buenas relaciones bilaterales durante el viaje, en el que han abordado asuntos como la colaboración migratoria o la posibilidad de una candidatura conjunta para albergar el Mundial en 2030.

No hay forma de evitar la violencia en Honduras. Las calles de las principales ciudades como Tegucigalpa y San Pedro Sula, desde donde partió la ‘caravana de migrantes’, están atrapadas por el crimen y el conflicto entre bandas. La violencia se mete tambien en los hogares, donde las agresiones físicas y sexuales a mujeres y niños son frecuentes. La Agencia de Refugiados de la ONU estimó a finales de 2017 que había 174.000 personas desplazadas internamente en 20 de las principales ciudades de Honduras.

La corrupción, el temor a la discriminación y el poco acceso a los servicios de salud dejan a las víctimas sin protección ni opciones de futuro, salvo abandonar el hogar y emprender la marcha al norte. Un buen ejemplo de ello es el municipio de Nueva Capital, cercano a Tegucigalpa. Sus cinco vecindarios están controlados por las bandas criminales y sus habitantes viven en una profunda pobreza, sin servicios públicos básicos como agua, saneamiento ni electricidad.

"La gente aquí está profundamente afectada por la violencia, especialmente las mujeres. La mayoría de mis pacientes son mujeres jóvenes de entre 15 y 35 años”, explica Ámbar Assaf, psicóloga de MSF. “Sufren violencia física, psicológica y sexual. Esta última, extremadamente común. Además, muchas mujeres sufren depresión dado que, como mecanismos de defensa, han normalizado esta violencia”.

En la Ciudad de México, mucho menos afectada por el crimen violento que asola a otras partes del país, MSF está aplicando un nuevo enfoque. "Los migrantes sufren aquí situaciones similares a las que se padecen en conflictos como el de Siria y Yemen", explica Diego Falcón, psicólogo de MSF.

Los migrantes deben hacer frente a secuestros, extorsiones o a reclutamiento forzoso por parte de las bandas criminales que operan en México. “Antes durante el viaje podían atacarte y violarte. Ahora, no solo te golpean o te violan sino que te obligan a ver cómo se lo hacen a otras personas”, señala Manzano. Él y su equipo ofrecen apoyo psicosocial a los migrantes de en el Centro de Atención Integral que MSF puso en marcha en 2017 en Ciudad de México.