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Al menos 125 personas han muerto y casi 200 resultaron heridas en un brote de violencia tras un partido de fútbol en la isla de Java, Indonesia. El aforo no se respetó, ya que se vendieron 4.000 entradas de más, y la policía empleó gases lacrimógenos para atajar los disturbios dentro del estadio, algo que está expresamente prohibido por la FIFA.

La historia se ha repetido otras veces a lo largo de la historia, como el caso de Lima, en 1964, donde hubo 328 muertos durante un encuentro Perú-Argentina, o entre las más recientes, la tragedia de Puerto Saíd, Egipto, en el año 2012, que se saldó con 74 muertos. El origen de esas tragedias ha sido múltiple, pero se repiten las peleas entre hinchas, avalanchas humanas, derrumbe de estructuras y mala actuación policial. 

Informan Gabriel Herrero y Juan Carlos Soriano

Al menos 125 personas, incluidos dos policías, han muerto y casi 200 resultaron heridas en un brote de violencia tras un partido de fútbol, cuando los hinchas saltaron al campo porque su equipo había perdido, en la isla indonesia de Java. Las autoridades del país habían informado en un principio de 174 fallecidos, una cifra que han revisado a la baja tras cruzar los datos de 10 hospitales del área afectada.

Al menos 174 personas, incluidos dos policías, han muerto y casi 200 resultaron heridas en un brote de violencia tras un partido de fútbol, cuando los hinchas saltaron al campo porque su equipo había perdido, en la isla indonesia de Java, han informado este domingo fuentes policiales.

La Policía, que usó gases lacrimógenos, indicó que los disturbios ocurrieron la noche del sábado en el estadio Kanjuruhan de la ciudad de Malang, en la provincia de Java Oriental, en un partido en el que el equipo Arema fue derrotado 2-3 por el Persebaya Surabaya.

La primera ministra británica Lizz Truss se ha reunido hoy con el nuevo gobierno y ha tenido su primera sesión de control en la Cámara de los Comunes. Vladimir Putin se ha referido hoy desde Vladivostok a las sanciones impuestas por los países europeos y también a Turquía, a quien pide una revisión del acuerdo de exportación de grano desde los puertos ucranianos. Analizamos los cambios acometidos por el presidente chileno Gabriel Boric en su gabinete con el analista chileno Miguel Ángel López y nos detenemos en Indonesia, donde el descontento social por la subida de los precios y la situación económica va en aumento.

Un aldeano de Buton, Indonesia, se ha convertido en protagonista de un vídeo viral después de atrapar a un cocodrilo de más de cuatro metros cerca de su arrozal. El reptil llevaba días merodeando cerca de su aldea, Ambau Indah, y para evitar que pudiera atacar a algún vecino de la zona, el agricultor decidió inmovilizarlo con una cuerda de 3 metros.

El hombre asegura que el animal amenazaba sus campos, sus futuras cosechas y la vida de los aldeanos de la zona. “Si lo llegamos a dejar allí, no habríamos podido entrar a los campos de arroz. Por aquí también hay zanjas cerca de la carretera, lugares donde los lugareños van a pescar. Habría sido muy peligroso, así que tenía que arriesgarme”, cuenta el aldeano.

El personal de la Agencia local de Conservación de Recursos Naturales (BKSDA, en inglés) fueron los encargados de devolver al reptil a la naturaleza, a una zona menos poblada.

Las mareas altas y olas de más de dos metros de altura tienen a la ciudad de Semarang en situación de emergencia, según han notificado autoridades locales. La zona ha quedado completamente inundada. Aunque no se han registrado víctimas mortales, alrededor de 2.000 ciudadanos han tenido que ser evacuados. Los apagones eléctricos están dificultando los desplazamientos de estas familias. Tampoco se descarta que las aguas en las calles sigan creciendo, lo que significaría un agravamiento de la situación de emergencia en esa parte norte de la isla.

La veterinaria Karmele Llano, de la organización International Animal Rescue, nos habla sobre la desaparición de los bosques y de las especies endémicas de Borneo, como el orangután, en grave peligro de extinción.

Un terremoto de magnitud 7,3 ha agitado las aguas de la región central de Indonesia y ha provocado una alerta de tsunami en la isla de Flores, que posteriormente ha sido desactivada.

El movimiento telúrico, localizado a escasa profundidad del lecho marino, se sintió con fuerza en varias localidades indonesias, donde centenares de residentes abandonaron a la carrera sus hogares.

Las autoridades buscan a personas desaparecidas tras la erupción del volcán del Monte Semeru en la isla de Java. Al menos 22 personas han muerto y 27 siguen desaparecidas, pero cada vez es más complicado encontrarlos porque la lluvia apelmaza la gran cantidad de ceniza que ha expulsado el Semeru. Hay, además, 51 heridos y al menos 15 muertos. Mientras, los vulcanólogos no descartan una nueva erupción.

FOTO: REUTERS / ZABUR KARURU

Pueblos enteros han quedado sepultados en el sureste de la isla indonesia de Java tras la erupción del volcán Semeru. Al menos 14 personas han muerto y decenas han resultado heridas, la mayoría por quemaduras. Hay decenas de desaparecidos y miles de personas han tenido que ser evacuadas.

Foto: Lumajang, Indonesia (JUNI KRISWANTO/AFP)

La lava ha sepultado viviendas, cultivos, vehículos, carreteras y ha contaminado los ríos. Los servicios de emergencias buscan en once poblaciones a posibles supervivientes. De momento han conseguido salvar a 13 mineros que habían quedado atrapados en las minas de arena. Las nubes de ceniza caliente y las rocas volcánicas dificultan el rescate. Las autoridades están construyendo albergues para unas 1.300 personas que se han quedado sin casa.

Foto: Casa cubiertas en cenizas en Lumajang, Indonesia (AMAN ROCHMAN/AFP)

Los equipos de rescate trabajan para encontrar supervivientes tras la súbita erupción del volcan Semeru, en la isla de Java. 13 personas han muerto y hay decenas de heridos y desaparecidos. La ceniza y el lodo han cubierto de gris el distrito de Lumajang. Nada ha escapado a la avalancha, que ha arrasado aldeas, enterrado vehículos, secado los ríos y destruido algunos puentes estratégicos de comunicación.

Foto: Casas enterradas en ceniza volcánica en Lumajang, Indonesia (EFE/EPA/AMMAR)