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En la República Centroafricana, el papa Francisco ha hecho un llamamiento a la paz y al diálogo entre musulmanes y cristianos. Su visita a ese país ha estado marcada por unas medidas de seguridad extremas, con más de 500 policías y 3.000 cascos azules desplegados en la capital centroafricana.
 

Hemos visto una imagen poco habitual del papa Francisco: rodeado por guardaespaldas que vigilan cada uno de sus movimientos. El pontífice, como sí es habitual en él, ha querido acercarse a las personas que lo esperaban en la calle en un país fuertemente dividido. Él se ha presentado como peregrino de la paz y la esperanza y ha demostrado su poder de convocatoria.
 

  • Francisco llega a la República Centroafricana, la última y más peligrosa parada en su viaje
  • Ha sido recibido con cánticos y música regional bajo un fuerte despliegue de seguridad
  • "Vengo a la República Centroafricana como peregrino de la paz", ha escrito en su Twitter
  • Se espera que su visita rebaje la tensión entre musulmanes y cristianos, en pleno conflicto

Salen a la luz los libros "Via Crucis" y "Avaricia" que revelan supuestos casos de malversación y corrupción económica en el Vaticano. Por ejemplo, las cifras que el Vaticano pide por las beatificaciones y canonizaciones. Por ejemplo, 482.000 euros por la canonización de la española Francisca Ana de los Dolores.

El Vaticano reaccionó diciendo que las informaciones son fruto de la comisión instaurada por el propio papa Francisco para enmendar los problemas que los propios libros destapan.

La Orden San Juan de Dios, Premio Princesa de Asturias de la Concordia, lleva casi cinco siglos trabajando al lado de los más pobres. El superior de la Orden cuenta a TVE que la crisis del ébola de 2014 fue una pesadilla. Perdieron a 18 de sus miembros en Liberia y Sierra Leona, entre ellos, a los misioneros españoles Miguel Pajares y Manuel García Viejo. El hermano Pascal sobrevivió al ébola. Él, como todos los miembros de la orden tiene un voto de hospitalidad. Están obligados a morir junto a los enfermos si hace falta. De esa crisis, esperan que el mundo haya aprendido que no se puede subestimar ninguna epidemia se origine donde se origine y de la crisis actual, la de los refugiados, que hace falta una respuesta mucho más acogedora.