Las mañanas de RNE se interesa por la situación de quienes viven en medio de los ataques entre Israel y Hamás y pregunta a la Hermana Expedita, misionera de la Congregación Comboniana que trabaja con Manos Unidas en la atención a la población beduina, en especial a mujeres y niños. Se encuentra en Betania (Jerusalén), donde se ha trasladado junto a otras religiosas: "La situación es mucho más tranquila que en Gaza (...) Lo que hay es mucho miedo, la gente no sabe qué hacer, la gente está yendo a comprar muchísima comida porque no sabe lo que va a pasar". Explica que es muy difícil llevar una vida "normal", que están muy limitados, con el acceso cerrado a algunos lugares.
La hermana teme que lo que se ha construido en la zona pueda destruirse debido a los ataques "por el dolor tan grande que ambas partes están viviendo". Y añade: "Ninguna guerra es justa, ninguna guerra es una respuesta a los problemas, porque la violencia engendra solo violencia".