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Ramón sobrevivió a los atentados yihadistas que el 13 de noviembre de 2015 acabaron con la vida de 130 personas en la discoteca parisina de Bataclan. "En realidad fue un momento confuso, nos dicen que son petardos, otros que son disparos", recuerda el superviviente en TVE. Ramón cayó al suelo mientras los terroristas seguían disparando y recuerda, sobre todo, "la angustia, los gritos y la agonía". Hoy confiesa que tiene miedo de salir a la calle y que dormir "es muy difícil".

La Confederación Española de Transporte de Mercancias calcula que, sólo en transporte y logística se pueden perder hasta 25 millones de euros por cada día de bloqueo en La Jonquera. La CEOE pide al Gobierno que se coordine con Francia para desbloquear la frontera. Mientras, los transportistas siguen parados debido a las protestas independentistas.

En Francia, se ha convocado para este sábado el acto 52 de los chalecos amarillos. Una movilización que se augura masiva, porque el movimiento celebra su primer aniversario. Fue el 17 de noviembre de 2018 cuando salieron por primera vez decenas de miles de personas en todo el territorio francés. Protestaban en un principio contra una tasa sobre los carburantes, pero el movimiento pronto se convirtió en unas movilizaciones contra el ejecutivo y contra el presidente Emmanuel Macron. Nuestro corresponsal en París, Paco Forjas, nos recuerda en este reportaje cómo los chalecos amarillos han condicionado desde entonces la vida politica francesa. 

El bloqueo de la AP-7 está causando graves trastornos al trabajo de los transportistas que permanecen atrapados en la zona con sus camiones sin poder avanzar y entregar sus mercancías, en muchos casos, alimentos perecederos. La patronal del transporte cifra en quince millones diarios las pérdidas cuando ese paso se colapsa. Foment del Treball le ha pedido al presidente de la Generalitat, Quim Torra, que garantice la movilidad.

La policía francesa ha desalojado este jueves a 1.606 migrantes y demandantes de asilo que vivían en dos campamentos de tiendas de campaña en la periferia noreste de París, informa Efe.

Alrededor de 600 agentes de las fuerzas del orden, además de personal de los servicios sociales, han participado en el desmantelamiento de estos dos campamentos, que se encontraban en las proximidades de la Puerta de la Chapelle, entre París y la ciudad de Saint Denis.

Los desalojados, entre los que hay menores, han sido conducidos en autobuses a gimnasios de toda la región parisina para ser alojados y para que se puedan tratar sus casos personalmente. Los que no tengan papeles serán expulsados. 

La operación de evacuación de este jueves es la 59ª en París desde 2015. El prefecto de Policía, Didier Lallement, ha reconocido que, por la cantidad de personas evacuadas, se trata de una operación nunca vista en la capital francesa.

En Francia, el ejecutivo del primer ministro Edouard Philippe endurece su política migratoria. Las nuevas medidas introducen una gran novedad: la imposición de cuotas para los inmigrantes económicos en algunos sectores. Además, el nuevo plan del ejecutivo francés hace más dificil el acceso a la sanidad para los solicitantes de asilo, y lo reduce para las personas cuya solicitud de asilo haya sido rechazada. Estas medidas representan para las ONGs "un retroceso sin precedente" en la asistencia a los inmigrantes, mientras muchos analistas lo ven como una forma del presidente Macron de debilitar a la extrema derecha de Marine Le Pen. Nos da todos los detalles de esta nueva política nuestro corresponsal en París Paco Forjas.

A menos de un mes de que se celebre en Madrid la cumbre del Clima de la ONU, y despues de que EEUU haya anunciado su abandono del acuerdo de Paris, Francia y China han reiterado este miércoles su compromiso contra el cambio climático. Lo han hecho mediante un comunicado conjunto en el que recuerdan, además, la importancia de luchar unidos contra la emisión de gases de efecto invernadero.

El gobierno francés endurece su política migratoria para tratar de combatir a la extrema derecha. Va a presentar hoy un plan con cuotas a la información económica en función a las necesidades de cada sector laboral. Se trata de una veintena de medidas que buscarán el control de flujo migratorio desde los cruces fronterizos y una concesión de visados más controlada. Regulará la entrada de inmigrantes no por procedencia si no por objetivos y profesión, algo que según la izquierda francesa estigmatiza a los que llegan a Francia en busca de asilo, trabajo o ayuda.

El sentido del discurso ha cambiado por completo desde 2017 ya que Macron era un firme partidario de evitar esas cuotas de inmigrantes y desde hace meses, el gobierno que preside Philippe, afirma que no hay que tener miedo a la implantación de cuotas para nuevos inmigrantes en Francia.

Francia decidirá cada año a cuántos inmigrantes permite la entrada en función de su mercado laboral. Un sistema de cuotas para trabajos que no encuentran mano de obra cualificada. Es una de las nuevas medias migratorias que mañana anunciará el gobierno francés.

Lo adelantaba hace ya unos días el primer ministro Eduardo Philip en un controvertido debate: "No tenemos miedo a pensar en cuotas para inmigrantes". Habrá cupos de inmigrantes por profesiones. Es decir, se darán visados a aquellos que vengan a Francia a trabajar en empleos que no están cubiertos. Y se calcula que serían unos 150.000. Algunos menos cualificados, como electricistas y obreros de la construcción; también se necesita personal en restauración y hostelería. Y profesionales altamente cualificados, como ingenieros informáticos.
El sistema de cupos es una de las 20 medidas que el Gobierno anunciará este miércoles para controlar la inmigración. El año pasado Francia acogió a 256 mil inmigrantes.
Muchos hablan ya de un giro a la derecha en la política migratoria de Macron. En un momento, además, en que el Presidente aparece virtualmente empatado en los sondeos con la ultraderechista Marine Le Pen. En la última campaña electoral Macron rechazó por completo las cuotas para inmigrantes. Solo ha necesidado dos años para cambiar de opinión.

Niza, la capital de la Costa Azul, ha sido una de las localidades más golpeadas de Francia por la tormenta Amelie. Y donde decenas de bomberos han trabajado, durante el fin de semana, para rescatar a una mujer de 71 años, desaparecida tras las lluvias torrenciales.