Mientras se ultiman los preparativos para la cumbre entre Trump y Putin este viernes, los cristianos ortodoxos de Alaska se reúnen para rezar por la paz en Ucrania. "Nuestra esperanza es que Dios toque el corazón de los involucrados y que eso conduzca a un alto el fuego", señala el arzobispo Alexéi.
El martes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, hablaron por teléfono para concretar algunos de los detalles de una reunión que se ha planificado con prisas y que no da garantías de que lleve al fin de la guerra. Desde Washington lo ven como un ejercicio para que Trump escuche los planteamientos de Putin, lo que adelanta que la reunión no dará con un acuerdo definitivo para terminar el conflicto.
Para el presidente estadounidense, Donald Trump, la cumbre es una oportunidad para mostrarse al mundo como un gran pacificador. Entretanto, en el campo de batalla, las fuerzas rusas han lanzado una ofensiva imprevista contra Dobropillia, al este de Ucrania. Un ataque que podría estar dirigido a aumentar la presión sobre Kiev antes de posibles conversaciones bilaterales.
Foto: KERRY TASKER