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¿Lo que empieza a hacer hoy Japón con las aguas de la central de Fukushima es seguro? Lo es, según Germán Orizaola, profesor de Zoología en la Universidad de Oviedo, experto en Radioecología, justamente en la zona de Chernóbil: "Todo el conocimiento científico, todos los informes técnicos, la Agencia Internacional de la Energía Atómica certifica que es seguro... No hay ningún trabajo que haya visto en el que el tritio, en las cantidades en las que se va a liberar, ejerza ningún perjuicio a nivel biológico. Es es seguro, sino no se haría", ha explicado en Las Mañanas de RNE. La liberación hacia el océano Pacífico se irá realizando a lo largo de los próximos 30 años y se irá monitorizando el posible impacto: "Es para que la cantidad de tritio que se va a liberar al ambiente esté mucho más diluida. Es un proceso muy lento. La liberación va a ser muy pequeña. Se van a liberar en unos niveles de dilución muchísimo menores a los que de manera natural tiene ya el Océano Pacífico". Lo que se está diluyendo es lo último que queda después de haber filtrado todo el agua que ha estado implicada alrededor del accidente que ocurrió tras el tsunami en la central de Fukushima: "La única sustancia que no se puede filtrar de ese agua es el tritio. El tritio no es capaz de penetran la membrana de las células y, por tanto, dañarlas", explica el profesor. "Hay que tener en cuenta qué tipo de compuesto radiactivo se liberar y la dosis: en este caso, ambas son totalmente seguras. Si no fueran seguras no se haría, para eso tenemos un organismo regulador", insiste. ¿Por qué las autoridades de los países vecinos son recelosas de esta acción? Orizaola apunta a que entrarían intereses geopolíticos o de economía a otros niveles: "La propia Corea del Sur, que está quejándose, libera más tritio de sus centrales nucleares al medioambiente de las que se va a liberar con esta acción de Japón. El problema es que esas quejas acaban condicionando a la opinión pública. Deberíamos centrarlo en lo que dice el conocimiento científico. Todo el conocimiento científico del que disponemos indica que el impacto de esta acción va a ser nulo, si es una cosa que se hace de manera regular".

Japón ya ha comenzado a verter al Pacífico agua contaminada procedente de la accidentada planta nuclear de Fukushima. Antes de ser derramada al mar, se ha eliminado del agua la mayor parte de su contenido radiactivo, a excepción del tritio. Nieves Sánchez Guitián, presidenta de la Asociación Profesional de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección Radiológica, aclara que "el tritio se conoce bien, se sabe su efecto, y hay una concentración aceptable dentro de los límites que establece el Organismo Internacional de la Energía Atómica". "Tiene que ser una dilución suficientemente lenta, que dure tanto como el desmantelamiento de la planta, 30 ó 40 años, lo necesario para que el medio ambiente vaya absorbiendo el tritio dentro de un riesgo admisible", añade Sánchez Guitián, que insiste en la necesidad de transparencia "para conocer los datos y generar confianza".

Japón ha comenzado este jueves a verter al Pacífico agua contaminada procedente de la accidentada planta nuclear de Fukushima tras ser tratada para retirarle la mayor parte de residuos radiactivos, un proceso que se prolongará durante varias décadas y que sigue generando protestas dentro y fuera del país.

El vertido comenzó después de que se realizaran las últimas comprobaciones en cuanto a las bombas de agua y se abrieran algunas válvulas de forma manual, según ha anunciado la empresa responsable de la accidentada central, TEPCO.

FOTO: Imagen aérea de la central de Fukushima. KYODO/AP

¿Cómo se desmantela una central nuclear? El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear ha acordado hoy instrucciones técnicas complementarias para el desmantelamiento de la central Santa María de Garoña en Burgos. Esta central de energía nuclear de Garoña se inaguró en 1971 y cesó su actividad en 2013. La semana pasada empezó el trabajo de desmontaje, descontaminación y demolición de las instalaciones. Manuel Rodríguez Silva, director de operaciones de la Empresa Nacional de Residuos Radioactivos (ENRESA), nos explica en qué consisten y cómo se están llevando estos trabajos.

En la ciudad de Zaporiyia, debido a su cercanía a la central nuclear, las autoridades preparan a los periodistas para una posible catástrofe, con la idea de que luego lo difundan a la población. En el Centro de Solidaridad Periodística les indican dónde deben dirigirse en caso de producirse el accidente, los puntos de evacuación de la ciudad y los elementos imprescindibles que deben llevar en la maleta, que van desde agua y comida, hasta una radio o un pequeño botiquín.

Nos lo cuenta el envuiado especial de RNE, Fran Sevilla.