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Nueva jornada de protestas en Colombia, y van nueve consecutivas, sin que el diálogo nacional que está promoviendo el presidente Duque, logre aplacarlas. Las consecuencias de los paros y los bloqueos afectan ya a los suministros. Empiezan a escasear algunos alimentos, la gasolina e incluso el oxígeno, cuando el país atraviesa el peor momento de la pandemia. En algunas de las ciudades más afectadas se han logrado abrir corredores humanitarios. La chispa que prendió la mecha de la indignación fue una reforma fiscal, ya retirada, pero el malestar es mucho más profundo. El presidente colombiano no recibirá a los organizadores de las protestas hasta el lunes y no contempla sentarse directamente con los jóvenes, los que están pagando un precio más alto por salir a protestar. Organizaciones de derechos humanos hablan de 31 muertos en las manifestaciones, la Defensoría del Pueblo, de 24, y la Fiscalía lo rebaja a 11 y asegura que solo 3 murieron a manos de los cuerpos de seguridad. La comunidad de colombianos en la capital de España se ha manifestado para denunciar la situación que vive su país. Al grito de "SOS Colombia", miles de manifestantes con banderas y camisetas de la selección de fútbol colombiana se agolparon en las inmediaciones del parque madrileño del Retiro, protestando contra la represión policial y pidiendo la derogación de la reforma tributaria del presidente Iván Duque.

Después de ocho días de protestas y graves disturbios, las autoridades colombianas han reconocido la muerte de al menos 24 personas y cerca de 1.000 heridos. Las protestas continúan vivas y el fiscal general va a imputar a agentes de Policía por tres homicidios. Los manifestantes pueden presumir ya de dos victorias: la retirada de la reforma tributaria y la dimisión del ministro de Hacienda, pero también exigen una renta básica, la defensa de la producción nacional y un plan de vacunación masiva.

FOTO: JUAN BARRETO / AFP

En Colombia llevan ocho días de movilizaciones y la presión contra el Gobierno no afloja. Las ONG hablan de 40 manifestantes muertos, 400 detenidos y hasta 100 desaparecidos.

Los disturbios recorren el país de lado a lado mientras aumentan las denuncias por la brutalidad de la policía. Denuncias que estarían detrás de las cifras de muertos que se manejan y que generan incluso discrepancias entre las instituciones públicas. La Fiscalía señala 11 fallecidos tras ocho días de protestas mientras que la defensoría del pueblo habla de 24 y algunas organizaciones sociales dicen que tienen constancia de al menos 31 muertos.

Las organizaciones sindicales y políticas siguen en las calles para exigir un cambio de políticas al presidente Ivan Duque y sobre todo, para exigir el fin de la represión policial. En el centro de Bogotá, los antidisturbios usaron gases lacrimógenos para alejar a un grupo de gente que intentaba acercarse al Congreso, un edificio situado junto a la Casa de Nariño, la sede de la presidencia. El gobierno insiste en que las protestas tienen que cesar, que hay ciudades donde hay problemas de abastecimiento de comida y combustibles y que todos los colectivos deben acudir al diálogo nacional convocado por el presidente, aunque los organizadores del paro no serán recibidos hasta el lunes.

Gritos contra el gobierno en las calles de Bogotá durante la jornada de Paro Nacional - huelga general- en Colombia. Los manifestantes denuncian la brutalidad con la que la policía ha reprimido las protestas durante los últimos 7 días. Las autoridades reconocen 24 muertos, pero algunas ONGs aseguran que hay más de 30 y 800 heridos. El Presidente, Iván Duque, ha anunciado que creará un espacio de diálogo nacional, pero ha cargado contra los manifestantes que han quemado decenas de estos CAI, pequeños centros de atención policial y otros edificios. El detonante de las protestas fue su reforma tributaria. Sin embargo, la situación ya era explosiva por la crisis económica agravada por la pandemia, que ha dejado más de 75.000 muertos. Y a este clima de descontento social se suma que, a pesar del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, muchos guerrilleros desmovilizados han sido asesinados y otros se han negado a dejar las armas.

Las protestas contra la reforma tributaria del Gobierno continúan una semana después en Colombia. Esta noche, manifestantes furiosos con la Policía han intentado quemar la comisaría del barrio de La Aurora, en Bogotá, donde había una decena de agentes, y otras tres comisarías han sido incendiadas. En la capital colombiana 30 civiles y 16 agentes han resultado heridos en una nueva jornada de violencia que, según el presidente Iván Duque, ha sido causada por “unos pocos desadaptados”. Duque ha propuesto ahora un diálogo nacional para construir soluciones y ha prometido investigar la actuación policial denunciada por la ONU y la Unión Europea.

FOTO: Schneyder MENDOZA / AFP

La retirada de la polémica reforma tributaria del presidente Iván Duque no ha frenado las protestas por la desconfianza hacia el Gobierno colombiano. Los últimos en sumarse han sido los transportistas que han bloqueado calles y carreteras, empieza a haber desabastecimiento.

Este lunes 3 de mayo, Cinco continentes conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa con una edición especial del programa realizado desde el Salón de Actos de la Universidad de Alcalá. María Eulate cuenta como invitados con el presidente y la presidenta de Reporteros Sin Fronteras en EspañaAlfonso Armada y Edith Rodríguez Cachera, y conversa, entre otros, con los periodistas exiliados en nuestro país Belal Arder, de Egipto, y Mario Reyes, de Cuba.
 

A pesar de las promesas del presidente, Iván Duque, que el viernes se mostró dispuesto a revisar el proyecto de reforma fiscal, decenas de miles de colombianos salieron este sábado a la calle por cuarto día consecutivo para exigir su retirada. En Bogotá, los disturbios comenzaron a última hora de la tarde en la Plaza de Bolívar y se extendieron a otros puntos de la capital. Una multitud que había llegado hasta la residencia privada del presidente, fue dispersada por la policía con gases lacrimógenos. Ante la gravedad de la situación, Duque ha anunciado que se apoyará en las fuerzas armadas para impedir las alteraciones del orden público. Las protestas ocurren desde hace tres días justo cuando el país enfrenta el tercer pico de la pandemia. Foto: EFE/Mauricio Dueñas Castañeda


 


 

En Colombia, centenares de líderes sociales y dirigentes de comunidades indígenas han sido asesinados en los últimos años. Una delegación de verificación de derechos humanos de Asturias acaba de volver del país, y denuncia el clima de violencia que persiste en Colombia. Nuestro compañero Eduardo Sanz ha podido hablar con algunos de sus integrantes.

Hoy en solidaridad hablamos con la Delegación Asturiana de Verificación de los Derechos Humanos en Colombia, que visitaron el país a finales del pasado mes, y parece ser que cada año es peor: un acuerdo de paz que se incumple por parte del actual gobierno de Iván Duque, que ya ha indicado en repetidas ocasiones que no cree en él.

Violencia en aumento, solo en su periodo más de 736 asesinatos dirigentes sociales, de los firmantes de proceso de paz ex-combatientes de las FARC 270 asesinados y más de 1.400 siguen encarcelados sin cumplir los compromisos de amnistía...Invitados; Javier Arjona de Soldepaz Pachakuti, Lucia muñoz Diputada de Unidas Podemos en el Congreso y Beatriz Merás de Asamblea Moza d´Asturies.

Elsa guarda en su casa las cenizas del cadáver de un desconocido. Hace un año que su madre falleció en Guayaquil como consecuencia del coronavirus, fue entonces cuandole dieron la urna equivocada. De repente se encontró con dos cadáveres. Después de exhumar el cuerpo sepultado, los resultados de ADN confirmaron que su madre había sido enterrada en un cementerio de la ciudad. La fiscalía ha abierto una investigación. La ciudad de Guayaquil colapsó en abril del pasado año. Cientos de cuerpos quedaron apilados en contenedores refrigerados ubicados en las afueras de los hospitales. Desde entonces hay más de sesenta cadáveres y varias urnas con cenizas que permanecen sin identificar.