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Hay países de los que se habla poco hasta que la desgracia los pone en el mapa, y otros que por motivos diferentes pasan desapercibidos, pese a ocupar un lugar estratégico. Nos estamos refiriendo a Omán, uno de los ocho países de la península arábiga. Comparten el petróleo y un sistema político similar. Pero Omán es un ejemplo de estabilidad, la excepción en una zona tantas veces conflictiva. Es el vigía del estrecho de Ormuz: apenas 50 kilómetros por los que sale el petróleo que mueve al mundo. Un eventual cierre de los canales de paso, provocaría la subida del precio del barril hasta límites insospechados. De ahí la importancia de este centinela tranquilo. Sus habitantes han pasado del medievo al siglo 21, en apenas 40 años. Los mismos que lleva al frente del Estado el Sultán Qaboos. Hemos estado allí para contárselo.

La televisión iraní ha desmentido las informaciones sobre la liberación de Sakineh Mohammadi Ashtiani, condenada a muerte por adulterio. La confusión llegó por unas imágenes en las que aparece junto a su hijo y su abogado en su propia casa, pero Press TV ha dicho que son parte de una recreación del crimen que confesó.

Sakineh Ashtiani tiene 43 años y es madre de dos hijos. Un tribunal iraní la condenó a morir lapidada después de hallarla culpable de adulterio durante su matrimonio. Era su segunda sentencia condenatoria, porque ya en 2006 fue castigada a recibir 99 latigazos por haber mantenido una relación ilícita, según las leyes iraníes, con dos hombres siendo viuda. Su condena a morir lapidada provocó una ola de indignación por todos los países occidentales. La presión internacional hizo que en septiembre de este año otro tribunal conmutara la pena de lapidación por otra a morir en la horca. Al parecer, la liberación de Sakineh Ashtianí, su hijo y su abogado se ha producido tras el pago de una fianza, cuya cantidad aún no se ha dado a conocer.

China ha concedido su primer Premio de la Paz Confucio al ex vicepresidente taiwanés Lien Chan, por su trabajo a favor de la reconciliación con Pekín, dos días antes de la entrega del Nobel de la Paz en Oslo. Lien, presidente honorario del Kuomintang o Partido Nacionalista de Taiwán, ha sido elegido por haber tendido un puente de paz entre la China continental y Taiwán. Por otro lado, ha vuelto a reiterar su negativa al elegido por Oslo y trata de evitar que su familia acuda a la ceremonia.