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En Afganistán, las tropas de Estados Unidos están en situación de alerta por posibles represalias después de la matanza de 16 civiles, entre ellos nueve niños. Hay un sargento estadounidense detenido aunque algunos testigos afirman que hubo más militares implicados. La tensión en las relaciones entre Estados Unidos y Afganistán ha alcanzado un punto crítico.

La canciller alemana, Angela Merkel, se encuentra en Afganistán en visita sorpresa. La canciller alemana ha llegado a la localidad de Masar i Sharif, base de las tropas germanas en el norte de Afganistán, donde ha rendido en primer lugar homenaje a los militares caídos ante el monumento del cuartel.

Merkel tenía previsto desplazarse también en helicóptero a la base alemana de Kunduz, aunque esta parte del programa ha debido ser suspendida debido a las deficientes condiciones climatológicas que dificultaban el vuelo.

Fuentes de la cancillería señalan que, pese a la amenaza de protestas en todos el país por el múltiple crimen del domingo, en el que un soldado de EE.UU. mató a 16 civiles, la canciller alemana ha decidido llevar a cabo su visita, planificada al parecer con bastante antelación.

El movimiento talibán afgano ha prometido "vengar" la muerte de 16 civiles en Kandahar a manos de un soldado de EE.UU., ocurrida este domingo. Según el comunicado publicado en internet, y recogido por AFP y EFE, los talibanes garantizan "a los herederos de las víctimas que nos vengaremos de estos invasores y asesinos y castigaremos sus acciones bárbaras".

Los talibanes, que el domingo cifraron en 45 las víctimas mortales y aseguraron que la matanza fue perpetrada por varios soldados, han pedido a las "organizaciones de derechos humanos" que ayuden al pueblo afgano a poner fin a "estos crímenes".

"Si los autores de la masacre tenían un problema mental, esto supone una transgresión moral del Ejército de EEUU, porque está armando a lunáticos que disparan contra los afganos indefensos sin pensárselo dos veces", afirma la nota, siempre según las agencias internacionales.

La embajada de Estados Unidos en Kabul ha alertado a sus ciudadanos en un comunicado de que han aumentado los sentimientos anti-estadounidenses y de que se esperan protestas, especialmente en las provincias del sur.

Por su parte, el presidente de EE.UU., Barack Obama, ha llamado a su homólogo afgano, Hamid Karzai, para expresar sus condolencias por lo que las autoridades afganas consideran un acto "imperdonable".

Barack Obama se ha comprometido con el presidente afgano a esclarecer la muerte de 16 civiles en Kandahar, en un ataque, al parecer indiscriminado, de un militar de Estados Unidos. La OTAN investiga el incidente y asegura que el autor está ya detenido y es el único implicado, aunque algunos testigos hablan de varios asaltantes.

Una matanza de civiles en los alrededores de una base militar estadounidense en Kandahar, uno de los principales feudos de los insurgentes afganos, ha sido calificada por el presidente Karzai como un "asesinato". Los mandos de la ISAF temen represalias violentas como las registradas tras la quema de coranes a finales de febrero. El presidente Obama ha manifestado que está "profundamente consternado"

Seis militares de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) han muerto por la explosión de un artefacto en el sur del país asiático, según ha informado la organización militar en un comunicado. Aunque no ha dado detalles sobre la nacionalidad de las víctimas, se cree que las víctimas podrían ser los seis soldados británicos desaparecidos en Helmand.

Al menos nueve personas, la mayoría civiles, han muerto este lunes en un ataque suicida registrado cerca del aeropuerto de Jalalabad, en el este de Afganistán, según ha informado a Efe una fuente oficial. Los datos son confusos en lo que se refiere a la cifra de heridos. Mientras la agencia Efe indica que hay una docena, France Presse apunta a ocho heridos.

El terrorista conducía un Toyota Corolla e hizo estallar la carga explosiva al aproximarse a un puesto del Ejército situado junto al aeropuerto de esa ciudad, capital de la provincia de Nangarhar, según ha comentado el portavoz del gobierno provincial, Ahmad Zia Abdulzai.

Según esta fuente, los fallecidos son seis civiles, dos guardas de seguridad y un soldado, mientras que entre los heridos hay al menos tres miembros de la misión de la OTAN en Afganistán, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF).

Al menos nueve personas, la mayoría civiles, han muerto este lunes en un ataque suicida registrado cerca del aeropuerto de Jalalabad, en el este de Afganistán, según ha informado a Efe una fuente oficial. Los datos son confusos en lo que se refiere a la cifra de heridos. Mientras la agencia Efe indica que hay una docena, France Presse apunta a ocho heridos.

El terrorista conducía un Toyota Corolla e hizo estallar la carga explosiva al aproximarse a un puesto del Ejército situado junto al aeropuerto de esa ciudad, capital de la provincia de Nangarhar, según ha comentado el portavoz del gobierno provincial, Ahmad Zia Abdulzai.

Según esta fuente, los fallecidos son seis civiles, dos guardas de seguridad y un soldado, mientras que entre los heridos hay al menos tres miembros de la misión de la OTAN en Afganistán, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF).