Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

El exalcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que estaba al frente del equipo de gobierno del Ayuntamiento cuando se produjo el atentado yihadista del 11M, que dejó 192 muertos y cerca de 1.900 heridos, entrevistado en La Hora de La 1 en el programa especial con motivo del 20 aniversario del atentado, que "nunca es fácil volver a Atocha" especialmente cuando ve a la gente saliendo de los vagones y recuerda a aquellos que no pudieron. "No quiero olvidar, tenemos una deuda con las víctimas y una parte de esa deuda consiste en mantener la memoria viva", ha dicho antes de recordar cómo vivió ese día: "Estaba en mi casa, me llama mi concejal de Seguridad, Pedro Calvo, diciendo que había estallado una bomba y que pensaba que a lo mejor había un muerto". También ha recordado cómo tuvieron que instalar la morgue en el Ifema, porque no había capacidad suficiente en el Instituto Anatómico Forense. "Teníamos muy presente lo que había pasado con el YAK-42, donde al intentar agilizar la identificación se cometieron errores", ha admitido. De aquel día dice que recuerda por ejemplo que los cuerpos estaban en las bolsas y los familiares insistían en llamarles y los teléfonos móviles sonaban dentro de las bolsas". Aquel día, ha asegurado que lloró aunque no podían "parar ni un minuto" y que no se avergüenza de ello. El pueblo de Madrid, ha asegurado Ruiz-Gallardón, fue "formidable" y "nos representó a todos los españoles" porque siguió "sin racismo, ni xenofobia" y en eso fracasaron los yihadistas. Foto: EFE/Juanjo Martín.

Casi tres años después de los atentados del 11-M, el 15 de febrero de 2007, el juez Gómez Bermúdez, daba comienzo al juicio en la Audiencia Nacional por los atentados. El 17 de julio de 2008, el Tribunal Supremo da por cerrado el proceso. Hoy, cuatro condenados siguen en prisión: tres en España y uno en Marruecos. El resto de los condenados están en libertad, 20 años después. Un total de 29 acusados de los cuales 21 fueron condenados, algunos con penas de hasta más de 42.900 años. Si bien, a las víctimas les dejó un sabor agridulce, pues pedían condenas y penas más altas.

Ni la Audiencia Nacional ni el Supremo establecieron a los autores intelectuales del 11-M, al considerar que murieron en el suicidio del piso de Leganés. “No se pudo demostrar y no se pudo condenar a los autores intelectuales: no porque hayan sido otros, sino por falta de pruebas”, explica Javier Zaragoza, fiscal jefe del 11-M. Lo cuenta Araceli Sánchez.

El 11 de marzo de 2004, numerosos profesionales respondieron con rapidez y eficacia a una tragedia de dimensiones inimaginables. Los equipos de emergencia del SUMA y del SAMUR, Bomberos, Cruz Roja, Policía municipal y nacional... y los ciudadanos también, vecinos que ayudaron como pudieron tras unos atentados que esa mañana causaron cerca de 1900 heridos y 192 víctimas mortales. Con algunos de los profesionales de emergencias que se movilizaron aquel 11 de marzo ha hablado Chema Puente.

El coronel Francisco Vázquez, jefe de la Unidad de lucha contra el terrorismo de la Guardia Civil, y el profesor Francisco Reinares, experto en terrorismo, analizan qué pasó en el 11M, qué errores se cometieron y qué se ha aprendido durante estos años para evitar que algo así pueda llegar a repetirse. “Hemos habilitado unas capacidades que pretenden básicamente dos cosas: intentar prevenir que individuos se radicalicen y anticiparnos en los estadios previos”, ha dicho el coronel Vázquez en conversación con Iñigo Alfonso y con Fernando Reinares. El profesor reflexiona sobre los fallos, “porque la Policía los conocía”, y añade sobre la situación actual: "Se ha producido una extraordinaria transformación del fenómeno yihadista, que tiene que ver con el ascendiente migratorio de quienes se implican". Ambos coinciden en que España ha aumentado muchos sus capacidades tras lo ocurrido hace ahora dos décadas. 

Íñigo Alfonso se ha desplazado hasta la estación de Atocha para recordar el 20º aniversario de los atentados del 11M en Madrid en un programa especial que ha comenzado con un diálogo con dos víctimas: Marisol Pérez, que perdió a su hijo Rodrigo, y Gonzalo Villamarín, superviviente de la tragedia.

Además, el exalcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha recordado cómo vivió una de las mañanas más duras de la capital de España, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha criticado la gestión informativa del Gobierno del PP. También hemos analizado la investigación judicial con el que fue Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, y con el presidente del Tribunal del juicio del 11M, Javier Gómez Bermúdez. Por último, cerramos el programa con un diálogo entre el Coronel Vázquez Aznárez, jefe de la Unidad Central Especial 2 del Servicio de Información de la Guardia Civil, y Fernando Reinares, investigador asociado del Real Instituto Elcano y catedrático de Ciencia Política y Estudios de Seguridad en la URJC.

Tanto el 11-S estadounidense como el 11-M fueron dos masacres que propiciaron cambios importantes en la lucha antiterrorista, tanto en España como fuera de nuestras fronteras, después de que nuestro país librara en solitario una batalla contra la banda terrorista ETA. En 2004, los atentados del 11-M hicieron que España se topase con un tipo de terrorismo al que apenas habíamos prestado atención.

A raíz del atentado del 11-S, comenzó la mejora en la coordinación internacional. Los atentados del 11-M propiciaron mejores en los métodos de investigación, dirigidos a más prevención. A ello han contribuido cambios legales en el Código Penal y en la Ley de Enjuiciamiento Criminal: nuevos recursos para combatir una amenaza que ha variado en los últimos 20 años. En la última década, el perfil y el proceso de radicalización de los yihadistas ha cambiado, según una investigación del Real Instituto Elcano. Por ejemplo, hasta el año 2014, ninguna mujer había sido condenada en nuestro país por este tipo de actividades: a día de hoy corresponden casi al 12%, explican. También se detecta un rejuvenecimiento en el fenómeno de la radicalización, ya que 1 de cada 4 personas que empieza a militar en la Yihad global son menores de edad, apuntan desde el Real Instituto Elcano. Otro cambio tiene que ver con el sorpraso del Daesh a Al Qaeda como principal grupo de captación, además del aumento de actuaciones de lobos solitarios vinculados con organizaciones terroristas.

El presidente del tribunal del juicio del 11M, Javier Gómez Bermúdez, asegura que los afectados por los atentados han recibido justicia, pese a que recalca que "a una víctima, por mucha justicia formal que se le dé, no puede olvidar lo que ha ocurrido que es un drama incalificable". Gómez Bermúdez habla también sobre cómo las teorías de la conspiración ralentizaron y dificultaron la investigación judicial, aunque considera la verdad judicial permitió conocer más del 95% de lo que ocurrió. "Las teorías de la conspiración son muy atractivas porque, aunque no tengan ninguna base, dan una explicación a lo que para una mente normal es inexplicable", asegura el magistrado.

El fiscal jefe de la Audiencia Nacional en el juicio del 11M, Javier Zaragoza, recuerda la presión con la que trabajaron los profesionales que llevaron a cabo la investigación judicial de los atentados. “La instrucción judicial apuntaba en un dirección y la presión mediática y política apuntaba en una distinta. Parecía que era obligado llegar a la conclusión de que había sido ETA y no el yihadismo”, asegura Zaragoza, que subraya que las pruebas eran contundentes. “Judicialmente, no había ninguna vía ni ninguna pista que nos condujese hacia la organización terrorista ETA”.

Zaragoza cree que la investigación fue buena pese a que no se pudo clarificar la autoría intelectual de los atentados. “Todos sabíamos o de alguna manera, por las informaciones que se manejaban, que quien de alguna manera autoriza o prepara la situación para que pueda cometerse un atentado fueron los mensajes que se lanzaban desde Al-Qaeda, que situaban a España efectivamente como objetivo de una acción terrorista”.

Alberto Ruiz Gallardón, exalcalde de Madrid, recuerda en Las mañanas de RNE que Atocha era un hospital de campaña cuando llegó, minutos después de las primeras bombas, y ensalza la labor de los sanitarios y la actitud de los ciudadanos: “Uno de los objetivos era que en Madrid dejase de ocurrir lo que ya no ocurría en otros sitios. Aquí había una convivencia ejercida con militancia. No había racismo y eso no justificaba el discurso de odio. Querían romper esa convivencia y no se produjo, al contrario”. Gallardón cree que nunca se ofrece suficiente justicia a las víctimas y lamenta la brecha social y política que se produjo tras la masacre: “Si después se produjo división, no fue una cosa que naciese de los ciudadanos, sino de quienes deberían haber identificado ese sentimiento generoso y no lo hicieron (…) Creo que se rompió algo que no debió romperse nunca, aunque solo fuera por respeto a las víctimas”. A la pregunta de si su partido cometió errores tras el 11M, responde: “Errores, sin duda ninguna, se cometieron por todos lados y han sido reconocidos. También, cuando se gritaba en las puertas de Génova, “es vuestra guerra y son nuestros muertos”, también quiero pensar que había un error. Todos deberían mirar hacia atrás para aprender cosas que nunca se debieron producir en España”. Gallardón concluye que no ha pasado página porque, tras algo así, "es imposible hacerlo".  

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, cree que los que propagaron las teorías de la conspiración del 11M no han asumido responsabilidades 20 años después. “Esas teorías iban en la línea de la no aceptación de un resultado electoral. Me preocupa que no hayamos aprendido y creo que, a día de hoy, vivimos en ese estado permanente de crispación. El Partido Popular todavía no ha aceptado el resultado de las urnas del 23 de julio”, afirma el ministro, que ha criticado la gestión informativa del Gobierno de Aznar durante los atentados. “El Gobierno no estuvo a la altura de las circunstancias. No nos informó como debía hacerlo. La línea de investigación sobre el terrorismo yihadista era más clara de lo que nos decía”.

Íñigo Alfonso comienza el programa especial del 20º aniversario del 11M recorriendo la estación de Atocha con dos víctimas de los atentados: Marisol Pérez, que perdió a su hijo Rodrigo, de 20 años, y Gonzalo Villamarín, superviviente del atentado. Marisol nos cuenta que pasaron varios meses hasta que pudo reincorporarse a su trabajo como profesora. Un trabajo que le ayudó a sobrevivir a la tragedia. "A veces dormía por la mañana y durante una fracción de segundo olvidaba lo que había pasado. Y recordarlo era como un mazazo. Entonces es importante tener algo que te saque de la neurosis del '¿qué ha pasado, qué ha pasado?'", explica Marisol, que también se ha apoyado mucho en la escritura de dos bitácoras, una dedicada a recordar su hijo, y otra sobre cómo las teorías de las conspiración hacían daño a las víctimas, que acabaron plasmándose en el libro 'Dinos dónde estás y vamos a buscarte'. "La dignidad no se pierde por unos trols, por muy poderosos que sean", dice Marisol sobre los que propagaron esas teorías conspirativas. Marisol cree que la justicia platónica no existe, pero considera que las víctimas han recibido una justicia razonable.

Gonzalo cree que las administraciones no nos han tratado bien a ninguna de las víctimas del 11 M. Él era capitán del Ejército en el momento de los atentados y se siente maltratado por la institución. "No saben ni que existo. Me obligaron a pasar el tribunal, me dijeron que era un inútil y para mi casa. Tuve más problemas para asimilar eso que los recuerdos del atentado", nos cuenta Gonzalo, que se ha apoyado en el deporte para intentar superar la tragedia.