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La enfermedad cardiovascular, primera causa de muerte en España

  • Alimentos de origen vegetal poco procesados para la prevención de enfermedades cardiovasculares
  • Julio Basulto explica los últimos estudios sobre la dieta vegetariana, los riesgos de enfermedades de corazón y el colesterol

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La mala alimentación tiene gran riesgo cardiovascular.
La mala alimentación tiene gran riesgo cardiovascular.

La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en España. Y nuestro estilo de vida influye en el riesgo cardiovascular. Ambas afirmaciones son generalmente conocidas. Lo que quizá no sepan es que la primera causa de la enfermedad cardiovascular es una mala alimentación.

La patraña de la semana

El pasado 5 de septiembre, el diario El Mundo publicaba un artículo bajo el título “Diez razones que explican por qué la cerveza es buena para la salud”. El nutricionista Julio Basulto, colaborador del programa Gente despierta, desmiente estas afirmaciones basándose en lo que dicen las entidades de referencia.

Una de las explicaciones es que las personas que son moderadas con el alcohol, son gente que a su vez suele no fumar, hacer ejercicio físico, no automedicarse, suele seguir un buen estilo de vida y además pertenecer a niveles socioeconómicos o culturales más altos. Y eso, por tanto, es lo que hace que tengan menor riesgo cardiovascular.

Además, hay otra posible explicación: el hecho de que tengan salud es lo que les permite beber cerveza. No es la cerveza lo que les da buena salud. Es lo que se conoce como causalidad inversa. La reciente guía publicada Alcohol Canadá (enero 2023) dice: “Una evidencia abrumadora confirma que cuando se trata de beber alcohol, consumir menos significa tener menos riesgo de sufrir daños relacionados con el alcohol” (Canadá Guidance on alcohol Final Report).

Además, la American Heart Association, la entidad de referencia mundial de corazón y enfermedad cardiovascular, dice: “No empiece a beber alcohol, si aun no lo consume”, y también que la relación observada en muchos estudios entre el alcohol y la salud cardiovascular se debe a otros factores del estilo de vida. “No se han realizado estudios de intervención porque no se puede obligar a una persona a tomar alcohol porque son sustancias potencialmente adictivas, y por tanto, no se recomienda beber vino ni cualquier otra forma de alcohol para obtener los supuestos beneficios”, aclara Basulto que concluye el tema con una frase del doctor Andreu Huverman: “El alcohol es la única droga que si no la tomas, la gente asume que tienes un problema”.

La buena noticia nutricional de la semana

Viene de la mano de la doctora Verónica Cabana Sánchez que ha publicado una investigación titulada Actividad física y mortalidad cardiovascular por causa específica entre personas con y sin enfermedad cardiovascular. Al hilo de esta investigación, Sara Tavares, autora de un libro titulado Ellas entrenan, graduada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y Licenciada en Periodismo habla de este estudio publicado en mayo de 2023 que explica cómo se llevó a cabo el estudio.

Se cogió una muestra de 600.000 personas y las dividieron en varios grupos. Uno que no realizaba nada de actividad física, otro que realizaba insuficiente, esos que se quedaban entre 1 a 150 minutos por semana; y los que hacían el ejercicio físico recomendado (entre 150 y 300 minutos por semana). Por último, aquellos que hacían un poquito más, por encima de los 300 minutos por semana.

El estudio concluye que las personas que realizan más actividad física (siendo personas que ya cuentan con un alto riesgo cardiovascular), tienen alrededor de un 40% menos de riesgo cardiovascular que el resto. “Es importante porque todos hemos escuchado a alguien que ha padecido un evento cardiovascular y que le han aconsejado reposo y que no haga actividad física. Este estudio, con más de 600.000 personas, concluye que es muy importante huir de este reposo y nos dice que los profesionales de la salud deben enfatizar en la importancia de un estilo de vida físicamente activo en pacientes con enfermedades cardiovasculares”, subraya Basulto.

Dieta y enfermedad cardiovascular

Este verano se han publicado dos estudios sobre esta cuestión que es importante revisar de cerca. El primero se publicó a principios de julio en la revista científica Jama Networks Open, por parte de Team Wuang y colaboradores, que pertenece a la Sociedad Médica Americana. Es una revisión sistemática con metaanálisis que se ha centrado en 1878 personas de Estados Unidos, Asia, Europa y Nueva Zelanda, que o bien ya tienen una enfermedad cardiovascular o bien presentan un alto riesgo de padecerla. Estas personas fueron evaluadas en función de si seguían o no una dieta vegetariana o lo más parecido a una dieta vegetariana.

El estudio ha constatado la mejora significativa en factores de riesgo clave del riesgo cardiovascular como el colesterol LDL, la glucemia, el peso corporal. Pero además, la dieta vegetariana se ha asociado a una disminución en la cantidad de fármacos que estaban tomando esas personas. Es decir, no sólo disminuyen los factores de riesgo. “Dieta vegetariana no es sinónimo de dieta saludable. En esta dieta vegetariana abundan las calorías vacías, los carbohidratos refinados, los aceites hidrógeno, los edulcorantes artificiales, la sal. Estas dietas, por más vegetariana que sea, si tú te lías a tomar mucha Coca-Cola y a tomar mucho MacDonalds o a tomar galletas Oreo, por ejemplo, que son veganas, eso es vegano, pero eso no es saludable”, sentencia el nutricionista.

El segundo estudio es un metaanálisis que se publicó el 21 de julio en otra revista científica, European Heart Journal, Revista Oficial de la Sociedad Europea de Cardiología, que habla también sobre dieta vegetariana, pero en este caso centrado en el colesterol. El estudio constata que el seguimiento de una dieta vegetariana se relaciona con menor cantidad de colesterol total, colesterol LDL y Apolipoproteína B, lo que concluye que presentan el potencial de reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Estos hallazgos, se explican por el tipo de alimentos que toman unas u otras personas. Toman una gran cantidad de alimentos que tienen grasas saludables y dejan de tomar una gran cantidad de alimentos que tienen grasas que no son saludables como las grasas saturadas o la grasa total.

Además, Basulto hace hincapié en que “los efectos de una dieta vegetariana, también pueden conseguirse reduciendo la ingesta de productos animales” y en la importancia de “seguir una dieta saludable basada (no basada exclusivamente), si no basada en alimentos de origen vegetal poco procesados para la prevención primaria y secundaria de las enfermedades cardiovasculares”. Lo que reduciría, apunta, las emisiones de gases de efecto invernadero.

Por un futuro mejor

Lo importante para Julio Basulto a la hora de decidir si cuidar la salud es ser consciente de que se quiera mejorar y saber que cada uno tiene algo que hacer para ello. Lo que se llama Locus de control interno (algo que es efecto de tus propias acciones). El locus de control externo, en cambio, es aquel en el que las acciones no dependen de mi. Por ejemplo, “mi salud depende del médico, mi salud depende del psicólogo”.

Pero, ante una enfermedad cardiovascular (en la que la primera causa son factores dietéticos modificables), conviene considerar que cada uno tiene algo que hacer sobre ello. “Eso no significa que yo sea culpable si padezco la enfermedad porque es multifactorial. Pero sí está bien que uno considere si vale la pena tomar ciertas medidas para, a largo plazo, disminuir considerablemente su riesgo de enfermedad, de padecer una enfermedad cardiovascular, lo cual, sobre todo afectará no sólo a la persona que padece esa enfermedad, sino también a las personas que le rodean. Yo suelo decir que no me apetece que cuando yo sea mayor María, Ana y Oliver, mis hijos, tengan que cuidarme. Por lo tanto, yo considero que cuidarme es un gesto de altruismo. Para mí son consideraciones que valen la pena tener en cuenta a la hora de tomar la decisión, de aferrarte a un buen estilo de vida y tomar un poco el timón que conducirá tu salud a largo plazo”, concluye Julio Basulto.