Enlaces accesibilidad
Literatura

Una novela policíaca a cuatro manos: Rosa Montero y Olivier Truc firman "La desconocida"

  • La trama de esta novela negra está ambientada entre Barcelona y Lyon
  • Los inspectores de policía Anna Ripoll y Erik Zapori intentarán averiguar quién es la mujer misteriosa que ha aparecido inconsciente y sin memoria
  • Montero y Truc hablan en La desconocida de las redes de tráfico de personas

Por
Rosa Montero y Olivier Truc publican una novela negra escrita a cuatro manos: La desconocida (Alfaguara)

Rosa Montero ha vuelto a la novela negra, esta vez acompañada por Olivier Truc, ganador del Premio Quais du Polar, el más prestigioso galardón francés del género policíaco. Ambos firman La desconocida (Alfaguara) una novela a cuatro manos sobre una chica sin memoria. La prosa es directa, tensa, vigorosa. Ocho capítulos que se escribieron casi como un cadáver exquisito, un escritor dejando pistas para el otro.

El proceso de escritura no fue fácil: tenían que establecer una mínima línea argumental, luego escribir el capítulo en su propia lengua, a continuación los traductores lo pasaban al inglés y una vez leído los dos autores se ponían en contacto —desde la distancia— para acordar cómo continuar.

La trama comienza de noche, en el puerto de Barcelona. Un vigilante está haciendo su ronda cuando su pastor alemán se para en seco a olfatear un contenedor. La policía halla en su interior a una mujer en posición fetal. Tiene una brecha en la sien y quemaduras en la cara y el cuerpo. No recuerda quién es, pero está viva. La inspectora Anna Ripoll, experta en trata de mujeres, parece haber dado con su identidad: es francesa, tiene unos treinta años, se llama Alicia y nació en Lyon. Mientras tanto, en esa misma ciudad francesa el inspector Erik Zapori busca el modo de librarse de la investigación a la que asuntos internos lo está sometiendo. Viajará a España para ayudar en la resolución del que será el caso más complejo de su carrera.

«Tres días más tarde, la joven se está mirando en el espejo del cuarto de baño de su habitación en el Hospital Clínic. (...) No se acuerda de nada. No sabe quién es. Amnesia general transitoria, le han dicho. Escucha que entra alguien en el cuarto y se apresura a ponerse la bata hospitalaria, uno de esos humillantes trapos que se atan por detrás y te dejan semidesnuda. La encontraron muy deshidratada, magullada, con una conmoción cerebral importante y restos de escopolamina en sangre. La droga de la sumisión química. Aunque no parece que la hayan asaltado sexualmente. La rescataron justo a tiempo: con el calor que hace no hubiera aguantado muchas horas de sol dentro de esa lata recalentada.»

Las agendas de ambas autores eran especialmente complejas en el momento de crear esta novela. Montero estaba enfrascada en la promoción de su anterior libro, La ridícula idea de no volver a verte; Truc estaba cubriendo como periodista la guerra de Ucrania. Para ambos ha sido una «aventura extraordinaria» en la que no ha habido guerra de egos, sino aprendizaje y comunión.