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La lucha contra el suicidio en Alcalá la Real: “Se puede prevenir, pero no predecir”

  • El municipio jiennense es el primero en crear su propio programa universal sobre el suicidio
  • El alcalde, Marino Aguilera, participa en una jornada internacional en Bruselas para la prevención de la depresión

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Unidad de Salud Mental Comunitaria, Alcalá la Real
Unidad de Salud Mental Comunitaria, Alcalá la Real Ana Trigo

El suicidio sigue siendo un tema del que muchas personas rehúyen hablar; para otras es, sin embargo, algo que está normalizado. Esto es lo que ocurre en el municipio de Alcalá la Real (21.587 habitantes). Situado en la Comarca de la Sierra Sur de Jaén cuenta con su propio programa para luchar contra esta lacra.

Rafael Pascual, psicólogo responsable del proyecto, explica que surgió debido a la situación particular de Alcalá, con una tasa alta de mortalidad por suicidio, 25 por cada 10.000 habitantes. “Era necesario realizar algún tipo de actuación”, afirma. 

Por este motivo, en junio de 2022 el programa de Salud Mental Andaluz, la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital de Jaén y el ayuntamiento de Alcalá la Real establecieron la primera reunión para poner el proyecto en marcha.

Ángeles Peinado lleva trabajando en el equipo de Salud Mental de Alcalá la Real desde mayo de 1990, es la veterana del grupo y recuerda cómo, ya cuando ella estudiaba enfermería en Jaén, se hablaba de la tasa tan elevada de suicidios que rodeaba a los municipios de Alcalá la Real, Priego de Córdoba e Iznájar. Si se ubican en el mapa y se los une mediante líneas, estos tres pueblos conformarían el conocido como “triángulo de la muerte”.

“Te implicas mucho y las cosas, a veces, no salen como quieres. Te acabas echando un poco la culpa y pensando que quizás no has hecho todo lo que podías”, sentencia Aida Busaileh, una de las dos psiquiatras que hay en el hospital del municipio. Llegó en agosto del año pasado y en apenas ocho meses ha visto como tres pacientes de su cupo se han quitado la vida. Empezó a ejercer en 2010 y no fue hasta que la destinaron a Alcalá cuando tuvo estas experiencias en consulta. 

El duelo de los profesionales

En cualquier especialidad médica, la posibilidad de la muerte de un paciente es una realidad, en salud mental, también. Peinado explica que, para gestionarlo, todo el equipo habla sobre el tema y se apoyan entre sí. “Evidentemente, afecta, pero no te puedes quedar anclado ahí porque si no, no avanzas ni ayudas a los demás”, explica la enfermera de la USMC.

Cuando un paciente se quita la vida, una gran preocupación es, muchas veces, la respuesta de las familias. Ángeles tuvo el caso de un joven que acudió a su consulta y a los pocos días se suicidó. Los allegados recurrieron a Peinado en pleno duelo y ella temía su reacción. “Acabó ocurriendo lo contrario, me agradecieron todo lo que había hecho por él”, cuenta emocionada.

El psicólogo Manuel Calvillo ha sido el último en incorporarse a la unidad y está a favor de derribar los mitos que existen en torno a las personas que voluntariamente deciden acabar con su vida. Y es que, hay muchas que no tienen un seguimiento en salud mental ni ninguna cita con el equipo. “Otras veces, es un paciente que no presenta signos de suicidio y desde urgencias le dan el alta y se cita a los dos días, pero a lo largo de esa misma noche se quita la vida”, aclara el facultativo.

Pero ¿por qué ocurre esto en Alcalá la Real? Normalmente, se relaciona el suicido con las regiones frías y aisladas. La Sierra Sur de Jaén tiene una situación geográfica muy similar a otras en España. A pesar de encontrarse entre montañas, a menos de 40 minutos se puede llegar a las ciudades de Granada y Jaén. 

La situación económica es otro factor que se descarta, ya que hay pueblos con más paro y peor situación económica donde la tasa no llega a ser tan elevada. Es por ello, que varios profesionales han intentado buscar una respuesta a este suceso, sin mucho éxito hasta el momento.

Misticismo y creencias

La Unidad de Salud Mental del municipio tampoco tiene una respuesta concreta, pero sí hay algo claro: los factores culturales de la zona influyen mucho. Tanto en Alcalá, como en localidades próximas como Frailes o Castillo de Locubín se tienen unas creencias y pensamientos “mágicos” relacionados con la santería muy arraigados.

En ocasiones se ha culpado a la altura de las montañas, el viento o incluso al agua y al olivo de que alguien decidiera suicidarse. La cultura quiere buscar explicaciones que realmente no son como tal. La enfermera de salud mental explica que hay varios pacientes que acuden a consulta diciendo que no pueden salvar a su familiar porque si lo hacen, él será el siguiente en quitarse la vida. Pero Calvillo deja algo claro, “el suicido no se hereda, no hay base genética, lo que ocurre es que la gente se asusta y acaba siendo una profecía autocumplida”.

María José Espinar, además de ser la auxiliar administrativo del equipo, también es vecina de Alcalá y relata, mientras toca madera para que no le ocurra, que rara es la familia que en el pueblo no tenga a alguien que se haya suicidado. Recuerda, además, la anécdota de una chica cuyo abuelo se suicidó y a la que le daba vergüenza decir que era alcalaína por el estigma que esto le suscitaba. 

Aunque es algo que está normalizado en el pueblo, fuera no deja de haber cierto tabú todavía. A la psiquiatra, le llama la atención que muchos pacientes que acuden a su consulta han tenido antecedentes en su familia y hablan sobre el suicidio con cierta normalidad.

Otro mito es el de la idea de que existe un “perfil de suicida establecido”. Aunque hay datos que reflejan que es más frecuente en varones cercanos a la tercera edad, esto es algo que únicamente se debe usar para valorar el riesgo. Si se crea un perfil concreto lo que se hace, explica Calvillo, es “estigmatizar y asustar” a las personas que ya tienen ideas suicidas de por sí.

Tampoco sería cierto decir que todas las personas que se suicidan padecen depresión y es que, según los expertos consultados, el diagnóstico más frecuente de los casos atendidos por autolisis se debe a trastornos adaptativos.

Puntos débiles y dificultades

El psicólogo de la unidad expone que, al igual que pasa con los accidentes de tráfico, "el suicidio es algo que se puede prevenir, pero no predecir". "Por mucho que hagas un plan, no sabes en qué punto kilométrico ni en qué día ni a qué hora va a ocurrir un siniestro, pues lo mismo ocurre con los intentos de quitarse la vida”, explica Calvillo.

El equipo entero cuenta que haría falta también más formación en atención primaria porque, actualmente, todo se les deriva a ellos y sería necesaria una mejor coordinación. El problema aquí está, además, en la falta de personal en la Unidad de Salud Mental y el gran número de pacientes que reciben cada día.

La enfermera y la psiquiatra coinciden en que nos hemos acostumbrado a que todo se solucione con una pastilla y así lo único  que se consigue es medicalizar la vida diaria.

Pepi Valdivia, técnico en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE) de la unidad, asegura que en el día a día hay gente ajena a la familia que puede captar antes el problema que sus propios allegados. Hay ocasiones en las que vulgarmente se considera que un intento de suicidio es una simple llamada de atención, pero los facultativos de la unidad niegan que esto sea así, explican que si alguna persona hace el intento es porque está sufriendo.

Este programa sobre el suicido, en el que Alcalá es pionero, como explica uno de sus coordinadores, también se basa en sensibilizar a la población, porque la mayor prevención es preocuparte por el vecino, dejar el móvil y sentarte al lado de alguien que necesite ayuda, comparten Pascual y Calvillo.

Hay mucho camino todavía por hacer. Si necesitas ayuda acude a un especialista o llama al 024, la línea de atención suicida disponible las 24 horas.

RTVE

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