Hasta el fin del mundo Programa 4
4Tras cinco semanas de viaje, cada paso cuesta un poco más. Salir del desierto peruano de Huacachina, rumbo hacia Bolivia, no va a ser tarea fácil. Las distancias son largas y la altura aumenta al atravesar la geografía andina. El aire escasea y comienzan las molestias, porque el mal de altura se convertirá en el enemigo silencioso de esta etapa. Además, los participantes empiezan a notar la reducción del presupuesto y se dan cuenta de que aún les falta la mitad de esta aventura. Si quieren llegar a Ushuaia, han de cambiar su modo de avanzar. Muchos sustituyen los hoteles por buses nocturnos, que les permiten avanzar más rápido en la carrera y ahorrar una buena cantidad de dinero. El ingenio se agudiza y al llegar a La Paz- la capital de Bolivia- la cautela también. Aunque no en todos por igual. Algunos como Nía y JKbello se han vuelto más desconfiados a la hora de negociar los transportes, mientras que otras, como Yolanda y Ainoa, continúan con su ritmo habitual de gasto y con sus altibajos emocionales.