Campamentos de verano para perros: alojamiento, comida y actividades para potenciar sus capacidades
- Miriam Fernández deja a sus mascotas desde hace cuatro años en un campamento en Toledo
- Para más del 80% de las personas, el bienestar de sus mascotas influye en el suyo y por ello buscan lo mejor para ellas
Muchos dueños de perros se enfrentan a dificultades cuando llegan las vacaciones dado que algunos hoteles no admiten mascotas. Lo mismo sucede dependiendo del tamaño del animal en algunos medios de transporte como el avión o el tren. Ante la demanda existente, han surgido distintos campamentos de verano para canes donde les dan los servicios necesarios, como alojamiento o comida, pero también realizan actividades con las que se potencian sus capacidades.
Miriam Fernández es una de las usuarias de estos campamentos. Desde hace cuatro años, deja allí a sus perros, Bowie y Cali, cuando empieza sus vacaciones de verano. Fernández explica que los canes "se saben la rutina" al contar con "un protocolo de horarios bastante marcado". "Saben que esto es como casa y cuando me voy no se quedan preocupados", añade.
En el Campamento de Mascotas, ubicado en Toledo, los perros pasan dos días de adaptación. Tal y como explica el director del establecimiento, Javier Fernández, estas jornadas sirven "para conocer cómo come el perro, cómo se comporta con otros y cómo está en la habitación".
Juegos en el parque y en la piscina
Más allá de encargarse de que se desarrollen sus funciones vitales, los animales también tienen tiempo de jugar con dinámicas de olfato o en el parque, o bien tener sesiones de adiestramiento. Otra de las actividades de las que pueden disfrutar en su tiempo libre es nadar en la piscina.
El precio puede alcanzar hasta los 30 euros por día, lo que no pueden permitirse todos los bolsillos. Para más del 80% de las personas, el bienestar de sus mascotas influye en el suyo; por esta razón, optan por buscar lo mejor para todos.
Algunos de los dueños buscan que sus perros "tengan un espacio adecuado donde se encuentren bien de temperatura, de sitio y de alimentación". "Es importante que el lugar te deje tranquilo, porque si no vas a estar todo el rato con el runrún", opina otro de los dueños.
